Cava y Seguí: 'Las oscuras manos del olvido' es un homenaje a las víctimas del terrorismo
- Es el primer cómic que trata en profundidad el tema de ETA
- "Un libro incómodo para todas las partes menos para las víctimas"
Ganadores del Premio Nacional del Cómic en 2009 por Las serpientes ciegas (Norma) Felipe Hernández Cava y Bartolomé Seguí son dos de las actuales estrellas del cómic europeo. Su nuevo trabajo es Las oscuras Manos del olvido (Norma) un emocionante thriller que es el primer cómic que trata en profundidad el tema de ETA.
Cuenta la historia de Toinou, un mafioso marsellés que sale de la cárcel (tras 30 años) y está decidido a cumplir la promesa que hizo a un empresario vasco de vengarlo si él o alguien de su familia eran asesinados. Por eso Toinou deberá buscar a un tal Itzala y liquidarlo, para lo que precisará la ayuda de las víctimas del terrorismo.
“La historia –asegura Hernández Cava- es un homenaje a las víctimas del terrorismo, más allá de que tenga una intriga policíaca de por medio y un personaje protagonista con sus propios conflictos personales. Hemos concebido el argumento como un Via Crucis que este personaje realiza acompañando a las víctimas en las sucesivas paradas”.
“Cuando estábamos trabajando en Las serpientes ciegas -comenta Bartolomé Seguí- Felipe me comentó que tenía en mente una trilogía sobre el tema de los héroes anónimos empujados por la historia. Y nos parecía fundamental posicionarnos del lado de las víctimas”.
“Creo que el hecho de que el protagonista sea un criminal marsellés -continúa Seguí- consigue universalizar la historia y convertirla en un reconocimiento a las víctimas de todos los conflictos de este tipo”.
“A las víctimas solo les quedará el rincón del olvido”
Un trabajo valiente que Hernández Cava considera que puede molestar a algunos sectores: “Posiblemente sea un libro incómodo para todos menos para las víctimas, al menos eso esperamos. Para el resto de los factores implicados creo que es un cómic muy poco complaciente, porque trata el fenómeno de los terroristas y los políticos de uno y otro signo. Los que piensan que el terrorismo de estado es la vía para terminar esto o los que apuestan por las negociaciones encubiertas y opacas. Unos y otros se van a ver señalados”.
“No sabemos cómo va a terminar el tema de ETA, pero reconozco que el mensaje del cómic es desesperanzador –confiesa Hernández Cava- porque pensamos que para que los poderes políticos cierren toda esta historia a su conveniencia van a sacrificar a las víctimas, a las que no les quedará otro lugar, como siempre ocurre, que el rincón del olvido”.
“Un tema inédito en el cómic”
El tema de ETA era prácticamente inédito en el cómic. El por qué es una pregunta para la que Hernández Cava no tiene respuesta: “Creo que sólo se había tocado un poco de refilón en La última ola, de Ramón de España, aunque no era el tema principal. Es un asunto que me preocupa desde hace décadas y queríamos homenajear a las víctimas que pocas veces se ven reflejadas en el cine y la literatura salvo en trabajos como los documentales de Iñaki Arteta (Voces sin libertad) o Elías Querejeta (Al final del túnel) o las novelas de Raúl Guerra Garrido y Fernando Aramburu”.
“Queríamos ser una pieza más de todo esto –continúa Hernández Cava- y empezamos a trabajar en la historia, con la incertidumbre de si nos íbamos a quedar desfasados, porque los acontecimientos se han precipitado en los últimos tiempos. Pero creo que no es el caso y vamos a ver cristalizar, en la realidad, varias conclusiones del cómic”.
Hernández Cava lleva décadas colaborando con las víctimas: “Para el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco de la época de Maite pagaza escribí dos documentales de los que el productor fue Jorge Martínez Reverte y el director Pedro Arjona. Y quedamos bastante satisfechos en la forma de acercarnos a la historia. Y para la Asociación de Víctimas del Terrorismo escribí el guión de otro documental que homenajeaba a las tres mujeres que en condiciones adversas crearon la AVT, Ana María Vidal-Abarca, Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O'Shea”.
Albert Camus y 'La peste'
La peste, de Albert Camus, que narra los efectos que una plaga puede tener en una determinada población (en este caso el terrorismo) es una de las mayores influencias de Las oscuras manos del olvido, del que una de las cosas más sorprendentes es la enigmática portada de Bartolomé Seguí, que, en apariencia, no guarda relación con el contenido. “Queríamos que la portada transmitiera la idea de que el lector se encuentre ante un libro profundo e importante -asegura Bartolomé Seguí- y, a la vez, intentábamos huir de los clichés de imágenes policíacas o de símbolos como el hacha y la serpiente”.
“Y buceando en sus archivos de documentación, Felipe encontró unos grabados del Siglo XVII de la vestimenta que usaban los médicos para tratar a los enfermos de peste. Unas imágenes que nos impactaron y que nos gustaron para la portada, porque con solo añadirle la pistola conseguía ese aire inquietante y misterioso. Era una apuesta arriesgada por lo alejada que parece de una historia policíaca, pero la respuesta de los editores y los lectores no ha podido ser más favorable”.
“Creo -continúa el dibujante- que transmite esa imagen universal del símbolo de la peste que contamina las sociedades que se olvidan de las anteriores epidemias. Y las diferencias que se asemejan el colaboracionismo en Francia a lo que ha pasado en la sociedad vasca”.
"En Francia, desafortunadamente la politica del Ministerio de Asuntos Exteriores ha sido bastante torpe en este asunto -asegura Hernández Cava- y mucha gente ve a ETA como unos patriotas pintados con un halo de romanticismo como el que algunos vieron a los carlistas en su momento. Como los escritores Joseph Conrad y Valle Inclán. Esa es otra de las razones por las que nos parecía tan interesante publicar este álbum en Francia, porque creo que hay un desconocimiento de lo que está pasando realmente y tienen una visión absurda de la realidad que luego ellos no aplican con movimientos independentistas como los de corsos o bretones, por ejemplo".
Se inspiran en el cine de Melville
Bartolomé Seguí vuelve a demostrar por qué es uno de los mejores dibujantes europeos gracias a su dominio de la narración y a su sacrificio de los alardes gráficos en favor de la historia. "Siempre hacemos una puesta en común del aspecto visual de la obra -asegura el dibujante- y en este caso decidimos inspirarnos en la atmósfera de películas policíacas, sobre todo en el cine de Melville y de su película El Samurai (un clásico del cine negro protagonizada por Alain Delon). Con ese referente decidimos la atmósfera del libro".
Actulamente el dibujante prepara otro proyecto junto a Hernández Cava y ultima el segundo volumen de Historias del Barrio, con guión de Gabi Beltrán.
Las oscuras manos del olvido es un libro valiente e imprescindible que figurará entre lo mejor de este 2014.