La tormenta solar llega debilitada a la Tierra pero su impacto puede prolongarse
- El impacto ha sido menor, con una intensidad de uno en una escala de cinco
- Los expertos apuntan que puede alcanzar su nivel más alto este viernes
La fuerte tormenta solar que alcanzó la Tierra este jueves ha dejado una estela de espectaculares auroras boreales como consecuencia del impacto de las partículas del Sol contra la atmósfera terrestre.
Por el momento la tormenta está siendo algo más débil de lo esperado, ya que estaba considerada como una de las más poderosas de los últimos años, pero su efecto puede incrementarse en las próximas horas y causar interferencias en las comunicaciones.
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU., una gran explosión de material procedente de una eyección de masa de la corona del Sol llegó a la Tierra ayer jueves, lo que desencadenó una tormenta geomágnética que puede alcanzar su nivel más alto durante este viernes.
Esto implica que puede afectar a las comunicaciones por radio de alta frecuencia -como las que emplean los aviones-, los sistemas GPS y provocar algunas interrupciones en el suministro eléctrico, aunque en este caso de menor importancia, dependiendo de los límites de corriente que se puedan gestionar, apuntó el departamento estadounidense.
Menos poderosa de lo esperado
"Después de todo lo que hemos dicho, no ha sido un evento tan terriblemente fuerte", ha señalado el físico Joe Kunches, del NOAA en una rueda de prensa.
Las predicciones de la NASA habían apuntado a que podría producirse una "fuerte" tormenta geomagnética, sin embargo, el Observatorio de Dinámicas Solares indicó que el impacto "ha sido más débil de lo esperado" y ha provocado una tormenta "menor", con una intensidad de uno en una escala de cinco.
“El impacto ha sido menor, con una intensidad de uno en una escala de cinco“
Sin embargo, los expertos indican que podría intensificarse en las próximas horas, dependiendo de las condiciones electromagnéticas de la mancha solar en la que se originaron las dos grandes llamaradas solares que han causado la tormenta.
Además, hasta ahora la orientación del campo magnético de la Tierra se ha situado en la dirección contraria al flujo solar, lo que hubiera producido un mayor impacto en las primeras horas, pero a medida que avanza el campo magnético va a seguir cambiando.
El ciclo solar y sus llamaradas
El origen de esta tormenta son dos enormes llamaradas solares que prorrumpieron en el espacio el pasado martes, según detectaron del Observatorio de Relaciones Terrestres (STEREO) y el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), las dos principales misiones de la NASA que estudian el Sol.
La primera, que ha sido catalogada como la mayor de este ciclo de actividad solar y la segunda más grande detectada desde 2006, ha surcado el espacio a más de 2.000 kilómetros por segundo mientras que la segunda, un poco más lenta, avanza a unos 1.770 kilómetros por segundo.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años aproximadamente se produce un pico máximo en la actividad en el que se producen tormentas que puede deformar e incluso atravesar el campo magnçetico de la Tierra.
De momento no se han registrado incidencias graves, tan solo algunos desvíos de aviones que vuelan sobre los polos Norte y Sur -esas rutas se suelen modificar por precaución cuando hay alerta de este tipo de tormentas- y problemas puntuales con las comunicaciones por radio en ambos polos.
No obstante, los expertos siguen atentos, ya que calculan que las consecuencias de la tormenta pueden extenderse hasta el viernes.