El narcotraficante Laureano Oubiña sale de la cárcel tras cumplir su condena
- El juicio ha tenido lugar coincidiendo con su puesta en libertad este martes
- Sale de prisión tras cumplir sus condenas por tráfico de estupefacientes
El narcotraficante Laureano Oubiña ha abandonado la prisión de Navalcarnero (Madrid), tras haber cumplido varias condenas por tráfico de drogas desde 1990.
Oubiña ha abandonado la cárcel con dos maletas que llevaba en un carro de mano y que ha cargado en un todoterreno de color negro con los cristales tintados, en el que le esperaban dos personas.
El narcotraficante, de 68 años, no ha hecho declaraciones a su salida, pese a que le esperaban numerosos periodistas a los que la Guardia Civil ha obligado a situarse fuera del recinto penitenciario.
Tras su salida de prisión, Laureano Oubiña tendrá que volver el miércoles a la Audiencia Nacional, donde se le juzga desde el lunes por un delito de blanqueo.
Desde septiembre de 2011 Oubiña, que había solicitado el tercer grado penitenciario al haber cumplido la mitad de su condena, ha podido disfrutar de varios permisos penitenciarios que le han permitido volver a Galicia en algunos fines de semana.
En el segundo de esos permisos el 29 de octubre pasado, el juez le permitió por primera vez abandonar la provincia de Palencia, donde cumplía condena en la cárcel de Dueñas, para visitar en Vilagarcía de Arosa la tumba de su mujer Esther Lago, que falleció el 28 de febrero de 2001.
En 2010 la Audiencia Nacional fijó la fecha de excarcelación de Oubiña para este martes 17 de julio, decisión que después confirmó el Tribunal Supremo (TS) en julio de 2011 al rechazar la petición del narcotraficante de reducción de pena.
No había razones para reducir la sentencia
El Supremo consideró entonces que no había razones para reducirle su estancia en prisión porque ya en mayo de 2010 había descontado de su condena los 251 días de cárcel que entendió que había cumplido en exceso por la denominada "operación Nécora".
Laureano Oubiña fue condenado a cuatro años y cuatro meses de prisión por un alijo de seis mil kilos de hachís interceptado en Martorell (Barcelona), a seis años y nueve meses por otro alijo en Vigo, y a la misma pena por trece toneladas de hachís en el buque "Regina Maris".
El narcotraficante tiene todavía dos causas pendientes en la Audiencia Nacional por presunto blanqueo de capitales.
Por una de ellas fue juzgado hace dos semanas y el fiscal pidió 8 años de prisión y una multa de 13 millones de euros por el presunto blanqueo de más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas.
Además, en la Audiencia Nacional está siendo juzgado esta semana por blanquear dinero obtenido ilícitamente del narcotráfico, mediante la presunta compra de unas fincas junto a su esposa, ya fallecida.
En este juicio, que continúa el miércoles, el Ministerio Público le pide 6 años de cárcel.
Oubiña niega inversión del narcotráfico
El narcotraficante ha asegurado este martes en la Audiencia Nacional, antes de estrenar libertad, que "nunca" invirtió dinero procedente de la venta ilegal de drogas ni en casas "ni fincas ni hostias".
Así lo ha manifestado Oubiña durante la vista celebrada ante la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal, para quien el fiscal ha mantenido su petición de seis años de prisión por blanquear dinero obtenido ilícitamente del narcotráfico, mediante la presunta compra de unas fincas junto a su esposa, ya fallecida, Esther Lago.
El fiscal también pide cinco años de cárcel para otros ocho procesados más, entre ellos su hijastro David Pérez Lago y más familiares de su mujer.
Según ha explicado, él ha permanecido preso durante largos periodos desde 1990, por lo que no pudo obtener ningún ingreso ni participar en la compra de ninguna propiedad.
"Una cama para dormir, con una ducha y una cocina, el resto me sobra", ha afirmado antes de insistir en que "jamás de los jamases" se metió "en nada", refiriéndose a las fincas que supuestamente compró junto a su mujer, entre ellas una en Sanxenxo y la mansión de A Laxe, en Vilagarcía de Arousa.
En este sentido, ha precisado que él vivía en una casa herencia de la familia de Lago y que no le consta la construcción y compra de esas otras propiedades porque si "no tenía dinero ninguno, ¿qué iba a poner?".
"Nunca me metí en lo que es la casa, ni en fincas ni hostias", ha insistido antes de hacer hincapié en que le es indiferente si las incautan o no porque a él lo que le importa es que se le "acuse por cosas que no son" suyas.
Posteriormente, tras finalizar su declaración, el acusado ha pedido perdón al tribunal por "este exabrupto, pero es defecto del animal, y el animal en la prisión va a peor en vez de ir a mejor".