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El gobierno tailandés deja en 35 los muertos en el campamento de refugiados

  • La cifra ha bajado porque "hubo confusión en la cuenta de los cadáveres"
  • El campo acogía a birmanos de la etnia karen

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Las autoridades de Tailandia han dejado en 35 las personas muertas en el incendio ocurrido el viernes en un campamento de refugiados del norte de Tailandia, además de seis heridos graves y decenas de heridos leves, según informa la prensa local.

"La cuenta final es 35 muertos. Hubo confusión en la cuenta de los cadáveres", ha afirmado la gobernadora de la norteña provincia de Mae Hong Son, Narumon Palawat, según el diario "The Nation".

La mayor parte de los fallecidos son niños, mujeres y ancianos que no pudieron escapar de las llamas. La propia gobernadora había anunciado la víspera 45 fallecidos y fuentes hospitalarias elevaron la cifra hasta 62.

El incendio surgió el viernes por la tarde en el centro Mae Surin, uno de los tres campamentos de refugiados en la provincia de Mae Hong Song.

Las llamas calcinaron la mayor parte de los chamizos construidos con madera de bambú y techos de hoja dentro del recinto y unas 2.300 personas, la mayoría de la etnia birmana karen, se quedaron sin techo.

La representación en Tailandia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene a dos equipos en la zona que llevaron el sábado 800 tiendas para los damnificados.

El campamento de Ban Mae Surin se estableció en 1992 y acogía a unos 3.500 refugiados birmanos, la mayoría de la etnia karen, según datos del ACNUR.

Alrededor de 140.000 birmanos habitan en los campamentos de refugiados ubicados en suelo tailandés y próximos a la frontera con Birmania (Myanmar), algunos de ellos desde hace cerca de 30 años.

La Unión Europea (UE) asume en torno al 50% de la ayuda financiera que se destina a esos centros, con una aportación de 149 millones de euros desde 1995.

El Consejo Nacional de Seguridad de Tailandia anunció el pasado septiembre que prepara planes para repatriar a los refugiados, una medida que se ha intentado aplicar en ocasiones anteriores y que al final las autoridades tailandesas siempre terminaron por aplazar