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Chavela Vargas mantiene su "espíritu de lucha" pese a no mejorar

  • Su médico: "su precario estado de salud permanece sin cambios"
  • Está despierta, con buen estado de ánimo y tolera los alimentos

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La cantante mexicana Chavela Vargas mantiene "el espíritu de lucha que la caracteriza" aunque no se observa ninguna mejoría en su precario estado de salud, que permanece "sin cambios", ha dicho hoy a Efe su médico, José Manuel Núñez.

Según el parte médico, no hay "cambios significativos en su estado general" y su "evolución es tórpida y grave, lo que significa que no ha habido una buena evolución, como deseamos".

El doctor ha indicado que esta situación se debe a los fallos en su organismo: "El fallo renal, el pulmonar y el cardiaco".

Ha añadido que la respuesta del organismo de la intérprete de origen costarricense, de 93 años, ha sido mínima, aunque se mantiene despierta y está reactiva, con buen estado de ánimo y tolera bien sus alimentos.

"Hago énfasis en que ella está muy fatigada, pero aún mantiene el espíritu de lucha que le caracteriza", ha indicado Núñez, quien ha agregado que no hay cambios significativos respecto al día de ayer, lo que "quiere decir que de alguna manera mientras ella no tenga complicaciones vamos bien".

Viaje a España

Vargas es atendida desde el domingo pasado por un equipo médico encabezado por el especialista José Manuel Núñez en el hospital Inovamed de Cuernavaca, capital del central estado de Morelos.

Esta madrugada un grupo de admiradores le cantó una serenata a Chavela Vargas,  que fue interpretada a una distancia prudente para evitar molestias a los demás pacientes.

La cantante llegó a México el 26 de julio tras pasar casi un mes en España, adonde viajó para ofrecer un recital con temas del disco que dedicó al poeta Federico García Lorca, titulado "La luna grande", y para presentar sus memorias.

Dicho esfuerzo le pasó factura y el 12 de julio fue ingresada en un hospital de Madrid, en el que estuvo hasta el 21 de julio.

Desde ese día descansó en la Residencia de Estudiantes de Madrid "vigilada" estrechamente por sus enfermeras, sus amigos y el personal de la institución hasta su regreso a la localidad mexicana de Tepoztlán, donde vive desde hace varios años.