Ágatha Ruiz de la Prada "pinta" su propia historia
- La diseñadora utiliza diferentes técnicas de pintura y colores muy vivos
- Laguna hace una colección colorista y rica, pensada en la venta exterior
- Francis Montesinos abre la jornada con un homenaje a Miguel Molina
- Todo sobre la pasarela madrileña en el especial de rtve.es
Ágatha Ruiz de la Prada ha traído una propuesta de mucha plasticidad y un colorido intenso. Ha sacado cincuentaiséis looks y de ellos tan solo diez pertenecen a la colección, el resto es espectáculo, fantasía, desfile.
La diseñadora se basa en diferentes técnicas de pintura para construir su discurso estético. Hay prendas pintadas a mano con tinte teñido que hace efectos degradé, pintura textil en forma de brochazos o líneas, hilos abstractos hechos con guta, graffitti con spray sobre neopreno…
Es la colección en la que quizá se haya utilizado más el blanco, sobre todo como base. Las primeras salidas son variaciones de una camisa masculina, unas con detalles de tie-dye y otras dadas la vuelta, es decir, con botones y escote en la espalda.
Brochazos de historia
Hay guiños a la historia de la casa, a los 80, con vestidos que llevan enormes lazos, estrellas de colores, líneas trapecio. Las modelos, con la cara pintada como en la ópera japonesa, han sido las actrices de la película de la vida de la diseñadora.
Se usan diferentes tejidos pero acierta especialmente con el piqué que lleva brochados de horizontales de colores intensos. Los zapatos también llevan un efecto de pintura en spray y las sandalias van con tiras de todos los colores.
Hannibal Laguna, noches de fiesta
Una parte muy importante de las ventas de Hannibal Laguna se van al exterior. Qatar, Dubái, Bahréin, Moscú, San Petersburgo y Latinoamérica, mercado que ha ampliado ahora entrando en Chile.
Pensando en esa clienta lanza sobre la pasarela una colección de rico colorido y texturas fantasía. Una propuesta festiva, de costura compleja, alejada de la de muchos de sus compañeros que han optado por vender ropa de calle, prêt-à-porter. Algo que al venezolano le viene de perlas. “Me encanta”, dice con los ojos bien abiertos, “me encanta, me encanta” repite.
Esa es su salvación, desmarcarse, y lo hace con un producto de riqueza, tanto en la confección con en los tejidos. Inspirado por los corales, los blandos y los duros, hace vestidos livianos y ligeros que contrastan con otros recios, muy construidos.
El color negro, un peligro
Unos llevan el cuerpo con una maraña de hilos de seda y metal que se sujetan con cristales pequeños para ofrecer una textura rugosa, como la del coral. Otros van en garza de seda plisada, tejido que recuerda a las vendas de los hospitales pero que aquí se muestra lujoso.
Destacan las flores aplicadas a los vestidos, bordadas y pintadas a mano y rociadas además con polvo de coral. Laguna ofrece todos los largos de falda e incluso dos a la vez, poniendo un tejido transparente encima de otro opaco.
Los vuelos de las faldas salen de la cadera o el canesú, y algunos llevan laboriosos pliegues. Algunos cuerpos llevan guipur dorado sobre diferentes fondos, oro con blanco o con rosa.
Es la segunda vez que no utiliza el negro, “la otra vez fue un fracaso”, reconoce, “no se vendió nada”; y con esta colección espera conseguirlo. “Si veo que una cosa que hago se puede industrializar lo quito”, dice en referencia al plagio del fast fashion, “. Por eso hago bordados a mano, pinto a mano, artesanalmente”.
Miguel de Molina inspira a Montesinos
Pura Vida es el título de la colección de Francis Montesinos que se inspira en la figura del cantante Miguel de Molina, un loco genial que vestía “a su manera”. Sus famosas camisas de volantes, siempre con colores intensos y alegres estampados salen a la pasarela en diferentes versiones: blusas, faldas, vestidos…
El estampado lleva, como no, toda la iconografía del cantante. Castañuelas, guitarras españolas, peinetas, abanicos, claveles e incluso fotografías recrean el universo coplero y festivo que vende la primera parte de la colección.
Hay prendas en denim y otras en punto de red de inspiración rock&roll. A medida que avanza la colección las prendas son más sofisticadas, con texturas sedosas, organzas con volumen y transparencias, lentejuelas, rayas de colores en tamaño gigante que son un arco iris que habla de vida pero también de libertad e igualdad.
La música en vivo de Saudade, con versiones de coplas tan conocidas como La Bien Pagá u Ojos Verdes, y el arte de Rafael Amargo han puesto aún más color a la colección.