Así nació la fibra óptica
- A finales del S.XIX se demostró que la luz puede viajar confinada en un medio
- La invención del láser fue definitiva para el despegue de la fibra óptica
- El físico indio Narinder Singh Kapany inventó los cables de vidrio
La información es el motor de nuestra sociedad. No imaginamos un día sin enviar un correo electrónico o navegar por internet. Hasta hace bien poco el par de cobre era suficiente, sin embargo cada vez transferimos un mayor volumen de datos. Queremos acceso a Internet de gran velocidad, aplicaciones con descarga de información a tiempo real o vídeo en alta definición calidad. A día de hoy la solución para satisfacer esta exigente demanda está en la fibra óptica, capaz de transmitir este enorme flujo de datos a lo largo de enormes distancias y a gran velocidad.
La fibra óptica es un filamento de vidrio extremadamente largo y flexible. Su grosor es aproximadamente el doble del de un cabello humano. A través de ella viajan señales de luz láser que conforman mensajes que luego se descifran en el destino. Las fibras están protegidas por una camisa plástica y se reúnen en haces de la anchura de un cable convencional.
Actualmente es uno de los materiales predilectos de los ingenieros en telecomunicaciones por su ligereza, flexibilidad, resistencia y por lo barata que es la materia prima para su construcción: la arena. Con unos pocos kilos es posible fabricar decenas de kilómetros de fibra óptica.
El uso de la luz se remonta al siglo XVIII
El uso de la luz para transmitir información se remonta al siglo XVIII, cuando el inventor francés Claude Chappe desarrolló en Francia el telégrafo óptico. Eran torres enfrentadas separadas por decenas de kilómetros que reflejaban mensajes codificados en forma de luz con espejos. La idea de usar la luz confinada en un medio para transmitir la información llegó en 1870. El físico irlandés John Tyndall descubrió que la luz podía viajar en un chorro de agua.
Sentadas las bases que demostraban que la luz puede viajar recluida en un medio, no fue hasta los años 50 del siglo XX, cuando el físico indio Narinder Singh Kapany se lanzó a la empresa de desarrollar un material por el que la luz pudiese viajar adaptándose a su forma y curvatura. Y lo logró. Inventó los cables de vidrio. Pero tenían un problema severo: las pérdidas de información. La luz de disipaba y no lograba cubrir distancias mayores a los 9 metros. Fueron muchos los científicos que trataron de mejor el prometedor invento, sin éxito. Hasta la invención del láser en 1960.
Con el láser los científicos disponían de un excelente soporte en el que codificar la información. Ahora sí, debían esforzarse en encontrar un medio eficaz para hacerla viajar. Así comenzaba la carrera definitiva hacia el éxito de la fibra óptica.
En 1966 Charles Kuen Kao y George Hockham, dos jóvenes ingenieros de los Laboratorios de Telecomunicaciones Standard (Estados Unidos) decidieron buscar una manera de optimizar la transmisión de información a través de cables de vidrio, el mejor soporte para transmitir el láser.
Kao y Hockman averiguaron que la pérdida de información se debía a las imperfecciones del cristal y no al material en sí. Publicaron un trabajo en el que daban una solución a la ineficacia de la transmisión a través de este soporte cristalino. Aseguraban que si se eliminaban las imperfecciones del material, la información viajaría de un extremo a otro de la fibra, que puede alcanzar varios kilómetros y, además, muchísimo más rápido.
Con el paso de los años la pureza de las fibras ópticas se ha ido refinado para conseguir una transmisión de información más eficaz. La primera conexión telefónica con fibra óptica fue en 1977 por la compañía de General Telephone and Electronics. Desde entonces hasta ahora se ha ido implantando en las principales ciudades del mundo.
La digitalización española, en la cuerda floja
El objetivo de la Agenda Digital para España es la cobertura de más de 30 Mbps para el 100% de la ciudadanía y al menos el 50% de los hogares tengan contratadas velocidades de acceso superiores a 100 Mbps para 2020.
Por el momento, respecto a Europa, estamos bien conectados. Telefónica contaba en septiembre del año pasado con 8,8 millones de hogares pasados con su fibra en España, Orange había instalado fibra en Francia a 3,3 millones de hogares e Italia con 1,31 millones de hogares.
El proceso digitalización está ahora en la cuerda floja. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto que Telefónica ofrezca acceso directo a su red de fibra óptica a los competidores que lo soliciten a un precio mayorista regulado en todo el territorio nacional con la excepción de los nueve municipios españoles en los que existe un mayor despliegue de redes de banda ancha, entre ellos Madrid y Barcelona. Telefónica ha indicado que la nueva regulación hace peligrar inversiones y empleo.