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¿Tiene usted el coche de Joe Strummer?

  • Un documental reconstruye la estancia del cantante de los Clash en España
  • Dejó olvidado en un garaje de Madrid un Dodge con matrícula de Oviedo
  • Strummer se refugió en Granada mientras su mítica banda agonizaba
  • I need a Dodge! Joe Strummer on the run, de Nick Hall, se verá en Barcelona

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'I need a Dodge! Joe Strummer on the run', la búsqueda del coche del cantante de los Clash

Era un Dodge Dart 3700 GT con matrícula de Oviedo. De color plata, o quizás verde, o burdeos... Aquellos que lo conocieron no recuerdan bien el color, ni la matrícula, lo mismo que su dueño no se acordaba dónde lo dejó aparcado. El hecho no tendría más trascendencia de no ser porque su propietario era nada menos que Joe Strummer (1952-2002), el cantante de los míticos The Clash, y porque lo dejó olvidado en España.

La búsqueda de este coche es el mcguffin del documental I need a Dodge! Joe Strummer on the run para indagar en las largas temporadas que pasó entre 1984 y 1986 el cantante punk en España, a donde "huyó para escapar de todos los problemas que tenía en Londres", con los míticos Clash agonizando tras haber expulsado al guitarrista Mick Jones y al batería Topper Headon, explica a RTVE.es Nick Hall, director de esta cinta que se presenta este domingo 26 de octubre en Barcelona en el In-Edit Music Doc Festival y el 1 de noviembre en Madrid.

"Me voy a Londres rápidamente, pero antes yo aparcado mi choche en un garaje, debajo de un bloca, en centro Madrid. Yo creo un poco al oeste del centro, cerca la Casteliana. Pero, siete vez... seven times I look for it, but I don't find it yet (lo he buscado siete veces, pero aún no lo he encontrado)".

Este es el llamamiento desesperado que lanzó Strummer en su spanglish a través de las ondas de Radio 3 en una entrevista con Paco Pérez Bryan en el festival de Glastonbury de 1997 para intentar localizar un coche que le encantaba y que dejó estacionado en un garaje madrileño en 1986, cuando tuvo que salir corriendo a Londres para asistir al nacimiento de su segunda hija, Lola, el 14 de enero de ese año.

Y este mensaje de aviso sobre el Dodge perdido es la "anécdota" que Nick Hall descubrió "por casualidad" al hablar con el periodista Jesús Arias -amigo de Strummer y hermano de Antonio Arias, cantante de Lagartija Nick y exmiembro de 091- y que le pareció "perfecta" para convertirla en "hilo conductor" de I need a Dodge! Un documental que Hall, cámara y montador británico afincado en Barcelona desde 1996, en principio comenzó a escribir como largometraje después de encontrar en una biografía sobre los Clash una fotografía de su líder con la Alhambra de Granada de fondo que le despertó el interés por conocer "las aventuras de Joe Strummer en España".

Un punk fascinado por Lorca y Andalucía

A lo largo de los 67 minutos del documental, que se estrenó el pasado 11 de octubre en el CBGB Music and Film Festival de Nueva York, Nick Hall reconstruye los pasos españoles del cantante a través de los testimonios, entre otros, de los músicos con los que hizo migas en Granada y Madrid, los 091 -a los que ayudó a producir su segundo disco, Más de cien lobos (1986)- y Radio Futura, y de dos de los componentes de la segunda formación de los Clash, Pete Howard y Nick Sepphard, además del de Gaby Holford, su novia entonces y madre de sus dos hijas, unos testimonios, estos últimos, difíciles de conseguir "cuando quieres hablar de un grupo mítico y nadie te conoce".

También recoge el testimonio de Esperanza Romero, quien a principios de los 70 compartió casa okupa con Strummer en Londres junto a su hermana, Paloma Romero, quien se convertiría en novia del entonces cantante de The 101'ers y que también tuvo su propia carrera musical como batería de los grupos The Slits y The Raincoats bajo el sobrenombre de Palmolive. Ambas hermanas malagueñas hablaban con él de Federico García Lorca, le llevaron al teatro a ver Yerma y le invitaron a visitar Granada y desde entonces quedó "fascinado" por Andalucía, y por la situación política española -la canción "Spanish Bombs" de The Clash es un claro ejemplo-, cuenta el director.

Con esos precedentes está claro que no fue una casualidad que eligiese España para escaparse en 1984 cuando Strummer se encontró "en una encrucijada", en palabras de Santiago Auserón, tras darse cuenta de que se había cargado a los Clash tras expulsar a Topper Headon y Mick Jones, quien además triunfaba con su nueva banda, Big Audio Dynamite. La banda precursora del punk británico se disolvería definitivamente en 1986.

"Fue un periodo duro para Joe sin duda. Fue una huida para salir de la situación de la banda y los problemas que él mismo había creado. En una entrevista a un periódico de Granada dijo que estaba allí 'para sentir el dolor de los errores del pasado'", explica Nick Hall, admirador confeso de un grupo que empezó a escuchar gracias a los vinilos de su hermano mayor.

Un disco y un Dodge

Un Strummer alicaído deambulaba por los bares de Granada hasta que en el Silbar lo reconocieron una noche los componentes de 091, que acaban de publicar su primer álbum. Se hicieron amigos y este se embarcó en la producción del segundo trabajo de los granadinos de un modo filantrópico, en cierto modo como una especie de "terapia" acercándose a la "energía e ilusión" de unos músicos jóvenes.

El líder de The Clash acompañó a los 091 a grabar el disco a Madrid, con Discos Zafiro -la grabación se convirtió en una auténtica pesadilla y se demoró durante semanas-, y allí frecuentaron la compañía de Radio Futura. Precisamente en la puerta de la casa de Santiago Auserón solía estar aparcado un Dodge Dart (versión española del modelo americano) del que se enamoró, y no paró hasta conseguir comprarse uno, que conducía, por supuesto, sin carné. En plena grabación del disco, Strummer tuvo que salir corriendo a Londres para asistir al parto de su hija.

"Para mí toda esta historia es pura melancolía. No es precisamente una celebración de la vida artística de Joe Strummer. Hasta el disco que produce lo acaban remezclando sin avisar. Y encima pierde su coche. Pobre tío", comenta el director del documental, al que le ha costado cuatro años sacar adelante su primera cinta después de una intensa campaña de crowfunding y gracias a la colaboración de muchos profesionales "que no han cobrado un duro".

"El 99% del coste ha sido para pagar los derechos de las canciones de The Clash. Es una pasada", se queja Hall, que aún confía en que alguna televisión le compre el documental antes de sacarlo en DVD en abril o mayo de 2015.

Tras la pista del Dodge

A la par que I need a Dodge! Joe Strummer on the run bucea en las ocupaciones del cantante punk, sigue la pista del coche perdido. "Pensaba que era imposible encontrar un coche perdido en 1986, pero a medida que investigaba encontré más pistas de lo que pensaba", reconoce Nick Hall que se pateó garajes y garajes del centro de Madrid y acabó enfrentándose a la burocracia analógica de Tráfico, que no guarda un registro digitalizado de las transmisiones de vehículos de aquella época. En aquellas fechas había unos 200 Dodge de ese modelo con matrícula de Oviedo.

"No he perdido la esperanza de encontrarlo. Aunque lo veo muy difícil, puede que acabara desguazado. A ver si cuando vean el documental alguien me dice yo lo tengo", ríe Nick Hall. Así que, por casualidad, ¿no tendrá usted el coche de Joe Strummer?