Los sindicatos descartan un error humano y denuncian un fallo del protocolo ante el ébola
- Hablan de improvisación y de falta de información y entrenamiento
- "Los trajes de protección eran deficientes", dice el Sindicato de Enfermería
- Exigen explicaciones inmediatas y la dimisión de las responsables
- Dicen que los recortes y al "desmantelamiento" del Carlos III son el origen
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Los sindicatos de médicos y enfermeros se preguntan qué ha fallado para que una auxiliar que trató a dos pacientes enfermos de ébola en el hospital Carlos III haya resultado infectada. Exigen explicaciones y que se depuren responsabilidades. La noticia no les coge completamente por sorpresa. Ya habían advertido de que “no se daban las condiciones necesarias” para tratar esta enfermedad.
Lo primero que denuncian es la falta de información. “Llevamos meses pidiendo a la gerencia del hospital de La Paz los protocolos específicos de seguridad pero se han negado a publicarlos. La información que han recibido los enfermeros fue precipitada e insuficiente”, afirma a RTVE.es Mar Rocha, adjunta a la secretaría de Organización del Sindicato de Enfermería (Satse).
"Los protocolos no están lo suficientemente ensayados. Algunos enfermeros dicen que los cursos duraron 15 minutos y ni siquiera eran obligatorios", denuncia el doctor Gabriel del Pozo, vicesecretario general de Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid). "Si la atención a estos pacientes es obligatoria, los cursos también deberían serlo", añade.
Desde el CSI-F aseguran que los profesionales se han sentido “desamparados”. “No hubo tiempo para hacer simulacros ni para familiarizarse con los equipos. Los enfermeros de la UVI ni siquiera conocían a los médicos con los que iban a trabajar”, ha indicado en rueda de prensa Antonio Caballero, responsable de la junta del Carlos III.
Las autoridades sanitarias aseguran que los protocolos estaban claros y que el material médico disponible era el adecuado. Pero los enfermeros no opinan lo mismo.
Descartan un "error humano"
"Los equipos de protección individual eran insuficientes", denuncia en RNE José Manuel Freire, secretario general del Satse, que añade que los trajes ni siquiera tenían el nivel requerido para este tipo de patologías. Eran de nivel 2 cuando, dicen los sanitarios, se precisa un 4 (completamente impermeable y con respiración autónoma).
Traslado del primer misionero repatriado con ébola, Miguel Pajares.EFE/ E.M.
"El material no era el que ellos esperaban y tampoco tenían la formación adecuada", añade Rocha. De ahí que algunos expertos apunten a un "error voluntario" como causa del contagio.
Los sindicatos, sin embargo, son tajantes y descartan un error humano por parte de la auxiliar contagiada, que tiene 14 años de experiencia y se había ofrecido como voluntaria para participar en los operativos que atendieron primero Miguel Pajares y después a Manuel García Viejo. “Ha sido un protocolo mal activado y que no ha funcionado adecuadamente. No estamos dispuestos a que se la responsabilice", ha asegurado Elena Moral, portavoz del CSI-F.
El sindicato denuncia “el estrés” al que han sido sometidos los trabajadores en contacto con pacientes contagiados. “La administración ni siquiera se planteó descansos compensatorios. Sólo pudieron descansar como si se tratara de una jornada normal o cogiéndose días de vacaciones”, apunta Caballero.
"Poca vigilancia" tras la exposición al virus
Además de determinar qué falló para que la auxiliar se contagiara, una segunda línea de investigación deberá aclarar por qué no fue tratada inmediatamente tras los primeros síntomas de infección. “El servicio de prevención falló. Ella tenía que haber sido atendida desde el principio en el hospital Carlos III”, advierten en Amyts.
“No parece razonable que una auxiliar de enfermería que está en contacto con pacientes de ébola con resultado de fallecimiento, al día siguiente se vaya de vacaciones. Ha habido poco control, por no decir ninguno”, añade el secretario general de Satse.
El protocolo de seguridad que se aplicó no recoge una especial vigilancia como en EE.UU., donde las personas que han estado en contacto con el virus deben estar en cuarentena. La enfemera cumplió con los controles básicos -tomarse la temperatura dos veces al día- e hizo vida normal hasta que se detectó una fiebre de 38,63 -el umbral de sospecha- el pasado domingo y fue ingresada en el hospital de Alcorcón. De hecho, disfrutaba de unas vacaciones en Madrid e incluso se presentó a unas oposiciones de enfermería el 27 de septiembre.
Una muestra de ese descontrol es, según denuncia UGT, que a las empleadas de la limpieza del hospital de Alcorcón se las ordenara limpiar la zona donde había estado la auxiliar contagiada "sin haber recibido esa formación e información sobre las medidas preventivas a adoptar", a lo que ellas se negaron.
El gerente del Hospital La Paz-Carlos III ha reconocido que habrá que revisar si el seguimiento que se le hizo a la enfermera fue el adecuado y el coordinador del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, cree ahora que "quizá habría que haber aplicado un protocolo de aislamiento".
Explicaciones y dimisiones
Los sindicatos piden que se depuren responsabilidades y señalan que los “recortes en Sanidad” y el “desmantelamiento del hospital Carlos III”, un hospital de referencia en enfermedades tropicales, están en el origen de esta crisis. "Exigimos la dimisión de los responsables pero primero que solucionen el problema que han creado", subraya Julián Ezquerra, secretario general de Amyts, que apunta directamente a la ministra de Sanidad, Ana Mato y a la directora de Salud Pública, Mercedes García Vinuesa, entre otros.
“Los recortes y el desmantelamiento del Carlos III son el origen de esta crisis“
Para Amyts las repatriaciones tenían un "rédito político" que precipitó la toma de decisiones, a su juicio, erróneas. "El Carlos III se abrió deprisa y corriendo cuando está en pleno desmantelamiento para acoger a los pacientes con ébola. Y esto no puede ser. Deberían haber pensado antes los problemas de quitar unidades punteras cuando no tienes recambio", advierte a RTVE.es el doctor del Pozo. La planta 22 del hospital Gómez Ulla debía estar lista este mes para atender los casos relacionados con este virus pero un fallo técnica retrasará su apertura.
“El recorte de la Sanidad nos afecta a la salud de todos. Hay que pensar dónde se mete la tijera”, dice Caballero, del CSI-F. Y su compañera Elena Moral añade: “El Carlos III es el único hospital en toda España capacitado para atender a pacientes de este tipo. Ya advertimos en su día de que su desmantelamiento podría producir situaciones como las que vemos hoy".