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El Parlamento europeo autoriza que se cedan a EE.UU. los datos de los pasajeros

  • 409 eurodiputados han votado a favor y 226 en contra
  • La medida servirá supuestamente para la lucha antiterrorista

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La Eurocámara ha dado su visto bueno a la renovación del acuerdo de transferencia de datos de pasajeros entre la UE y Estados Unidos pese a las dudas sobre la proporcionalidad del mismo y la colisión creada entre los derechos de privacidad y protección de datos y la lucha contra el terrorismo.

Ante la ausencia de una alternativa mejor, -de no aprobarse la renovación hubiesen tenido que aprobarse veintisiete acuerdos bilaterales-, los eurodiputados indecisos han decidido dar su visto bueno a un acuerdo que forma parte de la línea de cooperación transatlántica iniciada tras los atentados del 11 de septiembre de 2011.

El acuerdo respaldado este jueves por la Eurocámara ha recibido el respaldo mayoritario del Partido Popular Europeo (PPE) y del grueso de la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D), entre ellos la mayoría de diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Más rechazo ha suscitado sin embargo entre los liberales (ALDE), los Verdes/Alianza Libre Europea (Greens/ALE) y la Izquierda Unitaria (GUE/NGL) hasta el punto que estos últimos incluso han intentado llevar el texto sin éxito al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE).

Información sobre el pasaje

Este acuerdo obliga a las aerolíneas europeas que vuelan con origen, destino o escala en Estados Unidos a transmitir toda la información sobre el pasaje, desde el nombre a los datos de la tarjeta de crédito, entre otros que el pasajero ofrece al comprar el billete.

La primera versión del "Passenger Name Record" (PNR), como se llama el convenio en inglés, está en vigor en su versión anterior desde 2007 y ahora ha sido renegociado por Bruselas y Washington. El nuevo texto incluye garantías para convertir en "anónimos" los datos transmitidos a partir de los seis meses mediante un método de codificación.

Los críticos con el acuerdo consideran extralimitado que los ciudadanos europeos remitan por defecto a través de las aerolíneas sus datos privados al Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (autoridades que pueden guardarlos hasta 15 años en los casos de terrorismo y crimen organizado).

Entrar en la bese de datos de la compañía

El texto negociado prevé además que si el departamento de Seguridad Nacional estadounidense necesita con urgencia datos de un pasaje por considerar que un terrorista puede estar a punto de atentar, se les dé permiso para entrar en la base de datos de la compañía para obtener mediante el llamado método del "pull" toda la información que necesite.

En el debate previo al voto, la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, ha señalado que "no es un texto perfecto como no lo puede ser ningún acuerdo negociado por dos partes, pero se han conseguido mejoras respecto al anterior y ahora las autoridades deberán justificar más el uso de los datos", ha apuntado.

En la misma línea, el presidente de la delegación socialista española, Juan Fernando López Aguilar, ha apuntado en el debate que votaría a favor pues "la alternativa dejaría a los ciudadanos con menos garantías".

Igual de práctico se ha mostrado Agustín Díaz de Mera, por parte del Partido Popular (PP). "Tenemos dos opciones: votar a favor y conseguir mejoras para la privacidad de los ciudadanos o votar en contra y enzarzarnos en la negociación de un sinfín de acuerdos bilaterales", ha dicho.

El anterior acuerdo transatlántico

La Eurocámara ha sido así este jueves mucho más permisiva con este instrumento que con el último acuerdo transatlántico que sometió a votación, el acuerdo de transferencia de datos bancarios (el llamado acuerdo Swift), que rechazó sin miramientos en un primer intento en febrero de 2010 al considerar que atentaba contra los derechos individuales, aunque después en julio de ese año llegó a aprobarlo.

El embajador de EE. UU. ante la UE, William Kennard, quien en los últimos meses se ha reunido con un gran número de eurodiputados para no repetir un episodio como el del acuerdo Swift, se ha felicitado por la luz verde y ha señalado que con ello "se confirma el compromiso transatlántico con la seguridad".

Kennard ha señalado en un comunicado que gracias al PNR fue posible seguir la pista del terrorista que intentó atentar en Times Square (Nueva York) en 2010, entre otros casos.