Queda desierto el primer premio del Concurso de Piano de Santander Paloma 0'Shea
- Por quinta vez el galardón queda sin destinatario
- Ros Marbá define la decisión como 'amarga' y 'dolorosa'
- Medalla de plata para la coreana Ah Ruem Ahn
- Tamar Beraia y János Palotjay comparten el tercer premio
El jurado de la decimoséptima edición del Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O'Shea ha decidido declarar desierto, por quinta vez en su historia, el primer premio del certamen y otorgar el segundo y la medalla de plata a la pianista surcoreana Ah Ruem Ahn.
Los otros dos finalistas, la georgiana Tamar Beraia -la más ovacionada por el público- y el húngaro János Palojtay, comparten "ex aequo" dos terceros premios y la medalla de bronce del concurso.
El fallo se dio a conocer este martes en la gala de clausura, presidida por la infanta doña Margarita y a la que han asistido también el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; el presidente cántabro, Ignacio Diego; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y la presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea.
Ros Marbà: "Cuando falta algo, falta algo"
El público ha acogido con sorpresa la lectura del fallo, una decisión que, según ha reconocido después en rueda de prensa el director de orquesta Antoni Ros Marbà, ha sido "amarga" y "dolorosa", pero ha tenido un respaldo "muy mayoritario" entre los integrantes del jurado que ha presidido.
Ros Marbà ha elogiado el "grandísimo talento" de los tres finalistas, que a lo largo del concurso han protagonizado "momentos memorables" y de "verdadera emoción" y que, a su juicio, "pueden llegar a hacer cosas muy brillantes" en su carrera.
Pero ha asegurado que ha faltado "algo" para poder dar el primer premio, aunque no alcanza a definirlo. "Cuando falta algo, falta algo, y muchas veces es difícil describirlo", ha apuntado. Según dice, son "muchos detalles", porque no basta solo con tener una buena técnica y ser un virtuoso del piano, sino que también es "muy importante la musicalidad, la profundidad".
Junto a Ros Marbà, que ha dejado claro que la decisión se ha adoptado de forma "extraordinariamente democrática y sin ningún tipo de presión", ha comparecido también la presidenta del concurso y de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, quien ha confesado sentir una "pena horrible" porque es consciente del "esfuerzo" realizado por los participantes.
La reacción de los participantes
Para uno de ellos, el húngaro Jànos Palojtay, la decisión no ha sido una sorpresa, al menos en lo que respecta a su tercer premio, porque no esperaba llegar a la final y, una vez en ella, daba por hecho que se quedaría con el bronce. Ese premio lo comparte con la georgiana Tamar Beraia, que se ha llevado el cariño del público santanderino, no solo con la mayor ovación de la gala de clausura, sino también al recibir el "Premio del Público Sony". Eso es para ella "lo más importante", la satisfacción de saber que a la audiencia le ha gustado su actuación y, además, ha destacado que "nada termina o empieza con esta competición".
Por su parte, la coreana Ah Ruem Ahn, segundo premio del certamen, está contenta de que al jurado le hayan gustado sus interpretaciones en el concurso y ha explicado que los minutos posteriores a la lectura del fallo se sentía "confusa y desorientada", intentando concentrarse en la pieza que tenía que tocar momentos después.
Además de las piezas interpretadas por los tres finalistas, en esta gala de clausura se han escuchado por primera vez cuatro obras inéditas compuestas por la pianista Alicia de Larrocha, a la que se dedicaba esta edición del concurso.
Y también se han entregado los premios de Laureado a los tres pianistas que se quedaron a las puertas de la final: el húngaro Benedek Horváth, el coreano Samson Tsoy y el italiano Daniele Rinaldo.