Los griegos pasan de la indignación a la furia en la mayor protesta desde el inicio de la crisis
- La policía carga contra encapuchados que han alterado el curso de la marcha
- Unas 120.000 personas llegan a las puertas del Parlamento para protestar
- El Parlamento griego vota este jueves un plan para recaudar 7.100 millones
La mayor manifestación en Atenas desde el inicio de la crisis de deuda ha terminado en violentos enfrentamientos a las puertas del Parlamento griego entre jóvenes que han lanzado piedras y cócteles molotov y la Policía, que ha colocado barricadas para impedir su acceso a la sede de la soberanía popular del país, donde se debaten nuevas y dolorosas medidas de ajustes.
La marcha se encuadra dentro de "la madre de todas las huelgas", que dura 48 horas y que busca paralizar el país de cara a la votación decisiva sobre los nuevos ajustes exigidos por la "troika" al impopular gobierno del socialista Yorgos Papandréu para desbloquear el nuevo tramo de ayuda, sin el que el país no podrá pagar facturas y pensiones a partir de noviembre.
En la jornada de este miércoles se ha ido un poco más allá con el incendio por parte de los manifestantes de la garita de los centinelas de protocolo que se encuentran que vigilan el Parlamento, uno de los mayores símbolos del estado griego.
Furia popular
El ambiente en la marcha, en la que han participado unas 120.000 personas, ha pasado ya de la indignación a la furia de unos griegos que están cansados de las repetidas dosis de austeridad impuestas por la difícil situacion económica del país, lo que hace que aumente la ira no solo contra sus líderes políticos; también contra los prestamistas internacionales que piden incluso medidas más duras para reducir la enorme deuda pública helena.
"¿Quién está tratando de engañarnos? No nos salvarán. Con medidas como esta los pobres serán más pobres y los ricos más ricos. Bueno, pues digo: 'No, gracias. No quiero vuestro rescate'", ha declarado un funcionario de 50 años, Akis Papadopoulos, que participa en la marcha.
Como muchos otros funcionarios, Papadopoulos y su mujer, padres de un hijo, han perdido el 20% de su sueldo anual el último años con las medidas aprobadas.
Con las que se espera que apruebe el parlamento en las sesiones del miércoles y el jueves temen perder su empleo.
Y es que este nuevo ajuste ha hecho que la indignación griega se torne desesperación, dirigida no ya tanto a sus políticos como a los que desde fuera les dictan nuevos y nuevos ajustes.
"Les queremos fuera porque solo nos han tradio miseria. Están exprimiendo a nuestra gente en vez de salvar el país", ha denunciado Dina Kolovou, una empleada municiapl de 46 años, antes de marchar hacia el Parlamento.
“Se están llevando nuestro dinero, nuestros salarios, nuestras vidas, dice un manifestante“
"Se están llevando nuestro dinero, nuestros salarios, nuestras vidas. ¡Ya basta! Se deben ir ya", ha asegurado Kyriaki Gavala, que trabaja en el sector privado y que ha salido por primera vez a manifestarse junto a sus compañeros.
"La gente me dice que soy afortunadao por tener empleo pero estoy enfadado. Veo a gente que lo pierde todo y sé que eso me llegará a mí pronto", ha añadido.
Pancartas con lemas como "Abajo el Gobierno" o "¡Avergozáos!¡Marcháos ya!" se han colocado fuera del Parlamento antes de que estallase y enturbiase toda la jornada.
Luego el humo de los gases lacrimógenos lanzados por la Policía y las nubes negras formados por los cócteles molotov con los que les han respondido los manifestantes han convertido la simbólica Plaza Sintagma en un escenario de guerra urbana, al igual que ha ocurrido en protestas de este tipo desde el pasado mes de junio.
Paralelamente a la protesta, el país vive una parálisis de sus transportes y de la economía aunque, no obstante, los controladores aéreos anunciaron anoche que su participación en la protesta será solo de doce horas, a partir de las 23.01 de este martes, por lo que las cancelaciones se han limitado a unas 300 en todos los aeropuerto del país. Además se han modificaron 16 vuelos, según han informado a la agencia Efe las autoridades del aeropuerto.
Estado del transporte
El transporte público en la capital ha estado paralizado durante las primeras cuatro horas de este miércoles, y a las 08.00 horas se ha reanudado para facilitar, durante 10 horas, la asistencia de los trabajadores a las manifestaciones.
Los sindicatos han convocado estas dos jornadas de protesta en respuesta a las medidas adicionales de recortes de ingresos, pensiones y más impuestos, al igual que despidos de funcionarios públicos y reducción de sueldos en el sector privado, adoptadas para que Grecia pueda reducir su déficit del 10,6% del producto interior bruto (PIB) en 2010 al 8,5% este año.
El Parlamento debe de aprobar este jueves un proyecto de ley que permite la inmediata implementación de dichas medidas destinadas, a recaudar unos 7.100 millones de euros adicionales en los próximos 27 meses.
Los sindicatos de los funcionarios públicos ADEDY y de los trabajadores del sector privado y de empresas semiestatales GSEE han convocado además dos grandes manifestaciones en el centro de Atenas a partir de las 11.00 horas, y también se esperan protestas callejeras en otras ciudades del país.
Medidas adicionales
La industria, la enseñanza, lugares arqueológicos y museos, bancos, ministerios, tribunales y servicios públicos están prácticamente paralizados por la falta de sus trabajadores.
Además, los barcos permanecen en los puertos desde el lunes, y hasta el viernes en la madrugada, al igual que el servicio ferroviario está paralizado y los funcionarios de Hacienda y de Aduanas continúan con sus huelgas hasta el viernes, al igual que profesionales como abogados.
Este miércoles también permanecerán cerradas las gasolineras, las panaderías, las farmacias y los comercios.
Por otro lado, decenas de toneladas de basura permanecen en las calles de las ciudades del país pese al decreto de movilización civil dictado ayer por el Gobierno para que la recojan los camiones.
Las autoridades han expresado su preocupación por el peligro que supone esa situación para la salud pública, pues teme la aparición de epidemias, y por el peligro de que la basura acumulada sea incendiada durante las manifestaciones previstas para este miércoles.
"Semana crucial" para Grecia
Por su parte, Yorgos Papandréu ha hecho un llamamiento final a todos los diputados de su partido para que apoyen las nuevas e impopulares medidas de austeridad que se votarán este jueves, en medio de una de las mayores huelgas que ha vivido el país en años.
"Estoy pidiendo vuestro apoyo. Estoy pidiendo el apoyo de todas las partes, pero seremos los únicos que una vez más soportemos la carga de esta decisión", ha asegurado Papandréu ante los diputados del Pasok.
Asimismo, ha rechazado cualquier sugerencia de que Grecia pueda verse forzada a abandonar el euro como consecuencia de la crisis que ha dejado a Atenas dependiente de apoyo externo para evitar la bancarrota.
"Esta es una semana crucial para el futuro de Grecia y de Europa", lo advertía este lunes el primer ministro heleno, Yorgos Papandréu, cuando se espera la celebración de una cumbre de la Unión Europea este domingo.
Los líderes europeos pretenden concretar un plan para la salida de la crisis de deuda de la zona euro, que comprende la recapitalización de los bancos y una quita de la deuda griega que afectaría al 50% de los títulos del país, al no poder afrontar su pago.
Mientras, se espera que la 'troika', representación del FMI, el BCE y la Unión Europea, dé a conocer su informe sobre Grecia, favorable a la concesión de un nuevo tramo de la ayuda financiera, solo un día después, el 24 de octubre.