Zouhier tiene la conciencia "superlimpia" y afirma que alertó "una y otra vez" de los atentados
- Saldrá en libertad el día 16 tras cumplir diez años por tráfico de explosivos
- El exconfidente de la Guardia Civil espera que se sepa "la verdadera verdad"
El condenado por tráfico de explosivos en los atentados del 11M Rafá Zouhier, que saldrá de prisión el domingo tras cumplir una pena de diez años, asegura que tiene la conciencia "superlimpia". En una carta manuscrita remitida desde la cárcel de Puerto de Santa María, en Cádiz, asegura que su "único crimen" fue "alertar una y otra vez" de que se iban a cometer los atentados.
El exconfidente de la Guardia Civil califica su sentencia de "injusta" y afirma que confía en que algún día se sepa "la verdadera verdad" de la tragedia terrorista de la que este martes se cumplen diez años. Zouhier fue condenado por servir de mediador entre Jamal Ahmidan, El Chino, miembro de la célula islamista que perpetró los ataques, y el exminero José Emilio Suárez Trashorras, que facilitó a los terroristas la dinamita.
"Mi único crimen ha sido alertar una y otra vez sobre el traidor (o traidores) que odian a su país antes de que asesinaran a sus propios paisanos", señala el condenado antes de dar las gracias a "todos los españoles de bien" que han confiado en él.
El exconfidente confía en que "algún día se sepa la verdadera verdad y que se reconozcan los errores o la negligencia" que le "cambió la vida" a él y a "muchos inocentes", y asegura que su "único crimen ha sido alertar una y otra vez sobre el traidor (o traidores) que odian a su país", recoge Efe.
"Antes de que asesinaran a sus propios paisanos, os avisé de la misma mina, del mismo traidor, de los mismos explosivos, de la misma cantidad (150 kg) y os entregué una muestra de los mismos explosivos que mataron el 11M", indica. "No me importa seguir siendo el saco de boxeo que han puesto delante para que descarguéis vuestra ira", señala.
La sentencia de la Audiencia Nacional consideró como hechos probados que a principios de 2003, Rafá Zouhier puso en conocimiento de los guardias civiles para los que era confidente que Antonio Toro se dedicaba a traficar con explosivos y que tenía 150 kilos para vender proporcionados por su cuñado Suárez Trashorras.
Los agentes pidieron a Zouhier que les consiguiera una muestra de explosivo haciendo creer a Toro y Trashorras que tenía unos posibles compradores. El exconfidente consiguió así "un tarro pequeño de cristal con un poco de explosivo plástico" que hizo llegar a sus "controladores". Estos guardias civiles "tras obtener la opinión de un compañero experto en explosivos" destruyeron la muestra "sin hacer un análisis de su composición".
Rafá Zouhier "no volvió a hablar de explosivos a la Guardia Civil hasta después del 11 de marzo de 2004, a pesar de que estaba haciendo labores de intermediación para el suministro de detonadores y explosivos entre el grupo de Jamal Ahmidan y Suárez Trashorras", relata la sentencia.
Zouhier será expulsado a Marruecos
Cuando salga de la cárcel, Zouhier no podrá permanecer en territorio español ya que su licenciamiento definitivo, aprobado por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, especifica que será expulsado a Marruecos una vez se haga efectiva su puesta en libertad.
El pasado 13 de enero el tribunal comunicó a la Brigada de Extranjería y Documentación de Cádiz la fecha de su salida y le pedía que llevara a cabo "los trámites para su expulsión del territorio nacional" de acuerdo con la Ley de Extranjería.
Según el expediente penitenciario al que ha tenido acceso Europa Press, Zouhier saldrá de la cárcel tras pasar 3.650 días interno. Cumplió en carácter preventivo entre el 19 de marzo de 2004 hasta el 19 de agosto de 2008. Alcanzó la cuarta parte de su condena el 15 de septiembre de 2006 y la mitad, el 17 de marzo de 2009.