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ANÁLISIS

El polémico plan de Google para unificar los datos de sus usuarios

  • El objetivo es mejorar la venta de publicidad afinando a quién va dirigida
  • Su aplicación alterará los resultados naturales del buscador

Mantienen la opción de desactivar la publicidad y las búsquedas personalizadas

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Las últimas medidas anunciadas por Google están rodeadas de polémica
Las últimas medidas anunciadas por Google están rodeadas de polémica

El anuncio de Google de que, a partir del 1 de marzo, unificará todas las condiciones de uso y de privacidad de todos sus servicios (el 'contrato' que firma el usuario cuando decide hacer uso de alguno de los productos de Google) en uno único y común para todos ellos ha levantado suspicacias entre algunos medios y usuarios. Incluso entre aquellos que no se las han leído nunca.

En teoría, según Google, promover un contrato para todos los servicios, podrá simplificar y facilitar el uso y acceso a su red de servicios, que actualmente acumula más de 60 de estos contratos como son los de Gmail, YouTube, Docs, Picasa o Google+, por nombrar unos pocos.

Se puede considerar como una 'tarifa plana' de contrato que se firma al darse de alta en cualquiera de ellos y que sirve para todos los demás, decida el usuario utilizarlos en el mismo momento o en el futuro o no utilizarlos nunca.

Esto de por sí no debería tener nada de malo, aunque llega en un momento en el que todavía se mira con ojos sospechosos el último movimiento anterior de Google que 'obliga' al uso de Google+ y de paso lo impone en los resultados de búsqueda, venga a cuento o no.

Las nuevas condiciones son lentejas: se pueden aceptar y usar los servicios o rechazarlas y darse de baja

Las nuevas condiciones son lentejas: a partir del 1 de marzo se pueden aceptar y seguir utilizando los servicios o rechazar y darse de baja, borrando la cuenta. Pero si se quiere volver a utilizar alguno de ellos habrá que pasar por el aro del nuevo contrato. Totalmente lógico y coherente.

Lo que sí anuncia Google es que este contrato único le permitirá cruzar los datos del usuario procedentes del servicio A con los que tiene del mismo usuario a través del servicio B.

Y ambos a su vez con los procedentes del servicio C. Y aquí viene la parte delicada de asunto, ya que en esto de los datos personales la suma de ellos tiene un valor muy superior a la que tienen sus partes por separado.

De modo que, más que nunca, el usuario debe ser consciente de lo que implica el uso de estos servicios y de qué datos deposita en ellos, amén de las opciones de desactivación o cancelación disponibles.

Algo en lo que Google debe mejorar su comunicación ya que, aunque existen, no resultan evidentes ni son fáciles de encontrar.

Resultados y publicidad (aún más) personalizada

Sin embargo, en principio no debería haber una mayor recolección de datos, toda vez que se trata de la misma persona haciendo uso de los mismos servicios que venía utilizando hasta la fecha.

Otra cosa que es los datos personales procedentes del servicio A al sumarse a los datos personales procedentes del servicio B sí pueda perjudicar la privacidad del usuario.

Pero eso está aún por ver y, precisamente por eso, de nuevo el usuario tendrá que prestar atención más que nunca a las características y posibilidades que ofrezca cada servicio por separado y en conjunto.

Lo que sí dice Google abiertamente es que este cruce de datos enriquecerá la personalización de servicios tales como las búsquedas y la publicidad, en las búsquedas y servicios con publicidad, caso de Gmail, los cuales estarán más afinados y ajustados a los gustos y preferencias de cada uno.

Un par de ejemplos utilizados por Google en su explicación se refieren a que, conociendo los gustos del usuario en YouTube -por el tipo de vídeos que visualiza- puede contextualizar las búsquedas o la publicidad que aparecen en el buscador.

O que "si el usuario ha expresado por correo electrónico su interés por los animales, el buscador devolverá resultados sobre felinos antes que sobre coches cuando busque la palabra 'jaguar'".

Cada palabra escrita en Gmail, cuenta

Sirve el ejemplo anterior como 'aviso a navegantes': cada palabra escrita en Gmail, cuenta. Al final de lo que se trata es de vender más y mejor la publicidad.

Facebook lo hace así porque tiene y puede cruzar todos los datos de usuario al tratarse de un único servicio. Google tiene toda esa información, y más, y quiere sacarle un mejor partido, algo que ahora no puede debido a la estructura de múltiples servicios.

Al fin y al cabo, la venta de publicidad es lo que hace que Google tenga ingresos y que el resto del mundo se pueda seguir beneficiando de utilizar los servicios que desarrolla. Quid pro quo.

Desactivación de la personalización

En cualquier caso tanto la publicidad personalizada (adaptada a los gustos y preferencias, e incluso a datos como la edad o la localización geográfica) puede desactivarse tanto en la web como en el correo electrónico.

En ese caso se verán anuncios igualmente, pero genéricos. Lo mismo sucede con las búsquedas personalizadas, que también puede desactivarse para utilizar el buscador de forma 'natural', sin dar prioridad a resultados basados en las preferencias.

De este modo en teoría, siguiendo el ejemplo anterior, aunque expreses mil veces por correo electrónico tu interés por los animales el buscador no lo considerará a la hora de devolver resltados al buscar la palabra 'jaguar'.

La desactivación de ambas personalizaciones -en las búsquedas y en la publicidad, tanto en Gmail como en la web- se puede hacer desde Historial web y desde Preferencias de anuncios, respectivamente.

Ambas opciones están disponibles desde el menú Configuración de la cuenta. Si a pesar de todo decides que es mejor irte con tus datos a otro lado, Google dispone -y asegura que mantendrá pasado el 1 de marzo- de una opción denominada Liberación de datos para descargar los contenidos guardados en sus servicios.

Y todavía será posible eliminar tu cuenta de Google -aunque si eres usuario de un teléfono Android entonces apenas podrás hacer con él nada más que no sean llamadas- lo cual, de entrada, exime a Google de cualquier sospecha de maldad.