Isabel de Ocampo: "La trata de blancas es una historia de terror"
- La directora debuta con Evelyn, una película sobre el tráfico de mujeres
- Cindy Díaz y Adolfo Fernández protagonizan la cinta participada por TVE
Dirección: Isabel de Ocampo
Intérpretes: Cindy Díaz, Adolfo Fernández, Ari Rubiano Saavedra, Sari Bibang
Duración: 128 min.
Sinopsis
Evelyn viaja a España desde su pueblo natal en Perú. Piensa que va a trabajar con su prima en un restaurante. Pero es engañada y secuestrada para ejercer la prostitución en un club de carretera. Esta es la historia de un lavado de cerebro.
"Yo estaba antes del lado de los ingenuos". Isabel de Ocampo describe con humildad su conocimiento (o desconocimiento) sobre la realidad de la prostitución y la trata de blancas antes de comenzar a escribir su ópera prima. La directora presenta esta semana Evelyn, un descenso a los infiernos del tráfico humano a través de la mirada de una inmigrante peruana que es engañada, secuestrada, anulada y sometida. Cindy Díaz y Adolfo Fernández protagonizan una cinta, participada por TVE, que se estrena el 8 de junio.
"Quería hablar de por qué una mujer termina ejerciendo la prostitución, qué pasa en el cerebro para que, de la noche a la mañana, pase de ser una chica sin mayores problemas a sonreír y ofrecer su cuerpo", explica la directora a RTVE.es. Para lograrlo tuvo que documentarse muchas horas durante mucho tiempo. "Es un tema tan controvertido que era fundamental liberarse de tus propios prejuicios. Yo quería que me lo contaran en primera persona las víctimas de tratas. Pero es complicado, porque es un mundo muy hermético".
Su cortometraje Miente, ganador del Premio Goya en 2009, que ya aborda la temática de la prostitución, fue la llave para acceder a los testimonios: "Les mandaba en enlace por Youtube y así me abrían la puerta y confiaban en mí. Reunirme con víctima de tratas fue una de las experiencias más espeluznantes de mi vida. Entre ellas mismas se escuchaban y se preguntaban unas a otras «¿Por qué no te escapaste?»".
La destrucción la personalidad
Evelyn narra con detalle una historia vagamente conocida por esporádicos titulares de prensa: el chantaje y explotación a la que se ven sometidas mujeres que llegan a España con la intención de trabajar. "La realidad es mucho más dura que la ficción", afirma sobre la confusión y culpabilidad que rodea a la experiencia que viven esas mujeres.
"Lo que ellas no saben es que nada ha ocurrido por casualidad. Ha habido una serie de personas que las han estudiado pacientemente y han decido que es el perfil perfecto para ejercer la prostitución en Europa. Ya sea porque tienen cargas familiares, hijos pequeños, son jovenes y no tiene ningún contacto en España. Hay un catálogo de requisitos que tienen que cumplir".
Casting vía Skype
La búsqueda de protagonista para poner rostro el drama terminó en Perú, en lo que la directora considera "la elección de casting más arriesgada de la historia del cine". Y, en efecto, Cindy Díaz, prácticamente una debutante, fue seleccionada para el papel de Evelyn vía Skype. "Conocí en persona a Cindy solamente una semana antes del rodaje. Y me ha tocado la lotería. No me puedo creer la suerte que he tenido". Desde que fue elegida hasta que viajó a España, la actriz peruana se empapó de la realidad de la trata de blancas. "La primera vez que Cindy cogió un avión –al igual que le sucede a su personaje- fue para venir a rodar a España. Es el perfil directo de víctima de trata. Y ella es muy consciente de eso".
Adolfo Fernández interpreta al proxeneta, el dueño del club de alterne. El actor, que había sido operado recientemente, incorporó la cicatrizaa su personaje. "Yo creo que el 90% de la película es que te crees a los personajes. He tenido mucha suerte. Los actores se han tomado el tema muy en serio", destaca De Ocampo. "Adolfo es un actor increíble. Dirigirle es tan fácil como decirle: «Adolfo, medio gramo más de ironía»”.
Cine de terror
Aunque Evelyn tiene una intención realista, De Ocampo comprendió pronto que la historia contiene elementos que encajaban bien con el género de terror. "Notas que hay un patrón: las medio drogan, violan y lo que hacen es ducharse y querer arrancarse la piel. Comienza a funcionar la culpabilidad, porque han venido voluntariamente y se encuentran encima con un estigma social increíble y no se lo puede contar a su familia".
Evelyn se convierte así, en el retrato de una pesadilla claustrofóbica. "Para mí el terror es esto. La película de referencia que daba como indicación es Los sin nombre de Jaume Balagueró. El lavado de cerebro que le hacen deriva a una escisión de la personalidad, que se bifurca para poder sobrevivir".
El proxenetismo tolerado
"Para mí las mujeres son como botellas de JB: un negocio". Esta frase, del personaje de Adolfo Fernández, resume la mentalidad de los proxenetas. La película muestra el modus operandi con el que han logrado burlar la ley.
"Son listos como el hambre. El proxeneta moderno no se pringa jamás. Monta un club, que en realidad es un hotel, cobran 70 euros a las chicas y no se lleva nada del dinero de los clientes directamente. La perversión llega a ser tan sutil que no traen a las chicas, sino que coaccionan o sobornan a las que tienen para que sean ellas las que traigan a compañeras de sus pueblos para que vengan. No hay por donde cazarles".
La supuesta deuda que las prostitutas adquieren con las mafias es la clave del mundo de la trata. "Ellas no saben que la deuda es ilegal. Muchas piensas que han venido voluntariamente. Los proxenetas saben que los tres primeros meses son los peores y necesitan que las mujeres estén ancladas. Saben que después de eso, su cerebro se va a doblegar".
¿Qué esperanza queda entonces para acabar con historias como la que muestra Evelyn? "La solución no la tengo. Lo que sí sé es que legalizar la prostitución tiene un precio que no sé si podemos asumirlo. En Alemania se ha regularizado y la trata ha aumentado porque los mafiosos se han instalado allí. La policía alemana no puede hacer redadas tan fácilmente porque los burdeles son legales", advierte la directora.
"Además creo que regularizar la prostitución es incompatible con la igualdad. Es dar marcha atrás en las lucha de las mujeres. Hay que educar a la población. Como se ha hecho con el cinturón de seguridad, por ejemplo. Venimos de tradiciones machistas, y patriarcales. Es un problema cultural".