"Subidón" de Cayo Lara en la recta final, que se ve con más de ocho diputados

• Sus expectativas de voto sobrepasan con creces su predicción inicial
• Da por hecho que rebasará holgadamente el millón y medio de votos

Sabe que no será presidente del Gobierno, pero a Cayo Lara, el candidato de IU, le ha dado un "subidón" en la recta final de la campaña y sus expectativas de voto sobrepasan con creces su predicción inicial, y ya no firmaría por los ocho diputados que vaticinó al inicio de la gira electoral.

En una conversación informal mantenida por Cayo Lara con los periodistas en el autobús de la caravana, se ha mostrado eufórico en cuanto a los resultados que pueda lograr IU en las elecciones y da por hecho que rebasará holgadamente el millón y medio de votos (en 2008 IU obtuvo 969.946 sufragios).

Según ha contado durante el trayecto entre Málaga y Algeciras, es la primera vez que la propia campaña suma en lugar de restar puesto que tradicionalmente perdían entre medio y un punto en estos quince días. Pero esta vez, en su opinión, IU está creciendo, y lo está haciendo a costa del desencanto de los socialistas.

Lara espera el voto de militantes del PSOE e indignados

Y esto lo ha podido comprobar él mismo en cada acto electoral porque ha habido bastantes militantes del PSOE, según ha dicho, que se le han acercado y le han asegurado su voto, igual que muchos "indignados" del 15M.

Ha tomado el pulso a las preocupaciones de los ciudadanos, que básicamente se concentran en la crisis y en el altísimo nivel de paro, algo que Cayo Lara ha padecido en carne propia, ya que vivió la "humillación" del desempleo durante cinco meses, cuando dejó de ser alcalde de su pueblo natal, Argamasilla de Alba (Ciudad Real), en 1999.

Además, en el momento actual se considera una "familia tipo" española porque también están en el paro sus dos hijos y su mujer, quien ha acompañado intermitentemente a Cayo Lara durante su gira electoral.

Cómodo en su primera campaña electoral

Es su primera campaña electoral a unas generales y se encuentra muy cómodo en este escenario, pero no se acaba de acostumbrar a que la gente le requiera para fotografiarse con él. Le cuesta entrar en ese papel de estrella y aunque es "anticulto a la personalidad" se hace las fotos que haga falta.

Igualmente le cuesta mucho conllevar toda la parafernalia de seguridad que ser el líder de IU implica. Lleva la escolta que le pone Interior, pero no viaja en primera clase y tampoco pisa las salas VIP del aeropuerto o de Renfe y eso pese a que supone un engorro para sus guardaespaldas, que se ven obligados así a hacer una declaración de las armas que portan, que de otra forma no tendrían que hacer.

Tampoco se apuntará al "privilegio" de un sueldo mayor que le corresponderá si saca el escaño de diputado y ha asegurado que mantendrá sus 2.370 euros netos mensuales.

Cobrará 2.370 €, y el resto de su sueldo de diputado a IU

Todo el dinero que sobrepase esa cantidad en la nómina que le corresponda por su escaño en el Congreso se lo entregará a IU.

De esta intensa campaña se queda con una anécdota que le ha llegado al alma y que ha sido reencontrarse en Málaga, casi en el mismo lugar, con un hombre, desconocido, que en las elecciones autonómicas y municipales de mayo último fue a escucharle a la plaza de la Constitución.

En aquella ocasión, este hombre, al finalizar el mitin, se le acercó, le miró a los ojos y se fundieron en un abrazo mientras "le caían unas lágrimas". Se marchó sin decir palabra, ha contado el líder de IU.

Ayer, este hombre volvió, y esta vez hablaron. Hablaron de sus coincidencias y de sus preocupaciones y volvieron a abrazarse.