El CERN acorrala la región en la que se esconde el bosón de Higgs
- Todavía no hay certeza suficiente para anunciar su descubrimiento
- Esta partícula teórica es la 'madre' de la Física de partículas
El CERN la Organización Europea para la Investigación Nuclear, ha presentado este martes los nuevos resultados que arrojan los experimentos en busca de la conocida como "la partícula de Dios", el bosón de Higgs. A pesar de la expectación que el anuncio había generado entre la comunidad científica, en Ginebra no se ha anunciado su descubrimiento ni descartado su existencia, pero los datos muestran que el bosón está cada vez más cercado por los científicos, que podrían tener resultados concluyentes en 2012.
Esta partícula teórica es la más codiciada de la Física, esencial para la comprensión de la formación del Universo. Pero nunca ha podido ser 'cazada' en un experimento, ni ningún científico la ha observado.
El CERN ha presentado hoy en un seminario celebrado en su sede en Ginebra los resultados de los dos equipos que de forma independiente van a la caza del escurridizo bosón.
Los datos de los detectores ATLAS y CMS han servido para que los científicos puedan delimitar un poco más en que rango de masas se podría encontrar la partícula.
Sin embargo, según ha explicado durante la presentación Fabiola Gianotti, portavoz del CERN, los resultados no son lo suficientemente concluyentes.
El número de desviaciones estándar, o sigmas, es una medida de lo improbable que es que un resultado experimental sea una casualidad.
Para que se pueda hablar del descubrimiento del bosón de Higgs tendría que haber un alto grado de certeza -nivel de 5 sigma- por parte de los dos grupos de trabajo. Los resultados no han alcanzado este grado requerido, y se quedan en un 2,3 en el detector ATLAS. La 'nota' del CMS es todavía más baja, con un nivel de 1,9 sigma.
“Sería extremadamente amable por parte del bosón estar ahí“
Según Gianotti, el rango de masas donde se encontraría el bosón según los datos de ATLAS estaría con un 95% de confianza entre los 115,5 GeV y los 131 GeV (gigaelectronvoltios; 1 gigaelectronvoltio equivale aproximadamente a la masa de un protón).
Pero los datos más reveladores arrojan pistas que cercan aún más al bosón. Los científicos observaron un "exceso de eventos" que señalarían la existencia del bosón en torno a los 124-126 GeV. Los resultados de los dos detectores, ATLAS y CMS, prácticamente coinciden. Las dos investigaciones independientes apuntan hacia la misma dirección.
"Sería extremadamente amable por parte del bosón estar ahí", bromeaba Fabiola Gianotti, "pero es demasiado pronto para sacar conclusiones". "Los próximos meses serán muy excitantes", añadía.
Por su parte Guido Tonelli, el portavoz del experimento CMS, aseguraba que aunque la significancia estadística no es lo suficientemente grande como para sacar conclusiones "análisis más refinados y los datos adicionales que aporte el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en 2012, darán definitivamente una respuesta".
¿Qué es el bosón de Higgs?
El bosón de Higgs es una partícula hipotética cuya existencia aún no ha podido ser demostrada empíricamente.
Fue descrito en 1964 por el físico británico Peter Higgs como el responsable de dar masa a la materia tras el Big Bang, hace 13.700 millones de años, lo que hizo posible la formación de estrellas y planetas, y finalmente, la aparición de la vida.
La prueba de la existencia del bosón de Higgs sería un gran descubrimiento para la física y confirmaría las teorías del llamado Modelo Estándar de la física de partículas, que fue desarrollado en los años 60 y que explica las interacciones fundamentales entre las partículas elementales.
El bosón explicaría porque unas partículas elementales tienen masa y otras, como los fotones, no la tienen.
Si por el contrario no se encuentra y finalmente se demuestra que no existe, sería necesario replantearse este modelo y abrir nuevas vías de investigación.
El bosón de Higgs no se puede detectar directamente, ya que una vez que se produce se desintegra casi al instante dando lugar a otras partículas elementales, por lo que los científicos tienen que buscar sus "huellas".
El bosón es uno de los principales objetivos del LHC, pero no el único. Junto con esta 'partícula divina' el Gran Colisionador de Hadrones también intenta desentrañar los misterios del Big Bang, determinar si existen más de tres dimensiones en nuestro Universo o comprender las diferencias entre materia y antimateria.
El LHC es un acelerador de partículas de 27 kilómetros de longitud, situado bajo la frontera Franco-suiza. Desde 2009, en su interior los científicos hacen circular partículas a velocidades cercanas a la luz y colisionar entre ellas para obtener datos.