Luis Durán: "En 'Orlando y el juego', la realidad se derrite"
- El dibujante crea un sorprendente multiverso en su nuevo cómic
- “Somos cocreadores de todo lo que vemos”, asegura
Luis Durán (Oñate - Guipúzcoa)
Licenciado en Bellas Artes, es uno de los mejores autores de cómic de los últimos años. Ha sido nominado en cinco ocasiones al premio al mejor guión en el Salón del Cómic de Barcelona (lo consiguió en 2002 y 2003). Comenzó publicando en revistas como "Cretino", "Tmeo", "Habekomik","Aizú", "Ritmo del Rock", "Ría del ocio", etc, y más tarde, autoeditando sus álbumes ("Solsticio", "El vuelo del caracol", "Nabo", "El gato sin alas") bajo el sello Mancuso Cómics. Sus trabajos han aparecido en diarios españoles como "El Correo", "El País (El Pequeño País)", "El Diario Vasco" y "El Diario de Burgos". Y sus álbumes han sido publicados por varias editoriales en España y Francia (Sins Entido, Planeta d'Agostini, La Cúpula, Rackham Editions...).
Como todos los grandes creadores, Luis Durán, siempre está buscando nuevos desafíos. Y, tras hablarnos de la infancia y los sueños en la interesante Una colmena en construcción (Norma), ahora nos sorprende con su obra más ambiciosa: Orlando y el juego (Diábolo), una historia de ciencia ficción y saltos en el tiempo que se desarrollará en varios volúmenes. El primero se títula, La sociedad de la niebla.
“Es un tebeo de corte fantástico –nos comenta Luis-. La historia comienza cuando Comité seis, que son algo así como los coordinadores o, mejor dicho, los administradores de una línea de tiempo colindante a la nuestra, aunque bastante más evolucionada, buscan a Orlando para hablarle de Marcel, un habitante de ese universo-fractal que, al parecer, está incumpliendo normativas y leyes vigentes de esa realidad al interferir a lo largo y ancho de todo el multiverso con la finalidad de mejorarlo”.
“Orlando recibe el encargo, por parte de Comité seis, de evitar que esto continúe sucediendo. A partir de ahí la historia narra como Orlando buscará a Marcel por las distintas probabilidades e intentará subsanar las injerencias que éste ha estado perpetrando en cada uno de los universos. A lo largo de la serie, las cosas se irán complicando ya que el paso de Orlando por los distintos mundos provocará, sin que éste pueda evitarlo, una serie de sincronicidades, obstaculizando así su misión. Es, en cierto modo y resumiendo una persecución entre mundos con cierta estructura de western”.
Un juego en el que el lector es “cocreador”
Luis asegura que, para construir este mundo, es fundamental la participación del lector, casi como un juego: “El termino “juego” aparece en el título de la obra y también en algunos pasajes del libro y es una alusión a una serie de ideas que ya surgieron también en algunos de mis anteriores libros, por ejemplo en Una colmena en construcción o en La ilusión de Overlain.
“Esta serie de ideas, hacen referencia a una manera muy particular de ver y de sentir el mundo, que ha sido compartida y abanderada a lo largo de la historia, por gnósticos, neoplatónicos, románticos, renacentistas, alquimistas y poetas. Todos ellos dejaron de lado el racionalismo cartesiano y se atrevieron a observar el cosmos de otra manera, desde otro prisma más metafórico y simbólico y también menos literal del que, por lo general, utilizamos en los tiempos actuales. Por eso aludo al término “juego” ya que lo que planteo en el libro es que nosotros somos cocreadores de todo cuanto vemos y en ese sentido ¿qué es crear sino “Jugar”?
Sin embargo, a pesar de que el protagonista se llame Orlando y el tiempo sea el quiz de la historia, Durán asegura que su obra no tiene nada que ver con el orlando de Virginia Woolf: “Uy, no, no, este Orlando no se va a despertar transformado en mujer ni nada por el estilo aunque si va a recorre mucho mundo. Se va a llevar más de un sobresalto, eso sí... pero ninguno tan grande!”
Lo que si juega un papel importante es el mito de la caverna de Platón: “A menudo –comenta Luis- mis personajes se quejan en mis tebeos de que hemos literalizado todo y de que hemos confundido el mapa con el territorio. En ciertas religiones como el Budismo Védico o el Hinduismo ya se hablaba de Maya, de que todo cuanto nos rodea es una ilusión, y que confundimos la sombra con la verdad. Textos como los que se recogen en el Kybalión ya exponían la idea de que, realmente, nada existe “fuera” de la consciencia y que es, a través de nuestras ideas, pensamientos y creencias como realmente armamos nuestra realidad”.
Los protagonistas son como Pat Garret y Billy “el niño”
En cuanto a los protagonistas, Luis asegura que “Aunque en un principio puedan parecer antagónicos y vayan a pasarse varios libros persiguiéndose de una dimensión a otra tienen, en realidad, mucho en común y poco a poco irán transformándose en aliados. Son una especie de Patt Garret y Billy “el niño”, uno da sentido al otro y entre ambos, conforman la historia”.
“Además –continúa el dibujante-, aparecerán otros personajes que ayudarán a Marcel en su cruzada particular por dignificar los distintos mundos, como Tutumukuku que es un onironauta que deshará entuertos en fase REM, es decir, mientras duerme. Tutumukuku ya aparecía en mi libro El Martín pescador publicado por Dolmen Editorial hace ahora unos años”.
“A lo largo de la serie voy a ir incorporando, además de a Tutumukuku, otros personajes que ya aparecían en algunos de mis libros anteriores. Tutumukuku pertenece a la famosa Sociedad de la Niebla. Una misteriosa hermandad fundada, tal vez en el siglo XVI, pero con antecedentes en la antigua Grecia e integrada por numerosos artistas y místicos como Poussin, cuya obra era simbología pura, o Verne que incitó a la gente a interesarse por el progreso. También Alejandro Dumas, Delacroix... Todos ellos fueron integrantes de esta logia y todos ellos intentaron transformar la mentalidad de la sociedad a través de sus respectivas obras, de una revolución silenciosa”.
‘Lost’, ‘Fringe’ o el ‘Dr. Who’ entre sus influencias
Uno de los aspectos más destacados del libro es el multiverso en el que se desarrolla la historia. “Tengo la intención de ambientar cada capítulo en una realidad/época distinta –asegura Luis-. Así que, visualmente, a la serie no le va a faltar colorido y esta constante alternancia de contextos va a permitir al lector, mientras recorre las páginas del libro, desde viajar por Oceanía y evocar los paisajes que plasmó Gauguin a adentrarse en pleno corazón de África para escuchar a los nativos narrar sus historias, o acercarse hasta el sur de Virginia e indagar en la vida colonial o simplemente zambullirse en una la conversación entre gamusinos que pasean por un mundo de solo dos dimensiones. Hay cabida para todo en este viaje. Solo hace falta llevar la maleta bien repleta de imaginación”.
"Orlando y el juego –continúa Luis- tiene cosas en común con series como Fringe, Lost, Torchwood..., al igual que en este cómic, la realidad se derrite también en todas ellas. Además son series que me gustan mucho por sus temáticas. Y en este espectro de ideas, de contenidos comunes puede también incluirse cierto cine, películas como el Show de Truman, Dark City o la saga Matrix o lecturas como La invención de Morel. Creo que los seguidores de este tipo de obras van a disfrutar muchísimo leyendo Orlando y el juego.
Pero esos saltos espaciotemporales también son un gran desafío para Durán: “Claro, es así, siempre que me meto en un libro nuevo, digamos que tengo que ponerme a estudiar otra vez y en este caso, como la historias transcurren en distintos periodos históricos, digamos que me ha tocado estudiar por partida doble e incluso triple... pero es algo que, lejos de agobiarme me agrada, disfruto mucho haciéndolo”.
“En realidad hacer tebeos obliga al autor, o, debería obligar al autor a regresar “al cole” continuamente. Siempre estoy documentándome y apuntando en papelitos anécdotas sobre periodos históricos y cosas varias. Y, gráficamente, tampoco dejo de ejercitarme, continuo estudiando las proporciones, anatomías, luces y sombras, color... siempre estoy intentando que mi dibujo avance, evolucione. Se necesita aprender de muchas materias para lograr hacer un buen cómic y para intentar hacerlo cada vez mejor. Si te fijas, este libro posee mucho más detalle, a nivel gráfico, que cualquiera de mis anteriores títulos”.
Sus proyectos
Luis confiesa que los mayores desafíos de esta historia son “Sobre todo de trabajo. Realizar una serie como esta, requiere un esfuerzo enorme ya que serán, en total, entre los cuatro o cinco libros que la conforman, más de mil doscientas páginas a color y con viñetas con muchísimo detalle y documentación”.
“Por otro lado, las ventas de cómics, libros y música han descendido en los últimos años más de un 40%, así que lanzarse, en los tiempos que corren, a realizar una serie de varios volúmenes es algo bastante más arriesgado que hace tan solo unos años, tanto para el autor como para el editor. Así que aprovecho, desde aquí, para agradecer a Diábolo Ediciones y a Lorenzo Pascual, su editor, su valentía ya que desde el principio estuvieron interesados en editar la serie en el mercado tanto francés como español”.
“La serie va a constar de cuatro o cinco tomos –asegura Luis-. La estructura va a ser similar en todos ellos. En cada entrega iré incluyendo cinco o seis historias autoconclusivas que el lector podrá leer sin necesidad de haber seguido la serie. Pero sí que habrá una historia, ambientada durante el año 1495, que se prolongará a lo largo de todos los tomos y que será el esqueleto que arme la saga".
“En cuanto a otros proyectos, al margen de Orlando y el juego, tengo pensado recopilar mis historietas cortas en un volumen. Historietas que he ido publicando a lo largo de estos últimos años en Dos veces breve, El pequeño País, etc. Estoy coloreándolas poco a poco ya que la mayoría fueron publicadas, en blanco y negro y ahora me apetece más, editar mis cosas a color. También está en el aire el proyecto de que una editorial reedite algunas de mis anteriores novelas gráficas. Títulos como Volátil, La tierra negra, Antoine de las tormentas o Atravesado por la flecha... ya que muchas de ellas se encuentran actualmente agotadas y por suerte poseo los derechos de todas ellas”.
Echad un vistazo a este interesante proyecto porque nos encontramos, sin duda, ante uno de los cómics más originales, ambiciosos, sorprendentes y destacados del año.