El número de trabajadores afectados por un ERE aumentó un 53% entre enero y mayo
- Más de 176.000 empleados sufrieron en una regulación de empleo
- Los despidos colectivos subieron un 36% y las suspensiones temporales, un 70%
- Las regulaciones para reducir las jornadas laborales crecieron casi un 80%
- Se multiplicó por seis el número de ERE no pactados con los trabajadores
El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) autorizados por las autoridades laborales o comunicados a las mismas (con la última reforma laboral, en vigor desde el pasado 12 de febrero, ya no hace falta autorización) aumentó un 53,2% en los cinco primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2011.
En concreto, un total de 176.085 trabajadores se vieron afectados por un ERE hasta mayo, en contraste con los 114.917 trabajadores que estuvieron implicados en una regulación de empleo durante los cinco primeros meses de 2011, según los datos que constan en el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Empleo difundido este miércoles.
Hasta mayo, los expedientes de regulación de empleo autorizados/comunicados aumentaron un 66,7% en comparación con el mismo período del año pasado, hasta sumar 13.518, frente a los 8.106 de los cinco primeros meses del año pasado.
Se duplican los expedientes de regulación por motivos económicos
Los ERE de extinción (despidos colectivos) se incrementaron un 36,3% entre enero y mayo -hasta sumar 2.153 expedientes-, mientras que los de suspensión temporal de empleo aumentaron un 70,1% -hasta los 6.370- y los ERE de reducción de jornada crecieron un 79,5% (hasta 4.995 expedientes). Esto muestra que las empresas han recurrido más este año que el año pasado a medidas de flexibilización de las jornadas para afrontar la crisis.
Los trabajadores afectados por despidos colectivos aumentaron un 17,7% en los cinco primeros meses del año y sumaron 29.844, en tanto que los trabajadores suspendidos de empleo se dispararon un 82,1%, hasta totalizar 109.856. Por último, los trabajadores afectados por ERE de reducción de jornada sumaron 36.385, con un crecimiento del 24,4% respecto al mismo periodo de 2011.
Los ERE en los que se alegaron causas económicas (problemas de tesorería o financiación, restricción de contratos, quiebra, deudas o suspensión de pagos, baja productividad o aplicación de medidas económicas) se dispararon un 102,7% en los cinco primeros meses en relación al mismo período de 2011. Así, este tipo de argumento justificó 9.456 expedientes, casi el 70% del total de expedientes registrados entre enero y mayo.
Por causas técnicas se autorizaron 124 expedientes hasta mayo, un 25,3% menos que en los cinco primeros meses de 2011, mientras que por causas organizativas o de producción se registraron 3.742 expedientes, con un crecimiento interanual del 20,8%. Por fuerza mayor hubo 177 ERE, uno menos que en los cinco primeros meses de 2011.
La principal novedad introducida en la reforma del mercado de trabajo en relación a los ERE es la eliminación de la autorización administrativa, anteriormente exigida para proceder a la realización de despidos colectivos, de medidas de suspensión de contrato o de reducción de jornada por parte del empresario.
Los ERE no pactados se multiplican por seis
No obstante, la nueva regulación mantiene la necesidad de que se realice un período de consultas con los representantes de los trabajadores, al tiempo que se establece la intervención de la autoridad laboral para garantizar la efectividad de dicho periodo de consultas, pero sin tener ésta carácter decisorio.
De esta forma, la decisión última corresponde al empresario y, como en el caso de los despidos individuales, si no se está de acuerdo, los trabajadores tendrán que impugnarla por vía judicial.
Del total de expedientes autorizados/comunicados hasta mayo, 8.659 fueron pactados con los representantes de los trabajadores, un 17,3% más, mientras que los no pactados se multiplicaron por más de seis, hasta sumar 4.859 expedientes. Los ERE pactados afectaron a 106.575 trabajadores, un 3% más, en tanto que los no pactados englobaron a 69.510 trabajadores, cifra que sextuplica la registrada en igual periodo de 2011.
La mayor parte de los trabajadores que se vieron inmersos en un ERE durante los cinco primeros meses desempeñaba su actividad en la industria (92.305) y los servicios (60.865). En la construcción, los afectados ascendían a 21.210 y en la agricultura, a 1.705.