El radiotelescopio de Arecibo cumple 50 años
- Fue construido aprovechando una depresión natural en el norte de Puerto Rico
- Puede escuchar señales de radio provenientes del espacio, pero también es capaz de transmitirlas
- Problemas de financiación estuvieron a punto de provocar su cierre hace unos años
Aunque proyectos más modernos como ALMA o el futuro Square Kilometer Array lo superan ampliamente en capacidades el radiotelescopio de Arecibo, probablemente uno de los más conocidos del mundo al haber aparecido en Goldeneye, una de las películas de James Bond, o en el capítulo 12 de Cosmos, sigue dando el callo 50 años después de ser inaugurado.
Está construido aprovechando un hueco en una zona de terreno kárstico en el norte de Puerto Rico, y tiene la peculiaridad de que su antena, de 305 metros de diámetro, es una sección de una esfera en lugar se ser una parábola como en muchos otros casos.
La antena, además, no es sólida, sino que está formada por 38.778 láminas perforadas de aluminio de aproximadamente 1x2 metros sujetas por un entramado de cables de acero.
Aunque la antena propiamente dicha no se puede mover el receptor, que cuelga de 18 cables sujetos por tres torres, sí es móvil, de tal forma que el radiotelescopio tiene un campo de visión de 40 grados alrededor de la vertical.
Numerosos decubrimientos
Durante estos 50 años el radiotelescopio de Arecibo ha permitido determinar, entre otras muchas cosas, que el periodo de rotación de Mercurio es de 59 días en lugar de los 88 que se pensaba antes, obtener las primeras pruebas de que existen las estrellas de neutrones, detectar el primer púlsar binario, el primer púlsar con un periodo de rotación medido en milisegundos, y los tres primeros planetas extrasolares de los que tuvimos noticia, alrededor del púlsar PSR B1257+12.
Además, dado que el radiotelescopio cuenta con tres emisores de radar, es capaz de obtener imágenes de asteroides como 4769 Castalia, el primer asteroide del que jamás obtuvimos imágenes mediante radar, o de cosas como la distribución de hielo en los polos de Mercurio.
Gracias a sus emisores es también extremadamente útil para seguir la trayectoria de asteroides próximos a la Tierra y así poder determinar el grado de peligro de que choquen con nosotros.
Mensaje a las estrellas
Arecibo es también fuente de datos para programas de búsqueda de vida extraterrestre como SETI@home y Astropulse.
También fue utilizado en 1974 para enviar un mensaje hacia el cúmulo globular M13 con información sobre la Tierra y los humanos codificada como una serie de bits, aunque dado que M13, también conocido como el Cúmulo de Hércules, está a unos 25.000 años luz de la Tierra tardaremos un poco en recibir una posible respuesta.
Durante la primera década de este siglo problemas de financiación hicieron temer que pudiera terminar siendo cerrado, aunque en la actualidad parecen superados, así que, convenientemente mantenido y actualizado, al radiotelescopio de Arecibo aún le queda cuerda para rato.