¿Quién está detrás de la elaboración de las carteras de los ministros?
- Desde hace más de 30 años, es el artesano Tarín quien elabora las carteras
- Son de cuero de ternera, forradas con piel de cerdo y grabados en bronce
Las vemos cada vez que hay cambio de Gobierno o cada vez que se nombra a un nuevo titular de un ministerio. Las carteras ministeriales son el símbolo del traspaso de poderes y de responsabilidades entre ministros. Y en cada cambio, se estrena una nueva. ¿Pero cómo son? ¿De qué están hechas? Y sobre todo, ¿quién las hace?
Desde hace más de treinta años se encarga de esta labor el artesano Esteban Tarín, propietario de la Marroquinería Tarín, ubicada en la calle de Hortaleza de Madrid. Lleva desde el inicio de la democracia suministrando los maletines en cuestión. De hecho, la primera cartera le fue encargada en 1977 para el entonces ministro de Cultura Pío Cabanillas.
En pleno centro de la capital, junto a la Gran Vía, este pequeño negocio familiar cose a mano las carteras que luego salen en las fotos cuando un nuevo ministro toma posesión de su cargo. Normalmente es el portero mayor de cada ministerio quien llama a Tarín para pedir el nuevo maletín.
La empresa Tarín tarda unos tres días en tenerla lista. Como nunca se sabe cuándo se van a producir cambios, siempre suelen tener carteras de repuesto, a las que solo les falta el grabado del nombre del ministerio.
¿Cómo son las carteras?
Pesan 1,5 kilogramos y tienen capacidad para aguantar hasta 15 kilos. Sus medidas suelen ser fijas: 45x35x20, pero a veces algunos ministros reclaman más espacio y el ancho de la cartera puede variar. Generalmente en su interior hay seis compartimentos.
Están elaboradas en cuero de ternera y forradas con pecari o piel de cerdo. En la solapa, llevan el escudo de España y el nombre del departamento correspondiente en bronce, recubiertos con una película de oro. Luego en su interior, a petición del interesado, también pueden llevar inscrito el nombre del titular. Aunque Tarín evita hablar del coste de las carteras, su precio bien puede rondar los mil euros.
Cuando un ministro acaba su mandato suele conservar como recuerdo la cartera. Por eso, todos suelen estrenar una cuando llegan al Gobierno.