'El impostor', el asombroso caso del sórdido suplantador de identidades
- Un documental relata la historia de Frédéric Bourdin, apodado 'el camaleón'
- Robó la identidad de un menor desaparecido y convivió con su propia familia
- Bart Layton dirige un documental producido por Simon Chinn (Searching for Sugarman)
Título original: The imposter
Año: 2012
Duración: 99 minutos
País: Reino Unido
Director: Bart Layton
Productor: Dimitri Doganis
Productor ejecutivo: Josh Battsek y Simon Chinn
El cliché de la ficción suele mostrar a los suplantadores de identidades como irresistibles ladrones de guante blanco o divertidos patosos que persiguen el amor, como Leonardo DiCaprio en Atrápame si puedes o Antonio Banderas en Two Much. Ningún guionista fantaseó jamás una trama como la de Frédéric Bourdin, un francés de ascendencia argelina apodado “el camaleón” que ha dedicado su vida a ser otras personas (según él más de 500), utilizando en muchas ocasiones identidades de niños desaparecidos. Todo real y reflejado en El impostor, un documental que se estrena el 10 de mayo en España.
Producido por Simon Chinn (ganador del Oscar a mejor documental de este año por Searching for Sugar Man), El impostor recoge el más famoso caso de suplantación de Bourdin. En 1997, se entregó a la Guardia Civil de Linares (Jaén) identificándose como Nicholas Barclay, un niño tejano desparecido tres años antes en EE.UU. cuando solo tenía 13 años. Pese a que Bourdin contaba 23 años, y el inglés no era su lengua materna, hizo verosímil aparentar como un adolescente de 16 años. La hermana de Barclay viajó a España para llevarle de vuelta a casa a San Antonio (Tejas), donde la familia Barclay le acogió como su auténtico hijo.
Presentada en Sundance 2012, El impostor ganó este año el Bafta a Mejor director, guionista o productor británico novel. En el pasado Festival de San Sebastián, fue presentada dentro de las sección Perlas y Bart Layton (director) y Dimitri Doganis (productor) defendieron su obra que ahora llega a la cartelera.
La habilidad del impostor
Durante una estancia en Almería, Layton leyó en una vieja revista sobre el caso Bourdin. “Inmediatamente me di cuenta de que podría ser un documental que atrajera a la gente que normalmente no esta interesada en ver un documental porque cuando lo describías sonaba como un thriller”, explica Layton. El director contactó con Bourdin a través del canal de Youtube del propio impostor. Y le propuso una larga serie de entrevistas, que filmó antes incluso de tener financiación para el proyecto, sobre las que se articula el documental. “Es obviamente un tipo inusual, incluso aunque sepas que ha hecho cosas terribles, te invita a mirar tras él y a creerle. Nos dimos cuenta de que el modo de hacer la película sería que el espectador experimente la manipulación. Llegas a entender por qué lo hace, cómo encanta, cómo seduce. Tiene la habilidad de contar la historia que quieres creer”.
La llegada de Bourdin a Tejas es solo el comienzo. El impostor es a ratos un estudio antropológico y, al mismo tiempo, una narración fascinante porque como espectador no cesan las preguntas: ¿Verdaderamente puede la familia creerlo? ¿Hasta que punto se engañan a sí mismos? “Llevó tiempo persuadir a la familia para que participara en la película: en los artículos y reportajes que se habían publicado sentían que no se les habían dado la oportunidad de contar su parte del modo que les hubiera gustado”, recuerda Dimitri Doganis. Ganándose su confianza, los cineastas consiguieron los dolorosos testimonios de la madre y hermanos que asumieron que aquel joven era su deseado hijo desaparecido.
Las pocas grabaciones caseras reales, especialmente la de la llegada de Bourdin y el reencuentro con su madre, son una experiencia asombrosa. Con más material real, El impostor hubiera sido una obra maestra al estilo Capturing the Friedman. La solución de Layton fue dramatizar el testimonio de Bourdin. “Cuando alguien te cuenta una gran historia, visualizas una película en tu mente. Creamos una extensión de la narración asegurando al espectador que no es material real”, dice Layton.
El hombre que destapó el caso
En una tercera fase se dibuja la oscura figura de Jason, el hermano de Nicholas ya fallecido, y aparece Chalie Parker, el detective que averiguó el fraude, al comprobar que las orejas de Bourdin y Barclay no encajaban. A raíz del éxito de El impostor, Parker se ha convertido en un fenómeno de culto y está implicado en la promoción del documental por todo el mundo. “Parece un personaje de una película de Hollywood, pero él es así en la vida real: es extraordinario”, describe Dimitri Doganis. ¿Seguiría Bourdin con su familia de ‘adopción’ sin el detective? “Sospecho que FBI habría destapado todo porque estaban en la misma línea de investigación, pero también creo que Frédéric habría hecho algo para que todo estallara en mil pedazos porque él está interesado en el desafío de la manipulación. Y una vez que todo está establecido, él tiene empezar de nuevo”.
Antes del estreno en Sundance, la familia Barclay pudo ver el documental. “Su reacción fue que era una honesta descripción de lo que habían experimentado, sintieron que era real”, aclara. ¿Y el exhibicionista y egocéntrico impostor? “Tiene una personalidad complicada, es errático. Antes de verla era muy negativo, decidió que era basura. Ahora que la ha visto, pienso que también siente que es una representación precisa de lo que dijo”.