Choques entre Policía y manifestantes en Estambul en la celebración del Primero de Mayo
- Las autoridades han prohibido las manifestaciones en la plaza Taksim
- Las autoridades informan de la detención de 140 personas
- Otras 90, entre ellas 19 policías, han sido trasladadas a hospitales
Unos 140 detenidos, un centenar de heridos y una ciudad paralizada durante la mayor parte del jueves ha sido el balance de las celebraciones del Primero de Mayo en Estambul (Turquía), en la que varios sindicatos han tratado de manifestarse en la emblemática Plaza Taksim, pese a la prohibición de las autoridades.
La oficina del gobernador de Estambul ha informado de que 90 personas, entre ellas 19 policías, han sido trasladadas a hospitales y que 23 siguen en observación, aunque ninguna está grave.
Además, han sido detenidas 142 personas, según el comunicado del gobernador, mientras que la Asociación de Juristas Progresistas (CHD) ha asegurado que ha sido contactada por 274 arrestados, entre ellos tres abogados.
Objetivo Taksim
Desde primera hora del jueves, grupos de manifestantes han intentado acercarse a Taksim, centro neurálgico de Estambul y símbolo de la lucha obrera, que estaba rodeado por la Policía. Unos 39.000 agentes bloqueaban todas las avenidas que llevan hacia la plaza y las autoridades suspendieron los transportes públicos en gran parte de la ciudad, entre ellos el servicio de barcos que comunica la parte asiática con la europea.
Ya sobre las 07.30 en horario peninsular español se habían registrado los primeros choques en los barrios de Sisli y Besiktas, situados a unos dos kilómetros de Taksim, y pronto se produjeron enfrentamientos en 14 puntos distintos de la ciudad, de acuerdo con la cadena Yol TV.
Un escenario especialmente violento ha sido Besiktas, donde la Policía ha usado granadas de gas y balas de plástico contra los manifestantes, que respondieron con adoquines, tirachinas y petardos.
Enfrentamientos contínuos
Algunos grupos han levantado barricadas en el bulevar Barbaros, una de las arterias principales de Estambul, y los enfrentamientos continuaron hasta pasado el mediodía. Sólo un pequeño grupo de dirigentes del sindicato Türk-Is, en buenas relaciones con el Gobierno, ha podido colocar una corona de flores en Taksim, mientras una gran área del distrito centro quedó cerrada no sólo al tráfico, sino también a los transeúntes.
"Llevamos dos horas esperando que nos dejen pasar y no sabemos ni por qué nos lo impiden", se ha quejado a Efe una pareja de turistas suizos en una avenida cerca del Bósforo. El Gobierno había prohibido cualquier reunión sindical en Taksim, aludiendo al riesgo de "provocaciones" por parte de "grupos terroristas", según el gobernador de la ciudad, Hüseyin Avni Mutlu.
Dos sindicatos, DISK y KESK, así como las federaciones profesionales de médicos y arquitectos desafiaron hoy ese veto. "Para nosotros es muy importante marchar a Taksim porque allí ha muerto gente y hay que recordarla", ha declarado a Efe Deniz, una estudiante que participó en las protestas en Besiktas.
La joven se refería a la masacre de 34 personas ocurrida a manos de pistoleros desconocidos en 1977, que motivó el cierre de la plaza hasta 2010, cuando el Gobierno volvió a permitir celebrar el Primero de Mayo en ese emblemático lugar. Pero ya en 2013 el Ejecutivo del primer ministro islamista, Recep Tayyip Erdogan, volvió a vetar la celebración, tras tres años de festejos que siempre se desarrollaron en paz y con la afluencia de cientos de miles de personas.
El Gobierno había habilitado para las celebraciones una enorme explanada a unos 5 kilómetros de Taksim, pero a esta convocatoria oficial no acudieron más que seis personas, informa el diario "Posta".
El sindicato Türk-Is ha elegido para su mitin el barrio asiático de Kadiköy, donde no hubo incidentes. "No hay manera de llegar a Taksim. Nosotros no podemos siquiera salir de la sede del sindicato DISK, ya que estamos rodeados por la Policía y disparan gas, balas de plástico y agua en cuanto se reúnen unas pocas personas", se quejó por teléfono a Efe Mehmet Soganci, presidente de la Unión de Médicos.
Soganci ha calificado la situación de "ley marcial" y "peor que bajo la dictadura militar de 1980". Aunque no ha podido precisar el número de asistentes a las distintas marchas, ha estimado en unas 3.000 personas las reunidas en torno a la sede de DISK.
“Una prisión a cielo abierto"
Otro millar ocupaba el cruce de Besiktas, según ha podido comprobar Efe, pero era imposible estimar cuántos intentaban burlar a la Policía en las callejuelas del barrio.
"Nunca se ha visto algo así, ni siquiera durante el régimen militar. Le gente no puede ni moverse, y eso que el motivo que han aducido para impedir la marcha a Taksim es que interrumpiría el libre movimiento", ha dicho a Efe Ilhan Cihaner, diputado del CHP, el mayor partido de la oposición.
"En la comisaría de Taksim pude observar que los detenidos están con las manos atadas y hay sangre en el suelo. No se les permite hablar con sus abogados", ha denunciado Cihaner. El manifiesto de los organizadores ha tildado la actitud de las autoridades de "fascismo" y ha asegurado que han "convertido Estambul en una prisión a cielo abierto".
También en Ankara se han registrados choques con la Policía alrededor de la emblemática plaza de Kizilay, donde algunos grupos consiguieron depositar flores, mientras que otros sufrieron cargas de gases lacrimógenos y balas de plástico y fueron objeto de detenciones.