Merkel sigue inflexible sobre el papel del BCE tras reunirse con Monti
- Coinciden en una "agenda ambiciosa" para solucionar la crisis de deuda
- Merkel cree que los mecanismos actuales son suficientes
La canciller alemana, Angela Merkel, sigue sin moverse ni un milímetro de su ortodoxia sobre la función del Banco Central Europeo (BCE). Es decir, se niega a que actúe comprando bonos de deuda en el mercado secundario.
Tras reunirse con el primer ministro italiano en Berlín, Mario Monti, la canciller ha señalado que han hablado sobre las futuras acciones de la entidad que preside Mario Draghi, sin concretar nada, pero ha sostenido que la Unión Europea ya cuenta con los "mecanismos suficientes" para afrontar la crisis de la zona euro.
Su interlocutor, sin embargo, ha dejado la puerta abierta a soluciones más imaginativas al decir que quizás hay instrumentos que ahora no conciten el consenso pero que seguro que se pueden "encontrar otros mecanismos" en los que todos estén de acuerdo.
Monti se ha felicitado porque los mercados parecen aflojar la presión sobre Italia tras las últimas emisiones de deuda y ha afirmado que ha aprendido de Alemania "que hay que ser perseverante con las reformas".
Objetivo: estabilizar la eurozona
Merkel ha señalado que ambos están "de acuerdo en elaborar una agenda muy ambiciosa en las próximas semanas para fortalecer y estabilizar la eurozona". La líder alemana también ha elogiado el plan de reformas de Italia y considera "impresionante" su programa de consolidación presupuestaria.
"Los esfuerzos para sanear las cuentas públicas y la agenda de reformas del gobierno italiano son impresionantes y estoy convencida personalmente de que pronto veremos sus frutos", ha dicho la canciller.
Ambos mandatarios han coincidido en profundizar en la gobernanza económica europea e impulsar la competitividad de los países europeos para recuperar el crecimiento y crear puestos de trabajo.
Precisamente este miércoles, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha publicado un artículo en Die Zeit en el que defiende que la institución tiene que recurrir a "medidas excepcionales" por la crisis de deuda soberana y que se equivocan los que "quieren volver al pasado" porque no se dan cuenta del significado del euro.