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Cibeles o como capear los malos tiempos

  • Una edicion marcada por las ausencias y la crisis
  • Ausencia de estampados, colores alegres y ropa comercial 

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La fotografía de Jsús del Pozo preside el carrusel final de su desfile en la Cibeles Madrid Fashion Week.
La fotografía de Jsús del Pozo preside el carrusel final de su desfile en la Cibeles Madrid Fashion Week.

La 54 edición de Cibeles Madrid Fashion Week pasará a la historia por la muerte de Jesús del Pozo,  un hecho que ha eclipsado otra de las grandes noticias: el tijeretazo de la crisis.

Grandes ausencias y falta de creatividad

Ha sido un año de ausencias, y la mayoría marcadas por condiciones económicas y también creativas. Algunos de los que sí han participado han tenido que realizar un gran esfuerzo para estar en esta cita con la moda que es un gran escaparate nacional y, para muchos, la única forma de tener presencia en los medios de comunicación.

Hemos visto mucho color y mucho verde esperanza para pensar en un futuro mejor. Davidelfín llama a su colección Katharsis, palabra que la RAE define como “purificación”. Cuenta David que vive un momento de transformación y que su trabajo ha visto la luz gracias a que ha reciclado las banderas de tejidos y las cartas de colores que tenía desperdigadas por el taller. El resultado es sorprendente, una “bomba de de relojería”, dice, que no sabía por donde iba a estallar. Destacan además las prendas que parecen a medio terminar…un guiño a esta situación.

Reciclar o morir

El reciclaje ayuda pero si hay imaginación. Sara Coleman ha presentado prendas hechas con hilos de restos de fábrica y el joven Moisés Nieto, de Ego, utiliza gafas antiguas para hacer collares y adornos de lentes con patillas.

Sita Murt está contenta porque la colección pasará entera a la tienda ya que ha tenido buena acogida entre sus clientes. La diseñadora ha creado una colección fácil de llevar, relajada.  Comercial, y mucho, es también la línea de Ágatha Ruiz de la Prada que quiere conectar con la realidad de la calle. En su desfile vimos ropa “normal” y muy poco estampado.

Colores lisos y muy pocos estampados

En esto coinciden casi todos los diseñadores. Cuando en el desfile de Roberto Torreta salió el único vestido estampado el público aplaudió. ¿Por qué? ¿Quizá por aburrimiento ante la falta de riesgo y la monotonía de las colecciones? ¿O quizá porque así la ropa se vende más ya que no se identifica con una temporada en concreto?

Devota&Lomba se han inspirado en la cultura maya cuando se hayan inmersos en la conquista del mercado mexicano.  ¿Casualidad? Amaya Arzuaga dice que ve un atisbo de esperanza en la venta online y Carlos Díez ha presentado más hombre que mujer porque según dice vende más a los chicos.

Juanjo Oliva ha hecho una colección corta pero de Alta Costura. Dice que hay que aprovechar esta plataforma para enseñar algo único, una seña de identidad, un trabajo que te distinga del resto. Quizá esa apuesta haya influido al jurado que ha premiado su colección.