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El desescombro del edificio derrumbado en Bangladesh durará aún una semana

  • Los muertos son ya más de 1.000
  • Los fabricantes sospechan sabotaje en el incendio que mató a 8 personas

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Una grúa trabaja entre los escombros del Rana Plaza, el 28 de abril
Una grúa trabaja entre los escombros del Rana Plaza, el 28 de abril.

El saldo de muertos por el derrumbe de un edificio en Bangladesh que alojaba varios talleres textiles supera ya el millar.

Un portavoz de la sala de control militar que coordina la labor de búsqueda de los cuerpos, citado por Reuters, ha cifrado las víctimas mortales en 1.038. Unas 2.500 personas fueron rescatadas con vida.

Las tareas de desescombro se prolongarán una semana, según ha asegurado a Efe una fuente oficial. "Todavía quedan muchos cadáveres entre las ruinas. Hubo gente que marchó hacia las plantas bajas para intentar salir del edificio", ha explicado Udín Jandaker, un funcionario del Ministerio bangladeshí de Interior que dirige una investigación sobre el siniestro.

"En un plazo de una semana se concluirán las labores de retirada de escombros, esperemos que antes del próximo viernes", ha añadido.

El derrumbe del Rana Plaza es ya el peor accidente industrial del mundo desde el escape tóxico de Bhopal, en India, en 1984.

Sospechan sabotaje en el incendio que mató a ocho personas

Mientras tanto, las autoridades investigan el incendio que este miércoles costó la vida a ocho personas en otro taller textil en la capital, Dacca. Entre los fallecidos se encontraban el director de la empresa y un oficial de Policía.

La Asociación de Productores y Exportadores Textiles de Bangladesh (BGMEA) ha aventado sus sospechas de que el incendio pudiera haber sido causado por un sabotaje.

"Creemos que esto ha sido un acto de sabotaje. Queremos una investigación adecuada", ha dicho el presidente de BGMEA, Mohammad Atiqul Islam.

"Cuando se inició el fuego la fábrica estaba cerrada y la mayoría de los interruptores estaban apagados", ha añadido.

La industria textil de Bangladesh, que supone el 80% de las exportaciones nacionales, ha sufrido una serie de accidentes laborales que han dejado en evidencia las penosas condiciones de trabajo.

El gobierno bengalí ha iniciado una campaña para reforzar la seguridad, y ya ha cerrado 18 de estos talleres.