Prisión provisional sin fianza para el párroco de Borja por presunta apropiación indebida
- Se le imputan también un delito contra la libertad sexual
- En libertad con cargos otros cinco detenidos en la misma operación
El cura de Borja (Zaragoza), Florencio Garcés, imputado por delitos de apropiación indebida y contra la libertad sexual, ha ingresado en el centro penitenciario de la localidad zaragozana de Zuera, después de que la juez decretara anoche prisión provisional comunicada y sin fianza.
Los otros cinco detenidos de una misma familia en la Operación Espino han quedado en libertad con cargos, según han indicado a Efe fuentes de la investigación.
El párroco compareció este miércoles de nuevo en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona ante su titular, Nieves Pérez, después de que el ministerio fiscal solicitara nuevas diligencias en el caso.
La juez ha dictado pasadas las doce horas de anoche un auto de prisión provisional comunicada y sin fianza por ver al cura responsable de los delitos de apropiación indebida continuada y agravada y contra la libertad sexual.
Fuentes del caso han explicado a Efe que este asunto lo han llevado dos fiscales distintos, uno el domingo, que no estuvo presente cuando declaró el sacerdote y a quien se le envió la testificación del cura por fax, y otro que sí asistió a las declaraciones.
Los otros cinco detenidos, en libertad con cargos
Tras prestar declaración ante la juez, este miércoles durante alrededor de medianoche, el sacerdote ha sido enviado al centro penitenciario de Zuera, mientras que los otros cinco detenidos, dos hombres y tres mujeres, vecinos de Borja y miembros de una misma familia, han quedado en libertad con cargos.
Estas cinco personas, detenidas en Borja, comparecieron ante la juez el pasado martes y ésta decidió reenviarlos a los calabozos, después de que el fiscal pidiera nuevas diligencias que se practicaron ayer. Deberán comparecer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona cada quince días, los días 1 y 15 de cada mes.
A estos cinco vecinos de Borja, les imputa un presunto delito de extorsión y pertenencia a banda organizada, ha explicado este jueves a EFE Sergio Pérez, el abogado que defiende a estas cinco personas. La Guardia Civil les imputaba también blanqueo de capitales, delito que al final no les imputa la juez, siempre según la defensa.
El ministerio fiscal pedía prisión provisional para uno de ellos, si bien la juez no adoptó esta medida preventiva. La investigación comenzó el pasado mes de mayo.
El cura de Borja, Florencio Garcés, imputado por apropiación indebida y contra la libertad sexual, ha ingresado anoche en el centro penitenciario de la localidad zaragozana de Zuera, después de que la juez decretara anoche para el sacerdote prisión provisional comunicada y sin fianza.
El abogado ha pedido prudencia porque el asunto está en fase de instrucción y no quiere decir ni siquiera que se vaya a abrir juicio. Según ha dicho, la acusación se basa principalmente en las declaraciones de dos testigos, uno que está protegido y el otro, que, según el abogado, había sido denunciado por el cura por presunta estafa. La extorsión, de la que se les acusa a los miembros de esta familia, es contra el sacerdote, quien lo niega.
El cura de Borja fue detenido el pasado viernes
El párroco, de 70 años, fue detenido por agentes de la Guardia Civil el pasado viernes acusado de apropiación indebida de fondos parroquiales por valor de 210.000 euros, un delito continuado de abusos sexuales, otro de blanqueo de capitales, otro de coacciones y dos de denuncia falsa.
El pasado domingo fue puesto en libertad con cargos y sin fianza. La juez le imputó dos delitos, uno de apropiación indebida "agravada" y "continuada" de más de 185.000 euros de fondos parroquiales, y otro contra la libertad sexual.
El sacerdote ha sido apartado cautelarmente de la actividad pastoral por decisión del Obispado de Tarazona, al que pertenece la Parroquia de Borja, una de las más grandes de Zaragoza y ubicada en una localidad que adquirió fama internacional tras los retoques que una vecina hizo al Eccehomo, que se exhibe en una iglesia del pueblo.
La parroquia de Borja, una localidad de más de 5.000 habitantes, es una de las más importantes de la provincia de Zaragoza.