El amor de María Mercader y Vittorio De Sica resucita en una película
- Se llamará La puerta del cielo, el mismo nombre de la película que dirigió De Sica y que protagonizó María Mercader
- Christián De Sica será el director y hará el papel de su propio padre
- De Sica aparecerá como el salvador de judíos, el Schindler italiano
Está ambientada en el año 1943, con los alemanes ocupando la ciudad de Roma, que sufrió en ese mismo año los primeros bombardeos aliados. En pleno caos, con Italia divida por una sangrienta guerra civil, Vittorio De Sica rodó La puerta del cielo que significó su salvación y la de 300 refugiados, la mayoría judíos. María Mercader era la protagonista, y amante también de Vittorio De Sicca, diecisiete años mayor que él, un hombre casado y con fama de mujeriego y jugador. Una película recreará los comienzos de ese amor, que se interrumpió con la muerte de De Sicca en 1974. Se llamará también La puerta del cielo. Los preparativos se llevan en el más absoluto secreto para evitar filtraciones Se anuncia como una historia verdadera. Nosotros hemos querido desentrañarla
Bombas alidadas sobre Roma
El 19 de julio de 1943 un terrible bombardeo se abatió sobre Roma. Unas cuarenta y cinco mil personas quedaron sin techo. El Papa Pío XII salió del Vaticano para socorrer personalmente a los afectados. En ese caos comenzó el rodaje de Puerta del Cielo. Su protagonista era la catalana María Mercader, una refugiada que huyó de la guerra civil española, donde murió su padre. En 1938 bombas italianas sobre Barcelona destrozaron su casa y sus recuerdos, salvándose ella y su madre, de milagro, abrazadas a una imagen de San Antonio.
Mercader encontró en el cine su medio de vida. Después de haber debutado con Molinos de viento (1937) continuó su carrera en Italia, donde triunfó. En 1940 conoció a Vittorio De Sica durante el rodaje de su primera película Rosas escarlatas (Rose scarlatte),. Ese primer flechazo se consolidó en Recuerdo de amor (Un garibaldino al convento) (1942), donde los dos trabajaron. Fue el primer gran éxito de Vittorio De Sica, un hombre casado desde 1937 con la actriz Guiditta Rissone, con la que tenía un niño pequeño. La edad no fue un obstáculo.De Sica tenía 17 años más que Mercader, cuando se conocieron.
Mercader dejó Italia para protagonizar en la capital de España Madrid de mis sueños (1942). "Vittorio no dejaba de enviarme telegramas y cartas, anunciando que no podía vivir sin mí, y que estaba dispuesto a suicidarse", confesó en TVE María Mercader en los años 90 ."No hubo declaración de amor al principio…", señaló María Mercader, quien dijo conocer desde un principio sus defectos: jugador, muy celoso, machista confeso y mentiroso empedernido, pero sobre todo un caballero, reconocía Mercader. "Para Vittorio era importante casarse con una mujer virgen", añadió.
Mercader salvó a Vittorio De Sica.
La acción de Puerta del cielo, la sexta película para De Sica, se desarrollaba en un tren hospital que se dirigía a Loreto, buscando un milagro. Viajaban en él un joven paralítico huérfano, una pianista con una mano paralizada y un obrero ciego, acompañado por otro compañero de infortunio.María Mercader era la protagonista de una película, que iba a ser dirigida por Esodo Pratelli, y no Vittorio De Sica, que ya mantenía por aquel entonces una agotadora vida, con dos familias y dos casa, con su mujer, y con su amante, María Mercader, a la que confió que el propio Josep Gobels, el ministro nazi de Propaganda, le había ofrecido un alto puesto que no podía rechazar: reorganizar en Venecia el nuevo cine italiano fascista. La Puerta del Cielo podía ser la excusa perfecta para dilatar ese ofrecimiento, que De Sica no quería, aunque esto suponía jugarse su propia vida.María Mercader exigió que Vittorio fuera el director, y no Pratelli, si querían su participación. Y así fue cómo los dos, la rubia catalana y el gran comediante, iniciaron así su gran historia de amor.
La ronda de monseñor
La película fue producida por el Centro Católico Cinematográfico, que llegó a producir documentales como Guerra a la Guerra en la que mostraba la labor asistencial que de una forma secreta estaba desarrollando Pío XII. El rodaje se realizó en la Basílica de san Pablo Extramuros, una basílica, acogida al convenio de extraterritorialidad de la Santa Sede, como ocurrió con muchos conventos convertidos por deseo de Pío XII en improvisados centros de acogida "Acudíamos al rodaje en tranvía", recordaba divertida María Mercader en TVE. Roma vivía en 1943 una aparente normalidad, pese a ser una ciudad ocupada por la Alemania nazi. Italia, tras la deposición de Mussolini, se había pasado al bando aliado.
El Centro Católico pidió a Vittorio De Sica prolongar la filmación hasta que llegaron los aliados a Roma, lo que ocurrió el 5 de junio de 1944, un día antes del día D en Normandía.Como delegado de la producción fue elegido un joven monseñor, que trabajaba en la Secretaría de Estado. Se llamaba Giovanni Battista Montini. Un día pidió encuadrar unos planos, desconociendo que, si lo hacía, debía pagar unas rondas al equipo. Era una costumbre, que nadie quiso recordar al monseñor. Fue Vittorio De Sica quien rompió el hielo, obligando a Montini a pagar una ronda de 38 capuccinos con bollería fresca. Aquel monseñor llegó en 1963 a Papa, adoptando el nombre de Pablo VI
El Schindler italiano
El Centro Católico no promocionó la película, sabiendo el amor prohibido que para la Iglesia católica mantenían el director italiano con María Mercader, que además abortó el primer hijo de ambos. Dos mujeres (La ciociara), estrenada en 1960, y sobre todo, El Limpiabotas ( Sciuscià), en 1946, y Ladrón de bicicletas (Ladri di biciclette),en 1948, son obras esenciales de este maestro del neorralismo italiano, fuertemente marcado por la II Guerra Mundial.
La puerta del cielo (Porta del cielo), que llegó a los cines en 1945, no fue, sin embargo, un trabajo más. Vittorio De Sica fue el único que conocía una de las condiciones impuestas por el Centro Católico Cinematográfico: acoger como extras y figurantes a unos 300 refugiados, entre otros judíos y aliados y perseguidos antifascistas, que debían figurar con nombre supuestos. Ni siquiera María Mercader supo arrancar a De Sica este secreto.
La historia quedó en el olvido hasta que Costa Gravas en Amén (2002) acusó al Papa de un silencio cómplice con la Alemania nazi y el Holocausto. La polémica alcanzó también a la Puerta del Cielo. En el año 2003 El Corriere de la Serra, Clarín y La Nación defendieron que con esta película De Sica se convirtió en un salvador de los judíos. María Mercader se sumó sin quererlo a los detractores, negando la presencia de judíos en La Puerta del Cielo en una entrevista telefónica a la emisora Continental de Buenos Aires. Christián De Sica zanjó la polémica, al llamar a su padre el Schiler italiano. Añadió un dato nuevo. Entre los acogidos por De Sica había también homosexuales.
Tres bodas en 14 años
La Puerta del Cielo se estrenó en Madrid, en el cine Rialto, en el verano del año 1953, diez años después de su rodaje en Roma. En las críticas de aquella época se señalaba que la española María Mercader era esposa de De Sica, obviando que se habían casado un año antes, por lo civil México, un matrimonio que no era válido en la España puritana de aquella época, en la que no existía ni podía concebirse el divorcio. La censura española tampoco podía aceptar que los dos estaban casados civilmente, y que él era un hombre casado.
Después de aquella boda mexicana del año 1952, Mercader y De Sica volvieron a repetir la ceremonia en San Marino. Volvieron a casarse en París en 1968, sólo después de que el director obtuviese la ciudadanía francesa para lograr el divorcio de su primer matrimonio y evitar así una posible denuncia por bigamia en Italia. Desde luego, tres bodas en catorce años era todo un récord en una pareja, una de las más estables del cine. De Sica nos daba una lección: el más grande de los italianos renunciaba por amor a su nacionalidad.
Con las luces apagadas
Christian y Manuel, los hijos de María Mercader y Vittorio de Sica, proyectaban en el año 2000 una película que recogiera los pormenores del rodaje de La Puerta del Cielo. En el año 2003 se cumplían 60 años de su rodaje. Contaban con el apoyo de la productura Miramax y Bixio, interesada en el proyecto, que iba a dirigir Bruno, el hijo de Cristian, y nieto por tanto de María Mercader y Vittorio De Sica.
El director Maurizio Ponzi se les adelantó con Los luces apagadas, que llegó a las pantallas italianas en 2004. La acción se situaba también en 1943 y contaba la historia del rodaje la película Redención, costeada por el Vaticano. La protagonista era una actriz, llamada Elena Monti, en realidad una noble volcada con los enfermos y necesitados. La familia Di Sica anunció un proceso por plagio contra Ponzi. "La historia es diferente, yo sólo aproveché el contexto histórico de la época", contestó Ponzi. Pero las similitudes con La Puerta del Cielo eran evidentes.
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El adiós de María Merdader
La productora Indiana, se ha atrevido con este remake de la película que dirigió Vittorio De Sica en 1943 después de haber logrado que La primera cosa más bella sea en este año la candidata de Italia al Óscar. La puerta del cielo será para Christián De Sica su octava película como director. Además protagonizará el papel protagonista, interpretando a su propio padre. El papel de María Mercader no está cerrado. Christián se inclina por la francesa Mélanie Laurent, que ha trabajado en Malditos bastardos y en El Concierto, donde coincidió con Alekseis Guscov.
Laurent y Guscov volverán así a encontrarse en La puerta del Cielo, una gran superproducción que quiere ser un homenaje a, María Mercader, que murió en el año 2011 con 92 años en Roma, sin olvidar al amor de su vida, Vittorio De Sica, con la que estuvo unida más de treinta años.