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Filipinas tras el tifón: "Hay mucha hambre y sed, hay islas que continúan incomunicadas"

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La población de las zonas más afectadas por el tifón Haiyan en Filipinas sufre hambre y sed

Los equipos de emergencia y rescate filipinos trabajan contrarreloj para ayudar a las víctimas afectadas por el paso del tifón Haiyan en las regiones centrales de Filipinas y encontrar a los posibles supervivientes, cuatro días después de la catástrofe.

Los equipos de rescate habrían conseguido dejar libre el acceso a los puertos de las islas de Leyte y Samar,  con lo que la ayuda está siendo distribuida desde la costa, según ha  asegurado a RTVE.es en conversación telefónica desde Manila Lauro Larlar,  prior de la orden religiosa de los Agustinos Recoletos en la provincia  de San Ezequiel Moreno. Hasta ese momento los víveres habían sido  distribuidos en helicóptero. 

"Hay mucha hambre y sed. Las necesidades básicas son comida, agua y medicamentos", ha subrayado el religioso, quien ha explicado que la necesidad ha llevado a muchas personas a saquear tiendas y almacenes. 

Sin embargo, el interior de la isla de Leyte sigue incomunicado, y Larlar advierte que otras zonas del país, como las isla de Palawan o Panay y otras menores también han sido muy afectadas

"Lo que se ve en los medios de comunicación son las islas grandes, pero las pequeñas están incomunicadas y allí hay comunidades. El tifón tocó tierra cinco o seis veces, y donde lo hizo hubo mucha destrucción", explica. 

17 agustinos tienen familia en la región más golpeada por el tifón,  donde trabajan además 27 monjas. Todos ellos se encuentran bien, según  información que los responsables de la orden han recibido de manera  indirecta, a través de terceras personas evacuadas a la isla de Cebú, ya  que las comunicaciones telefónicas están cortadas.

Desde Cebú, la enviada especial de TVE, Marián Serén, ha informado que el tiempo apremia porque la tormenta tropical Zoraida se acerca a la zona y la población, ya en la calle por 'Haiyan', es muy vulnerable.

1.744 muertos, según el recuento oficial

La cifra oficial de muertos es de 1.744, aunque Naciones Unidas espera "lo peor" y sigue estimando el número real de fallecidos en más de 10.000. Hay al menos 2.487 heridos.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay 800.000 desplazados

"A medida que tenemos más acceso (a otras zonas) encontramos más y más gente muerta por el tifón", ha declarado a Efe John Ging, miembro del departamento humanitario de Naciones Unidas, en la sede del organismo.

Mientras llega la ayuda, la escasez de víveres ha creado un clima de histeria entre los supervivientes que hambrientos y sin nada que beber deambulan por las carreteras de la región.

Los equipos de limpieza se afanan por retirar los amasijos de cables, árboles caídos y toneladas de escombros de las carreteras para que lleguen los camiones. 

 

"Nosotros trabajamos todo lo que haga falta, pero si nos quedamos sin agua poco podemos hacer", ha señalado a Efe Ferdinand Briones, ingeniero jefe del departamento de Infraestructuras, cuyo equipo trabaja 22 horas para llevar, dentro de los límites, la normalidad a la zona.

El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, ha declarado que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas es una de las "principales prioridades", mientras la Policía Nacional y el Ejército ha enviado a la zona efectivos de refuerzo para asegurar la paz y el orden en la región.

10 millones de afectados

Cerca de 10 millones de filipinos se han visto afectados por los estragos creados por el tifón Haiyan, bautizado como Yolanda por las autoridades locales, de los cuales al menos 660.000 son desplazados, según el recuento del Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres filipino. 

Antes de la llegada de este último tifón a Filipinas, el vigesimocuarto del año, los meteorólogos habían advertido que podría tener un efecto devastador mayor que el tifón Bopha, que en 2012 dejó casi dos millares de muertos y desaparecidos.

La deforestación, la proliferación de yacimientos mineros ilegales, la escasez de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de las lluvias y los frecuentes tifones que afectan Filipinas durante la época del monzón.

El servicio metereológico del país ha anunciado también este martes que la tormenta tropical 'Zoraida' ha tocado tierra por la mañana en la región de Davao Oriental, en la isla de Mindanao, al sur de Filipinas, con vientos máximos de 55 kilómetros por hora.