Merkel se cuela en el teléfono de los votantes
- Su partido, la CDU, lanza una aplicación que llama al "activismo" a los votantes
- Los expertos en comunicación coinciden en que internet no marca la diferencia
- La campaña electoral ha terminado sin un ganador claro
Un alemán, simpatizante del partido conservador de la canciller alemana Angela Merkel, pasa junto a un cartel de la campaña electoral. Merkel aprovecha la oportunidad para colarse en su pantalla y dirigirse a él con el mensaje clave de su partido, la CDU.
La líder de la CDU se ha empeñado en mostrarse abierta a la participación de sus electores en la campaña de estas elecciones generales con una aplicación para smartphones y una renovada imagen de su página web. Sin embargo, todos los expertos en comunicación política consultados por RTVE.es piensan de forma unánime que internet no puede marcar la diferencia en unas elecciones.
Merkel se introduce en los teléfonos de sus votantes, a través de un "cartel parlante" cuando pasan cerca de las imágenes de la campaña y les invita a participar en su proyecto político para Alemania. Es el mismo mensaje de sus vídeos electorales, pero ahora en una aplicación que además permite a sus simpatizantes saber a qué distancia y dónde se encuentra exactamente la líder del gran partido conservador alemán.
La utilización de aplicaciones móviles no es nueva para los políticos, pero si hay algo novedoso en esta herramienta lanzada por la CDU es el enfoque al activismo: convierte en voluntarios a los votantes, porque pueden implicarse en la campaña del mismo modo que Barack Obama logró movilizar a cientos de miles de electores en EE.UU. en 2008. Así lo explica Rafael Rubio, consultor político y de redes sociales que trabajó en la última campaña online de Rajoy y de la JMJ.
Una aplicación sin expectativas
Sin embargo, algo lleva a sospechar que Merkel no quería realmente movilizar a los votantes como un grupo activo involucrado en la campaña. “Al final no se entiende muy bien” asegura Rafael Rubio, que solo dos semanas antes de la campaña se pretendiera obtener la participación de los voluntarios cuando internet “está basado en relaciones humanas que requieren confianza en este tipo de trabajo”, y precisamente por ello Obama lanzó la aplicación para móviles casi un año antes de las elecciones.
Ejemplos de utilización de Internet en campañas electorales se encuentran, sin ir más lejos, en el PP de Mariano Rajoy cuando en 2008 utilizó una página web para llamar a los electores a participar en una reunión. El PP y el PSOE tienen aplicaciones para smartphones, aunque meramente informativas. “Casi cualquier candidato tiene una app”, apunta Antonio Gutiérrez Rubí, asesor de comunicación y consultor político.
Pese a lo fácil que es tener una aplicación, la mayoría carecen de atractivo pues se limitan a mostrar las mismas informaciones que pueden verse por Internet. "Las app más interesantes no son las que se muestran al público y que cualquiera puede descargar, sino las que se preparan en privado, para los activistas, sobre todo cuando hacen puerta a puerta”, explica Gutiérrez Rubí que cita como ejemplo las aplicaciones que facilitan información con “mapas donde se señalan votos a favor y en contra, y argumentarios para que puedan ser utilizados in situ.
Una gran red sin diálogo vertical
Los políticos han explorado todas las posibilidades, sobre todo en un país como Alemania, que siempre ha estado entre los primeros en la aplicación de la tecnología en la política, y por eso son conscientes de que Internet no va a cambiar la intención de voto.
La estrategia de los dos grandes partidos alemanes, el SPD y la CDU ha sido completamente distinta. Mientras la aplicación de los socialdemócratas se centra en presentar a los candidatos territoriales del partido, la CDU busca mostrar la fortaleza de Merkel, señala Gutiérrez Rubí, a quien le gusta más esta última fórmula.
Pese a los avances, en torno a internet y las redes sociales siguen circulando grandes mitos, advierte Luis Arroyo, director de Asesores de Comunicación Política, como por ejemplo que existe el diálogo vertical en las redes sociales y que éstas permiten interactuar con los partidos políticos. “No hay diálogo vertical, Obama tiene 25 millones de seguidores en Twitter, no va a haber respuesta” del presidente estadounidense, asegura.
Además, cuando se ha ofrecido a los votantes la posibilidad de intervenir, no se les contesta, explica Arroyo, porque la gente quiere utilizar las redes sociales para expresar su “tribalismo”, su pertenencia a un grupo.
Una distancia insalvable
Por eso, internet “no va a cambiar nada”, añade Arroyo: “No hay una sola constatación científica de que haya provocado algún cambio en una campaña electoral”.
En el caso de los dos partidos mayoritarios en Alemania, las encuestas dicen lo mismo desde hace meses. La coalición conservadora CDU/CSU cuenta con la aprobación del 40% del electorado, mientras que los socialdemócratas liderados por Steinbrück, se quedan a más de diez puntos. El SPD y La Izquierda han descartado un pacto entre ellos por lo que en la práctica un gobierno progresista es inviable, aunque podría haber un pacto con el resto de partidos.
La estrategia del gran partido conservador alemán ha sido “humanizar” a un personaje poco empático, como Merkel, sobre quien pesa la imagen de institutriz y el carácter de Alemania del Este y para ello ha contado con las app como el “cartel parlante” y con una imagen renovada en su página web. El hecho es que pese a los esfuerzos, la gente sigue viendo la política con distancia y las aplicaciones como una herramienta más para llegar a la información, considera Luis Arroyo.
Las aplicaciones no han cambiado nada en política, pero los políticos tendrán que seguir adaptándose a las nuevas tecnologías y estar allí donde están los votantes.