Los bancos centrales preparan una acción común ante una posible salida de Grecia del euro
- Temen turbulencias financieras ante las elecciones de este domingo
- Preparan una acción conjunta para asegurar el efectivo en la banca
Los bancos centrales de las mayores economías del mundo están preparados para tomar medidas que estabilicen los mercados y eviten un racionamiento del crédito en caso de que el resultado de las elecciones del domingo en Grecia genere turbulencias financieras, han comentado funcionarios del G-20.
Un alto funcionario estadounidense ha destacado que las elecciones en Grecia no desvelarán "la señal definitiva sobre lo que va a pasar después" en la crisis de la zona euro. No obstante, si surgieran tensiones en los mercados tras la inusual confluencia de tres elecciones este fin de semana -en Egipto, Francia y Grecia- los bancos centrales están preparados para asegurar que haya suficiente efectivo en el sistema financiero.
"Los bancos centrales se están preparando para una acción coordinada para suministrar liquidez", ha asegurado un importante asesor del G-20 familiarizado con las discusiones en ámbitos diplomáticos y financieros internacionales. Unas declaraciones que han sido confirmadas por varias autoridades del grupo.
Las acciones han subido fuertemente en Wall Street al conocerse las noticias, y tanto el índice S&P 500 como el promedio industrial Dow Jones avanzaron más de un uno por ciento. El euro ha ampliado sus ganancias y los precios de los bonos del Tesoro han acelerado sus pérdidas, impulsando su rendimiento.
Decisiones en la cumbre del G-20
La decisión de robustecer la liquidez podría establecer un dramático escenario en la cumbre de los líderes del G-20 del próximo lunes y martes en Los Cabos (México), donde la escalada de la crisis de Europa estará presente en la agenda del día.
Los líderes estarán acompañados por sus ministros de Finanzas, como labor de asesoría. Si habitualmente éstos mantienen un bajo perfil en estas cumbres, en esta cita tienen programada una cena de trabajo el lunes y un almuerzo el martes.
Dependiendo de la severidad de la respuesta del mercado a las elecciones griegas, los ministros del Grupo de los Siete podrían reunirse de emergencia el lunes o el martes en Los Cabos, sumandose vía telefónica a los jefes de los bancos centrales, según ha asegurado un segundo funcionario del G-20.
Su primera línea de defensa probablemente sería una declaración diciendo que las autoridades están preparadas para tomar las medidas que sean necesarias para asegurar la estabilidad de los mercados.
Esto generalmente es una señal de medidas técnicas para mantener los flujos de efectivo a través del mercado financiero. Las líneas de swaps cambiarios ya se encuentran funcionando, lo que puede servir de base para asegurar que existen los suficientes dólares disponibles si los inversores corren hacia la seguridad de los activos estadounidenses.Los bancos centrales también pueden realizar subastas extra para inundar a los bancos con efectivo a corto plazo.
Juntos para aplacar a los mercados, no a la economía
Aunque menos probable, una intervención monetaria también es posible. Japón y Suiza podrían intervenir para debilitar sus monedas si una búsqueda de activos seguros presiona al yen y al franco suizo. Japón ya le ha hecho saber a sus socios del G-7 la preocupación por la apreciación del yen y ha instado a que actúen a principios de este mes, según han comentado varias fuentes con conocimiento directo del tema.
Como si las elecciones en Grecia no fueran suficientes, los inversores tendrán que analizar el impacto de unas elecciones presidenciales en Egipto que podría sacudir los mercados de petróleo, y los comicios en Francia que parecen encaminarse a un control del parlamento por parte del oficialismo socialista.
Aunque los bancos centrales podrían estar juntos para contrarrestar la falta de crédito y la volatilidad del mercado, sería más difícil que lo hagan para un alivio monetario coordinado, lo que se considera improbable. La última vez que los bancos centrales recortaron las tasas de interés colectivamente fue en octubre del 2008, tras el colapso de Lehman Brothers.