Varios tornados causan trece muertos en Oklahoma en las últimas horas

• Entre las víctimas hay dos niños y siete adultos, según Reuters
• Varios motoristas han resultado heridos y algunos están desaparecidos
• 50.000 personas se han quedado sin suministro eléctrico

Nueva oleada de tornados azota Oklahoma

Al menos trece personas han muerto y decenas han resultado heridas tras varios tornados producidos en las últimas horas en el estado norteamericano de Oklahoma. Además, 50.000 personas se han quedado sin suministro eléctrico. Hace dos semanas 24 personas fallecieron a consecuencia de una tormenta similar.

Entre las víctimas, las autoridades hallaron los cuerpos de una mujer y su bebé cerca de un coche que había sido golpeado por la tormenta en una de las carreteras cercanas a la ciudad. Entre los fallecidos se encuentran, al menos, tres "cazadores de tormentas", lo que ha llevado a los medios de comunicación a plantearse la cobertura informativa de estos fenómenos.

El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos ha emitido una emergencia de tornado para el área metropolitana Oklahoma City, así como para la localidad de Moore, situada a las afueras y donde mayor fue el impacto del tornado que tuvo lugar a mediados del mes de mayo.

Aeropuerto cerrado

Las autoridades cerraron el aeropuerto local, que más tarde se quedó también sin luz, y elevaron una alerta de emergencia para la ciudad.

La página web del aeropuerto explicó que los pasajeros habían sido trasladados a los túneles subterráneos y que se han cancelado tanto los vuelos de llegada como de salida.

La Patrulla de Carreteras también solicitó la evacuación de la Interestatal 35 y la Interestatal 40, donde ya se ha informado de varios motoristas heridos y algunos desaparecidos.

Estado de emergencia

Además de la alerta emitida para Oklahoma City, también se han elevado estados de emergencia para las ciudades de Tulsa y San Luis, también en el estado de Oklahoma.

El tornado que azotó la zona hace unos días, que alcanzó la categoría más alta, EF-5, arrasó unos 27 kilómetros a las afueras de Oklahoma City, destruyendo edificios enteros, dos colegios y un hospital en apenas 50 minutos.

Las autoridades locales han estimado las pérdidas provocadas por el tornado entre 1.500 y 2.000 millones de dólares y calculan que haya unos 36.000 ciudadanos afectados y 1.200 casas completamente destruidas.