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Condenado a tres años y medio por espiar el correo de dos empleados y difundir que eran gays

  • Un directivo reveló a su jefe la orientación sexual de dos compañeros de trabajo
  • Leyó sin autorización correos electrónicos personales de uno de ellos

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El directivo leyó esos correos franqueando la esfera privada de los trabajadores y para conocer hechos que nada tenían que ver con el trabajo, considera la sentencia.
El directivo leyó esos correos franqueando la esfera privada de los trabajadores y para conocer hechos que nada tenían que ver con el trabajo, considera la sentencia.

El Juzgado Penal 23 de Barcelona ha condenado al directivo de una empresa a tres años y medio de cárcel por revelar a su jefe la orientación homosexual de dos compañeros de su oficina en Barcelona con los que mantenía una mala relación después de leerlo sin autorización en correos electrónicos personales.

Cristian P. era responsable de la oficina de representación de Barcelona de la empresa Gartner J.G., y un día no determinado de 2008 -en todo caso antes del 14 de agosto- envió un correo al jefe de departamento de ventas de la empresa en Austria relevando la orientación sexual de ambos, que había leído los correos y que eran de "increíble contenido guarro", según la sentencia.

La decisión judicial lo absuelve del delito de injurias de que estaba acusado por calificar de "enfermos" a los empleados cuyo correo espió.

Es la primera causa abierta en España contra una empresa por injurias  homófobas a sus empleados, aunque finalmente la sentencia no ha  condenado por ese delito, al entender que no puede inferirse sin lugar a  dudas que con la expresión "enfermos" el acusado tuviera la intención  de "insultar o menospreciar" a los trabajadores gays.

El juez recuerda que estas dos personas, independientemente de que el resto de sus compañeros lo supieran o lo intuyeran, habían decidido no dar a conocer su homosexualidad, por lo que "el hecho esencial es que ellos decidieron mantener su orientación sexual reservada".

Leyó los correos personales de un ordenador encendido

Pese a eso, Cristian P. escribió al jefe diciendo que "lamentablemente" había descubierto la homosexualidad de sus compañeros y que los dos "se caían muy bien", después de haber leído los correos en el ordenador que uno de ellos se había dejado encendido.

El juez razona que, aunque sea cierta la versión del acusado de que  accedió a los mensajes al abrir por motivos de trabajo el ordenador de  uno de los empleados, "sigue sin justificarse por qué entró en su correo  electrónico, leyó los e-mails y comunicó el contenido".

"El acusado leyó esos correos franqueando la esfera privada de los trabajadores y para conocer hechos que nada tenían que ver con el trabajo".

Para el juez, tampoco tiene justificación que el acusado comunicara a su superior el contenido de los correos, porque "no se trata de un problema empresarial que tenga que debatir con su jefe.  La orientación sexual no puede ser considerada una traba para el  trabajo de forma que haya que comunicarlo al superior jerárquico",  argumenta el magistrado.

Pero como la información sí afecta a la intimidad de los compañeros, condena al acusado a tres años y medio de cárcel por revelación de secretos. 

La sentencia descarta que la revelación de su orientación sexual causara daños morales a los empleados, que a través de la acusación particular exigían una indemnización de 40.000 euros.