Las bibliotecas del futuro: ¿lugares sin libros?
- Los libros electrónicos y los ordenadores para navegar e investigar están entre lo más solicitado por el público
- El papel de los bibliotecarios, fundamental para enseñar y ayudar a los visitantes
- Un proyecto llamado 'BiblioTech' plantea ya mismo bibliotecas completamente digitales
¿Cómo serán las bibliotecas del futuro? ¿Qué está pidiendo la gente que haya en ellas? ¿Cuál es su papel como facilitadoras tecnológicas? En un país de gran tradición ciudadana por las bibliotecas como es Estados Unidos, donde casi es más normal en muchos sectores de la población acudir a ellas en vez de comprar ejemplares en las librerías, las cosas están cambiando – y lo que antes era papel, tarjetas con índices y alguna mesa para microfilmes está viéndose transformado por los nuevos sabores de la tecnología.
En una reciente encuesta de Pew Internet llevada a cabo entre norteamericanos de más de 16 años se intentaron detectar algunas de esas «cosas que la gente le pide a las bibliotecas del futuro», entendidas principalmente como lugares culturales en los que culturizarse, investigar y entretenerse.
Las bibliotecas no son ya solo lugares donde conseguir libros: aunque el 80 por ciento de la gente cree que ese es su papel principal también el 77 por ciento considera que dar acceso gratuito a Internet y a ordenadores es parte de su labor social. También lo es el papel de los bibliotecarios, sin cuya ayuda la mayor parte de la gente cree que el resto de materiales y servicios que allí se pueden conseguir no sería tan útil.
En cuanto a las peticiones que la gente encuestada planteó se incluían algunas como:
- Servicios en los que pudieran preguntar y esperar respuestas de especialistas sobre temas determinados.
- Entornos de prueba en los que pudieran probar nuevas tecnologías y dispositivos, investigar con ellas y hacer algunos experimentos: libros electrónicos, tabletas, etcétera.
- Navegación GPS para localizar con precisión en qué lugar de la biblioteca están los materiales que buscan.
- Quioscos y máquinas expendedoras no necesariamente en las instalaciones principales de la biblioteca, en los que pudieran conseguir materiales tales como libros, películas y música, sin tener que desplazarse físicamente a la biblioteca.
- Sistemas de recomendación del estilo de los que ofrecen Amazon y otras tiendas en línea para sugerir nuevos libros o música que coincida con los gustos personales.
A nivel general, la gente quiere también que las bibliotecas sean lugares de descanso y relajación, que estén más coordinadas con las escuelas, que hagan hincapié en la educación infantil y que ofrezcan una mayor selección de libros electrónicos.
Cubriendo algunos de estos aspectos está también a punto de lanzarse el proyecto de las BiblioTech de Nelson Wolff, un juez de San Antonio (Texas) que además es un ávido coleccionista de primeras ediciones y libros raros. El objetivo de su proyecto es crear las primeras bibliotecas completamente sin libros, cuyo aspecto ha dejado ver en unos diseños virtuales y que recuerdan más a un cibercafé o una tienda de informática que a una biblioteca tradicional.
En las BiblioTech se alquilarían libros electrónicos que pasado un tiempo quedarían desactivados; en las propias instalaciones habría ordenadores para navegar y personal para resolver las dudas. En cierto modo, combinarían lo mejor y más valorado por los visitantes de las bibliotecas: la modernidad del mundo sin papel, Internet y los libros digitales junto con los conocimientos de los expertos humanos que saben dónde está archivado lo mejor de nuestra cultura.