Arranca la reunión anual del Legislativo chino, donde se elegirá a las nuevas autoridades
- Xi Jinping será nombrado jefe de Estado y Li Keqiang, jefe de Gobierno
- El primer ministro saliente ha anunciado que China crecerá un 7,5 %
- Ha manifestado su preocupación por la contaminación medioambiental
Las nuevas autoridades del Gobierno en China serán elegidas en la reunión anual de la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), el legislativo del país, que ha comenzado este martes con una ceremonia en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín.
Se prevé que la Asamblea, que se prolongará hasta el próximo 17 de marzo, nombre formalmente al secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jinping, como jefe de Estado, en sustitución de Hu Jintao, y al actual viceprimer ministro, Li Keqiang, como nuevo jefe de Gobierno, en sustitución de Wen.
Ante casi 3.000 diputados, el primer ministro saliente, Wen Jiabao, ha anunciado que el objetivo de crecimiento fijado por el Gobierno para 2013 se mantendrá en el 7,5 % aunque su objetivo era del 8%.
El impacto de la crisis económica global aún persiste y la economía del mundo aún no ha recuperado un "paso firme", pero Wen considera que "respondimos con eficacia a las fuertes embestidas de la crisis financiera internacional".
Por otro lado, ha anunciado que el presupuesto militar chino crecerá un 10,7 % en 2013, para quedar en los 720.200 millones de yuanes (114.300 millones de dólares). Una cifra superior a la del año pasado, (650.600 millones de yuanes), que ya supuso un incremento del 11,6 % con respecto a 2011.
Preocupación por el Medio Ambiente
Además, Wen Jiabao, ha reclamado soluciones efectivas del Gobierno para prevenir y combatir la contaminación medioambiental, uno de los grandes problemas que padece el país.
"Deberíamos adherirnos a la política estatal básica de conservar los recursos y proteger el medioambiente, y fijarnos como objetivo el promover un desarrollo verde y bajo en carbón" ha asegurado.
Además, debe promover el reciclaje de energía y recursos, dar prioridad al ahorro de energía en la industria, el transporte y la construcción, y reducir las emisiones de dióxido de carbono.
En su discurso, Wen reconoció una "agudización creciente del desequilibrio entre el desarrollo económico y los recursos y el medioambiente".
La preocupación se ha agudizado después de que Pekín viviera el enero de peor contaminación desde que comenzaron los registros, en el que un total de 26 de los 31 días de ese mes registraron niveles graves o muy graves de contaminación.