'Dolltopia', un cómic de Abby Denson sobre juguetes que buscan la libertad
- Reivindica lo diferente frente a una sociedad adocenada
- Un cómic juvenil que ha recibido varios premios internacionales
Abby Denson
Nació en Estados Unidos. Es artista, escritora de comics, ilustradora y músico. Abby lanzó su primer minicomic autoeditado en el año 1996. Titulado "Tough Love", cuenta la historia de dos adolescentes gays en la secundaria. Fue publicado durante varios años por la revista 'XY', tiempo en el que ganó muchos fans. Luego, se reimpimió como novela gráfica con el título 'Tough Love: High School Confidential'. Al año siguiente, 2007, Abby ganó el premio "2007 Lulu of the Year", entregado por la organización de comics Friends of Lulu. Abbey también ha sido integrante de varias bandas de punk desde los 16 años.
Cuando ví Toy Story (1995) me quedé intrigado con los juguetes maltratados que vivían refugiados, olvidados, debajo del armario. Unos personajes que me parecían mucho más interesantes que Woody y compañía, que sólo existían para hacer felices a los niños. Aquellos juguetes, aunque deformes, tenían personalidad propia y un pasado muchísimo más interesante, que nunca se nos desvelaba.
Esa es la misma sensación que me produce Dolltopia (Ediciones Kraken) la fábula de Abby Denson sobre muñecos que buscan su identidad, que quieren ser fieles a sí mismos y por lo tanto diferentes del resto de juguetes fabricados en serie. Una apasionante metáfora sobre la sociedad actual que nos adocena y nos lleva a actuar como grupo, en vez de reivindicar nuestra individualidad. Y que nos demuestra que todos podemos dejar huella en el mundo.
Un cómic para jóvenes que ganó el premio de plata en el Children's Book Award y el de bronce en el International Manga Award.
También es la historia de la búsqueda de la felicidad, algo que todos perseguimos y que en el cómic está representado por Dolltopia, el refugio de los muñecos en el que todos colaboran como pueden y viven felices.
Es como la versión punky de Toy Story, en la que la autora estadounidense utiliza diálogos juveniles, colores neón y muñecos hechos de recortes para hablarnos de temas sociales como la apariencia física, los roles de género y la homosexualidad.
De Nancy a muñeca Punky
Dolltopia nos cuenta la historia de Kitty Bailarina, una muñeca similar a la Nancy que, desde su fabricación empieza a cuestionarse su existencia. Por eso, nada más llegar a la casa de una familia de clase media, decide escapar. En su camino se topa con el soldado Jim que se dirige a Dolltopia, donde las muñecas han creado su propia sociedad aparte de los seres humanos. Y lo primero que hace es cambiar su aspecto de muñeca Barbie perfecta por otro mucho más moderno e imperfecto, pero también más humano e interesante.
Este libro comenzó como un cómic de una sola página que se inspiraba en hechos cotidianos como la depresión, el conformismo, la identidad de género y la cirugía plástica y enseguida se convirtió en una búsqueda de la libertad frente a una sociedad que aplasta nuestra individualidad. Una historia que también tiene como referentes visuales a los personajes de John Waters (Pink Flamingos, Hairspray) y Tim Burton (Eduardo Manostijeras).
En esta época en la que algunos y algunas intentan parecerse a las Barbies y a los Kents a base de cirugías, implantes de pechos, hormonas, etc... Es más necesario que nunca que historias como Dolltopia nos muestren otros mundos en los que ser diferente y original es fundamental. Que lo más importante es ser nosotros mismos, conservar nuestra individualidad y reafirmarnos buscando nuestro propio camino y no el que nos dicta la sociedad, que suele ser tan perfecto como irreal e inalcanzable.
Un cómic para adolescentes de todas las edades
Son lecciones que los jóvenes aprenderán con Dolltopia y que a nosotros no nos viene nada mal recordar. Es una pena que obras como esta sean la excepción en un mundo adocenado, en el que todos queremos más. Queremos ser más guapos, tener una casa más grande, un coche más grande, más dinero...
Gracias a Dolltopia sabemos que aparte de las Barbies y los Kents hay otras muñecas y muñecos más divertidos, interesantes y, sobre todo, más libres. Fugaos también de vuestras monótonas y adocenadas vidas y acompañadles en su fuga hacia el paraíso de los muñecos, Dolltopia, no os arrepentiréis. Sed vosotros mismos.