El miedo a conducir es una de las fobias más incomprendidas, pero tiene cura

• La amaxofobia es el miedo irracional a conducir por una situación irreal
• Puede causarla el estrés, una mala experiencia o la falta de práctica
• Con un tratamiento adecuado, la recuperación es posible

Amaxofobia o miedo a conducir

"Era pánico a llegar a una rotonda, era que las pulsaciones se triplicaban al adelantar en autopista, que sudaba sin parar al intentar cambiar de carril, era que mi cuerpo temblaba al ponerme a la altura de un camión, horror a que cambiara el semáforo en una zona de cuesta", describe Sandra C. al hablar de su amaxofobia, el nombre que recibe el pánico a conducir.

Este miedo a ir al volante "es una de las fobias más incomprendidas", pero "la recuperación es posible", ha dicho a RTVE.es la psiocóloga especializada Encarni Ayoso, que ha precisado que la sociedad no entiende cómo se puede temer una actividad tan cotidiana como es coger el coche.

"Si todo el mundo conduce, ¿por qué tú no lo vas a hacer? Solo tienes que tener práctica y ya verás como en unos meses...", le decían a Sandra C. sus familiares y amigos sin ser conscientes de que tenía un problema más grave.

Mi problema tiene nombre

"Los meses pasaron y esa frase me martilleaba la moral y mi autoestima", ha confesado esta mujer, para la que fue un gran alivio descubrir que su problema tenía un nombre y le ocurrría a más personas. "Me dio la vida" saber que había más gente como yo,  con la que me sentía identificada. "El camino es duro y hacerle frente a tus miedos no es tarea fácil", explica Sandra, que ha recibido tratamiento especializado.

Precisamente Ayoso trabaja como psicóloga ofreciendo este tratamiento en la autoescuela Chaparral, que ha tratado a más de 600 personas de todo el mundo de forma presencial y online. La psicóloga señala que primero entrevista a las personas para profundizar en los motivos de su miedo y hacerles ver que es irracional.

Posteriormente los alumnos reciben clases de conducir con un profesor experto. Pero la parte más importante es "la persistencia" del afectado en superar su problema, "poco a poco", saliendo a la carretera. Ayoso precisa que "no todos los miedos a conducir son amaxofobia",  sino solo aquellos casos en los que se sufre una alta ansiedad.

Esto es lo que sentía Juana Martín, que tras sufrir un pequeño accidente empezó a sentir "que el corazón se le salía" cuando conducía. Una vez incluso tuvo que pararse en el arcén y llamó por teléfono a su marido para que fuese a recogerla, ya que fue incapaz de seguir conduciendo. También recibe tratamiento para superar su problema: "Me estoy obligando a salir yo sola y cuando tengo una crisis llamo por teléfono", ha narrado a RTVE.es.

Factores que causan amaxofobia

Haber sufrido un accidente es uno de los motivos que puede desencadenar la amaxofobia, pero no es el único. También pueden provocarla una mala experiencia en el aprendizaje (por ejemplo que te corrijan con voces), falta de experiencia y práctica o que pases por un periodo de estrés en tu vida privada.

Este es el caso de José Antonio, que después de conducir durante 30 años sin ningún tipo de problema, de pronto una noche sufrió un ataque de pánico cuando conducía por una autovía. "Probablemente debido al alto nivel de estrés que soportaba en mi vida diaria", asegura.

Su reacción en un primer momento fue evitar conducir, primero por autovías y después por carreteras secundarias, túneles, puentes... "Así durante tres años, cada vez más limitado".

Lo mismo le ocurrió a Mª Jesús, que evitó coger el coche tras experimentar una sensación de vértigo en un túnel que no le permitió continuar el viaje. Se ha sometido a tratamiento para superarlo: "Después de un año no he conseguido aún todas mis metas, pero sí he vuelto a coger el coche y me siento muy orgullosa de mis progresos", ha confesado a RTVE.es.

La psicóloga destaca la importancia de que la persona que sufre amaxofobia se enfrente a sus miedos para superarlos y reconoce que "la gente que más progresos hace es a la que no le queda más remedio" porque necesita el coche en su día a día.