Un informe independiente culpa de los disturbios de Londres a la falta de oportunidades

• El paro juvenil y las deficiencias del sistema educativo, entre los problemas
• Identifica a medio millón de "familias olvidadas"
• Propone medidas que necesitarían un aumento del gasto público

Expertos culpan a los padres de los graves disturbios del pasado verano en Londres

El informe oficial sobre los disturbios de Londres en agosto de 2011 identifica la falta de oportunidades entre los jóvenes, la insuficiente de atención de sus familias y al sistema escolar como parcialmente responsables de la explosión social.

El informe, presentado al primer ministro, David Cameron, ha sido elaborado por un panel independiente que ha hablado con las víctimas de los disturbios y con representantes de las comunidades en todo el país.

El documento asegura que hay al menos medio millón de "familias olvidadas" en la escala social más baja y urge al Gobierno a elaborar una estrategia para ayudarles a mejorar sus vidas.

"Cuando la gente siente que no tiene razón para quedarse al margen de los problemas, las consecuencias para las comunidades pueden ser devastadoras, como vimos en agosto", dice la presidenta del panel, Darra Singh.

Paro juvenil

Muchos jóvenes, insiste el documento, expresan "sensación de desesperanza" y no ven claro su camino al empleo, por lo que se recomienda que el Estado ofrezca un puesto a quienes han estado más de dos años en búsqueda de trabajo. El paro juvenil en el Reino Unido ha alcanzado el 22%, un récord para el país.

Por otra parte, un quinto de los escolares que abandonan los estudios solo pueden leer con un nivel equivalente al de un niño de 11 años. Las escuelas que fracasan en la tarea de enseñar a escribir y leer debieran ser sancionadas para que cumplan con los mínimos establecidos, recomienda el panel.

Sin embargo, para cumplir con estas recomendaciones sería necesario un mayor gasto público, en un momento en el que el gobierno de coalición encabezado por David Cameron está haciendo recortes y ha anunciado beneficios fiscales a las rentas más altas.

"Si los disturbios ocurren de nuevo, las víctimas y sus comunidades exigirán a nuestros líderes que expliquen por qué no respondieron en 2012", ha advertido Singh.

Crítica al consumismo

El informe también critica el consumismo y la mercadotecnia dirigida a los jóvenes. Muchos de los saqueos tenían como objetivo hacerse con productos de consumo y de marca, como ropa, zapatillas deportivas, móviles y ordenadores.

"No se puede culpar a ninguna marca en concreto, pero los niños y los jóvenes deben ser protegidos del marketing excesivo", señala el documento.

Unas 15.000 personas tomaron parte en los disturbios, que se originaron en el norte de Londres pero se extendieron a otras ciudades como Manchester, Birmingham y Bristol, dejando edificios calcinados y tiendas saqueadas, además de cinco muertos. Fueron los peores enfrentamientos en décadas, con unos daños calculados en unos 600 millones de euros.

Más de 3.800 personas fueron arrestadas solo en Londres, y sus casos aún están en los tribunales.