Rubalcaba asegura que no dimitirá y que cumplirá su mandato "hasta el final"
- Ha comparecido 72 horas después de la derrota electoral del 21-O
- Asegura que "absolutamente nadie" le ha pedido que dimita
- Rubalcaba afirma que "no toca" hablar de primarias ni candidatos del PSOE
- "Sería un horror un PSOE de clónicos de Rubalcaba", afirma
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha descartado este miércoles totalmente dimitir, tras los malos resultados electorales del 21-O -ha perdido 330.000 votos- y tras levantarse voces críticas en su partido, y ha asegurado que va a "cumplir hasta el final" la tarea para la que fue elegido hace ocho meses como líder del PSOE, la de "recuperar la confianza de los ciudadanos", y, por tanto, su mandato.
En una comparecencia ante la prensa de más de una hora que ha celebrado en el Congreso de los Diputados, Rubalcaba ha asegurado que "no" ha pensado en la dimisión, aunque sí ha reflexionado "mucho", y que, tampoco, "nadie, absolutamente nadie" le había pedido que dimitiera, "ni siquiera por tuit", aclarado.
Rubalcaba, que ha tardado 72 horas en comparecer tras el 21-O pero ha negado que se haya querido esconder, ha asegurado que asume su "responsabilidad" como secretario general de los socialistas "con el viento a favor y con el viento en contra" y de los resultados electorales.
"Yo siempre daré la cara por el PSOE, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad", ha asegurado Rubalcaba, que ha añadido que ahora "no toca" tampoco hablar de los posibles candidatos a la Presidencia del Gobierno ni de la convocatoria de primarias sino del "proyecto" de partido.
"Sería un irresponsable si me preocupara por si voy a ser candidato o no en lugar de preocuparme de la angustia que están viviendo los ciudadanos y ver cómo el PSOE conecta con esa preocupación", ha afirmado el secretario general de los socialistas, que ha reiterado una y otra vez a la prensa que las primaras se harán "cuando toque".
"Un horror" un PSOE de "clónicos de Rubalcaba"
El dirigente socialista ha asegurado que solo se iría antes de concluir su mandato si lo pidiera "la mayoría", ya que fue elegido también por mayoría, y ha dicho que está "abierto a escuchar" las ideas y sugerencias que le haga cualquier militante o dirigente socialista, mejor "cara a cara" que "por "teletipos".
Además, el líder del PSOE ha considerado "normal" que se oigan voces críticas dentro de un partido y ha bromeado con que "sería un horror que fuese un partido de clónicos de Rubalcaba".
El líder del PSOE ha adelantado que el Comité Federal que celebre el partido para debatir sus ideas será a puerta cerrada, pero ha negado que eso sea para coartar la libertad de expresión, sino al contrario, para que sea "libre". "Estoy abriendo el PSOE a los militantes y los dirigentes", ha afirmado Rubalcaba, que cree que en un Comité con presencia de la prensa muchos dicen lo que creen que se quiere que digan que lo que de verdad opinan.
Sobre los resultados electorales, los de Euskadi los ha calificado de "aceptables" y en Galicia los ha achacado a que el PSOE no ha conseguido que los gallegos lo vieran "como una alternativa de Gobierno", problema que cree que se da en el ámbito nacional y del que se trata la reflexión.
Además, ha querido "matizar" la lectura de los resultados de las cuatro últimas elecciones autonómicas y ha recordado que, mientras que en Andalucía han gobernado siempre -siguen gobernando con IU pese a que el PP ganó-, en Galicia siempre ha ganado el PP y en Euskadi han gobernado una vez.
Un "poco desplumado" por su forma de oposición
El líder nacional del PSOE dice que esta reflexión ideológica, que van a "acelerar" ahora, "corre paralela" y no depende de las elecciones en Cataluña, donde ha recordado que el PSC goza de una "autonomía" que él particularmente defiende y "respetará", aunque ofrecerá su colaboración.
Rubalcaba ha reconocido que sabía que "las cosas vendrían mal dadas" y ha recordado que ya dijo que "nadie me iba a quebrar" cuando fue elegido secretario general del PSOE. Ha recordado que esa decisión se la pensó durante un mes, tras ser derrotado en las elecciones generales del 20-N, y finalmente decidió hacerlo porque "pensaba que podía ser útil a mi partido".
Ha llamado la atención sobre los "muy profundos cambios" que está sufriendo España, inmersa en una crisis económica, institucional y social, y cree que a eso debe dársele una respuesta "profunda y honesta" y eso requiere tiempo. "Yo quiero un Partido Socialista que tenga un pensamiento profundo y honesto", ha subrayado, a la vez que se ha mostrado convencido de que lo conseguirá porque tiene "un apoyo muy grande".
El líder del PSOE ha reconocido que se ha "dejado unas cuantas plumas" por el modo en que está ejerciendo su oposición al ofrecer pactos de Estado al Gobierno de Mariano Rajoy, lo que le ha generado "problemas" tanto a la dirección del partido como al propio PSOE de cara a la ciudadanía.
No obstante, pese a sentirse "un poco desplumado" ha garantizado que va "seguir defendiendo" esa forma de hacer oposición, aunque ha admitido que el Gobierno de Rajoy, con sus políticas de recorte en cuestiones como la Educación o la Sanidad, está "achicando los espacios al consenso, y en esas condiciones es muy difícil".