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Berlusconi pide de nuevo la confianza al Parlamento porque "no hay alternativa"

  • Il Cavaliere dice que si no supera la votación convocará elecciones
  • La oposición boicotea su intervención y se marcha del parlamento

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Berlusconi se somete a la segunda cuestión de confianza de su legislatura

Casi una crisis inventada en un descuido. Así se ha llegado a esta quincuagésima primera cuestión de confianza de esta legislatura. La oposición   no ha querido escuchar   el discurso en el aula. Berlusconi ha hablado en directo solo para los suyos. He incluso ha bromeado sobre ello diciendo, no hay alternativa a nosotros, la oposición hoy está dividida, es más, han desaparecido

Las elecciones anticipadas no son la solución y tampoco un gobierno técnico, ha señalado Silvio Berlusconi   que empezaba su intervención con un largo aplauso de la sala. Solo estaban los suyos, claro.

Como un balance contable rechazado no se puede volver a presentar en el parlamento, se le añadirá una   preposición o una coma para que sea aprobado sin problemas

Berlusconi dice que quiere derrotar la estretegia de la parálisis y el pesimismo pero lleva dos meses   para presentar el decreto sobre el desarrollo económico mientras en el parlamento espera la ley mordaza que le garantiza la privacidad de sus conversaciones

El debate posterior a la intervención de Il Cavaliere ha servido para lisonjear los oídos del primer ministro. Con la oposición ausente, solo han intervenido los suyos, abundando en las premisas del líder.

La moción de confianza se vota el próximo viernes a mediodía. La oposición, que no ha escuchado al jefe del ejecutivo, sí estará en la cámara para votar contra el gobierno. Dijera lo que dijera, su voto ya está decidido. 

Las grescas parlamentarias ayudan a que la imagen de Italia sea un ejemplo de daguerrotipo. Una instantánea que espera la llegada de los hermanos Lumiere.

Segunda moción de confianza

Las maniobras del Gobierno para alcanzar la mayoría y de la oposición para que caiga el Ejecutivo con posibles alianzas o incluso valorando la ausencia en la Cámara durante el discurso programático del primer ministro y la posterior abstención en la votación, se sucedieron de forma vertiginosa.

La situación para el Ejecutivo italiano se ha precipitado tras la derrota sufrida el pasado martes en la Cámara Baja al no lograr el apoyo necesario para aprobar el texto sobre la cuentas del Estado de 2010.

El documento no pudo ser aprobado al registrarse un empate de 290 votos a favor y 290 en contra en el primer artículo del texto que, para seguir adelante, requería al menos 291 apoyos.

Un empate bochornoso para Berlusconi y brindado por sonadas abstenciones entre sus filas, como la de su ministro de Economía, Giulio Tremonti, y la de su socio, el líder de la federalista Liga Norte, Umberto Bossi, quien recientemente pedía elecciones anticipadas, además de la ausencia 19 diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL).

La estrategia del Gobierno es seguir adelante y lograr la mayoría "e incluso algo más", según anunció el ministro de Exteriores, Franco Frattini, desde Belgrado.