Dior, o el elogio de la primavera

• Segunda colección de alta costura de Raf Simons para la casa
• Un día como hoy de 1905 nació Christian Dior

Carrusel del desfile de alta costura de Dior.

La cita era en el jardín de la Tullerías, un escenario idóneo para presentar una colección que es un homenaje a la mujer, a la fertilidad y al amor. La sala del desfile estaba cubierta de espejos que reflejaban el jardín por el que andaban las modelos queriendo que la naturaleza lo inundara todo.

Raf Simons, en su segunda colección de alta costura para Dior, encadena diseños con la clara intención de reflejar el paso del tiempo en la primera estación del año.

El primer vestido, en azul grisáceo y negro (très Dior), da paso a otros en tonos fríos que hablan del final de invierno, cuando empiezan a asomar las primeras florecillas.

La evolución de la primavera

La colección sigue la línea de la anterior, y vemos escotes palabra de honor, evoluciones de la chaqueta Bar, dos versiones del esmoquin, vestidos de aire orgánico con volumen controlado en la falda y con bolsillos, y conjuntos de pantalón y bustier solo aptos para cuerpos muy delgados.

A medida que avanza el desfile aumenta el tono cromático. Los colores cogen fuerza para decorar vestidos de amarillo y rojo, potentes y energéticos. También se tiñen de intensos tonos, como naranja y fucsia, las medias, y los labios recuerdan a los zapatos de Dorothy en el Mago de Oz.

Destacan los bustiers en lamé en tonos vibrantes, los guantes transparentes con bordados y los drapeados en vestidos con asimetrías. Algunos de ellos llevan flores bordadas en algunas partes, un delicado patchwork femenino y coqueto.

El blanco se deja para los vestidos de noche

Las prendas, dibujadas con pasión, van muy estructuradas y apenas se permiten movimiento. Todo está medido, calculado y pensado, una paradoja para una colección inspirada en la improvisada belleza de la naturaleza.

Para hablar de la explosión del verano se lanzan vestidos de volúmenes generosos, cual flores, tanto por delante como por detrás, y para terminar vestidos de noche de seda en blanco con abrigos del mismo color.

Un día como hoy de 1905 nacía Christian Dior, un apasionado de la jardinería y de las flores. Buen guiño el del belga.