El Gobierno confirma la entrada de 21 inmigrantes en Melilla tras un forcejeo con agentes
- Un centenar de inmigrantes subsaharianos ha intentado entrar
- Lo ha conseguido un grupo que se había encaramado a la valla
- Varios inmigrantes han resultado heridos en el incidente
El Gobierno ha confirmado que 21 inmigrantes de origen subsahariano han conseguido acceder a Melilla tras un forcejeo con la policía, en un intento masivo de salto a la valla por parte de un centenar de personas que ha dejado a unas 30 de ellas del lado marroquí de la valla, según han informado fuentes de Interior.
Los subsaharianos que han logrado superar el fuerte cordón policial integraban el grupo de más de una treintena que se había subido desde las 19:00 horas a la zona alta del puesto fronterizo de Barrio Chino.
Varios de los inmigrantes han resultado heridos tras el enfrentamiento con los agentes de la autoridad y algunos han sufrido, incluso, convulsiones, según ha podido comprobar Efe. De hecho, seis de los inmigrantes que han entrado en la ciudad autónoma han tenido que ser atendidos por la Cruz Roja, informa Europa Press, y se desconoce si hay heridos entre quienes se quedaron al otro lado.
Tensión en el enfrentamiento entre inmigrantes y policía
Durante el forcejeo entre los inmigrantes y los policías se han vivido escenas de tensión, que han sido presenciadas por numerosos periodistas, así como curiosos, que se han acercado a la zona del vallado donde se encontraban los inmigrantes.
Los subsaharianos han permanecido más de una hora en la cubierta del puesto fronterizo, hasta que uno de ellos ha dado síntomas de estar herido, motivo por el que la Guardia Civil ha desplazado a la zona un vehículo especial con una escalera incorporada.
Además de este subsahariano herido, otros, alentados por los agentes que también se habían subido a la cubierta, han decidido descender por las escaleras instaladas, tras lo que han sido conducidos hacia el interior del puesto fronterizo, en dirección a Marruecos.
Al advertir esta circunstancia, algunos de los subsaharianos, que todavía se encontraban en la cubierta del paso de Barrio Chino, han decidido bajar por la zona del vallado, donde, inicialmente, han sido controlados por miembros de la UIP de la Policía Nacional y de los GRS de la Guardia Civil.
Un grupo consiguió escapar de los agentes
Sin embargo, cuando eran conducidos por los agentes hacia el interior del puesto fronterizo, se ha iniciado un forcejeo y, finalmente, en torno a unos 20 inmigrantes han conseguido superar el cordón policial.
Los subsaharianos han salido corriendo entonces en dirección al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), adonde ya habían llegado al menos otros diez compatriotas que habían conseguido superar el vallado a la primera.
Algunos de los inmigrantes han quedado tendidos en el suelo, aparentemente heridos, y han sido trasladados por los propios agentes en volandas hasta una ambulancia de la Cruz Roja que se había desplazado al lugar.
La Delegación del Gobierno no ha facilitado, por el momento, ninguna información oficial, a la espera de recabar todos los datos.
Interior lo relaciona con las obras en la valla
Precisamente sobre la cuestión fronteriza en Ceuta y Melilla ha hablado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en la Comisión de Interior del Senado. A su término, en declaraciones a los medios, ha afirmado que el nuevo salto "confirma que sigue existiendo una enorme presión migratoria" y lo ha relacionado con las obras emprendidas en la valla para reforzar el perímetro.
"No ha habido ningún elemento que nos haya permitido decir que se ha reducido la presión migratoria, tal y como sabíamos, precisamente porque se están instalando medidas que van a hacer mucho más difícil la entrada irregular la malla antitrepa", ha señalado.
Durante su comparecencia en el Senado, Martínez se ha referido a los inmigrantes que, como los de esta jornada, se encaraman a la valla con la esperanza de que por estar en suelo español se les permita acceder al territorio. Según ha dicho, esperar a que bajen para entregarles a Marruecos no es una devolución en caliente, sino un rechazo en frontera que se produce respetando la integridad física de estas personas.