Muere Margaret Thatcher a los 87 años
- La exprimera ministra británica ha fallecido de un ataque de apoplejía
- La conocida como "Dama de Hierro" gobernó el país entre 1979 y 1990
- Cameron, de visita en Madrid, acorta su gira: "Se va una gran líder"
- No tendrá un funeral de estado, pero sí una ceremonia similar a la de Lady Di
- Consulta el especial de RTVE.es: La vida de Margaret Thatcher
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La ex primera ministra británica Margaret Thatcher, conocida como la "Dama de Hierro", ha muerto este lunes a los 87 años de un embolia cerebral. Con ella se va el referente de los partidos conservadores europeos y una de las figuras más controvertidas de la política internacional de los años 80.
"Con gran pena Mark y Carol Thatcher anuncian que su madre la baronesa Thatcher ha muerto en paz después de un ataque esta mañana", ha anunciado Lord Bell, el portavoz de la líder conservadora.
Sin funeral de estado
Margaret Thatcher no tendrá un funeral de estado por expreso deseo de la familia, pero sí un ceremonial similar al que tuvieron Diana de Gales y la reina madre. Se celebrará en la catedral de St Paul en Londres.
La reina Isabel II ha expresado su "tristeza" al conocer la noticia y el primer ministro, David Cameron, que ha acortado su visita a España para regresar de urgencia a Londres, ha asegurado que "hemos perdido a una gran líder, una gran primera ministra y una gran británica".
Thatcher fue la primera mujer en llegar al número 10 de Downing Street, donde las banderas ondean hoy a media asta. Gobernó Gran Bretaña entre 1979 y 1990 con una mano firme y de acuerdo a sus férreas convicciones conservadoras. Su pasión política polarizó a una sociedad que la recordará como la mujer que recuperó la economía británica y defendió la soberanía de las Islas Malvinas, o como la destructora del estado del bienestar y azote de los sindicatos.
El retrato de los documentos oficiales desclasificados en 2009 la dibujaron como una mujer exigente, irritable y aficionada al whisky pero, sobre todo, hecha a sí misma: la hija de un tendero que defendió a la clase media frente a la casta política aristocrática dominante. Defensora de la libertad de los individuos y los mercados por encima del Estado. "La sociedad no existe" o "si un hombre no quiere trabajar no debe comer" son las frases que resumen su pensamiento económico.
Hábil negociadora, su atlantismo marcó un giro en las relaciones entre el Reino Unido y Europa. Autora de la célebre frase "I want my money back" ("quiero que me devuelvan mi dinero"), negoció un descuento de la contribución de Reino Unido al presupuesto europeo conocido como el cheque británico, en vigor todavía.
Respeto y reconocimiento
Pese a las divisiones que despierta su figura, los políticos británicos, muy diplomáticos, han coincidido hoy en resaltar su fuerte personalidad, liderazgo y determinación para transformar no solo un país, sino el panorama político internacional.
Desde las filas laboristas se ha destacado que pasará a la Historia como "una figura única" que "definió" la política de los años 80, en palabras de Ed Miliband, mientras que sus colegas tories, entre ellos su sucesor John Major, la han calificado de "fenómeno político" y una "auténtica fuerza de la naturaleza". Una de las pocas voces críticas ha sido la del presidente del partido irlandés Sinn Fein, Gerry Adams, quien la ha acusado de "hacer mucho daño a los pueblos británico e irlandés" por llevar a cabo políticas que "devastaron a la clase trabajadora".
Desde todos los rincones del mundo, los líderes de hoy y de ayer han mostrado su respeto y han lamentado su pérdida. Barack Obama, François Hollande y Angela Merkel han subrayado su contribución al final de la Guerra Fría. Mariano Rajoy la ha definido un referente de la política del siglo XX. Coétaneos como Mijaíl Gorbachov, Henry Kissinger y Helmut Kohl también le han rendido un sentido homenaje. "Una gran política y una persona brillante", la ha recordado el último líder de la Unión Soviética. "Me gustó mucho su amor a la libertad, su apertura incomparable, su franqueza y estilo directo", ha dicho el canciller alemán de la reunificación.
Ideales de hierro, salud frágil
La "Dama de Hierro" no había tenido en la última década una salud que hiciera honor a su nombre. Su memoria comenzó a fallar en el año 2000, según reveló su hija Carol en un libro, en el que contó que su madre padecía demencia senil y que no confundía la guerra de las Malvinas, su gran hito político.
Un derrame cerebral la retiró de la vida pública en 2002 y, desde entonces sus apariciones fueron contadas. No pudo estar en la recepción de honor que Cameron le organizó por su 85º cumpleaños en 2010 y tampoco en la inauguración de una estatua de Ronald Reagan -su gran aliado- en Londres en 2011. Estas Navidades las pasó hospitalizada tras serle extirpado un tumor en la vejiga y después se trasladó a pasar sus últimos meses de vida al hotel Ritz, donde ha muerto.
Su influyente personalidad saltó a la gran pantalla. Y la soberbia interpretación de Meryl Streep de sus días más desgraciados fundió el hierro de una dama que deja un legado tan polémico como inmortal.