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Suiza propone un Comecocos gigante para capturar el pequeño satélite SwissCube

  • Es un satélite con una red que capturará la basura espacial
  • Ingenieros y estudiantes de Suiza ya tienen un prototipo del dispositivo
  • El CleanSpace One podría lanzarse en 2018 y se prevé que capture un satélite de 10 cm

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Ilustración del satélite que está previsto que acabe con la basura espacial. En este caso, capturando el pequeño satélite SwissCube.
Ilustración del satélite que está previsto que acabe con la basura espacial. En este caso, capturando el pequeño satélite SwissCube.

Hace más de tres años que el Centro Espacial Suizo (SSC) puso en marcha el proyecto CleanSpace One, que pretende mitigar el impacto de la basura espacial que puebla la órbita terrestre. Es decir, aquellos satélites y objetos espaciales que han quedado en desuso y que corren el peligro de chocar o reentrar en la atmósfera de forma incontrolada.

Con una posible fecha de lanzamiento pensada para 2018, los participantes en el proyecto ya tienen el prototipo del dispositivo que usarán para capturar el SwissCube, un satélite de 10 centímetros que pesa 820 gramos y que orbita a unos 720 kilómetros de la superficie terrestre.

El pequeño satélite diseñado y lanzado por estudiantes suizos, lleva operando cinco años y está previsto que sea el protagonista de la primera prueba del SSC para limpiar los desechos peligrosos que orbitan nuestro planeta, según ha informado la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).

Una red de captura

El prototipo creado se parece a una red con forma de cono que, una vez captura su objetivo, se cierra. La han diseñado ingenieros de eSpace, el centro de de Ingeniería Espacial de la EPFL y del laboratorio de Procesamiento de Señal 5 Signal Processing 5 Laboratorio en colaboración con estudiantes de Microingeniería de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ginebra (HES-SO HEPIA).

Antes de llegar a esta conclusión los estudiantes valoraron construir desde unos brazos articulados con garras hasta un sistema de tentáculos.

"Este sistema es más fiable y ofrece un mayor margen de maniobra que una garra o un sistema articulado", ha comentado el profesor de tecnología industrial en HEPIA Michel Lauria.

Así, en 2018 se podría enviar al espacio esta especie de Comecocos gigante -junto a la compañía aeroespacial Suiza S3- para capturar el pequeño satélite y, de conseguirlo, ambos se desintegrarían al tocar la atmósfera.

Los desafíos que plantea SwissCube

"SwissCube no es solo un objeto de 10x10 centímetros difícil de atrapar, tiene partes más oscuras y más claras que reflejan el sol de manera diferente, ha explicado el estudiante de doctorado del LTS, Christophe Paccolat.

"Estas variaciones pueden perturbar el sistema de aproximación visual y por lo tanto también las estimaciones de su velocidad y la distancia", ha señalado Muriel Richard-Noca, jefa del proyecto, quien destaca la extrema complicación de la misión: "Un único error en el cálculo del acercamiento al SwissCube bastaría para que el satélite y el CleanSpace One rebotaran en el espacio".

Para evitar este tipo de errores, se están probando los algoritmos de aproximación visual de las cámaras del satélite de limpieza. Concretamente, están teniendo en cuenta el ángulo de la iluminación del Sol, los datos físicos del CubeSat, la velocidad relativa a la que se mueve y las incertidumbres que puedan surgir en la medida, así como la velocidad de su propia rotación.

La preocupación por limpiar la órbita terrestre de desechos espaciales radica en que estos se pueden convertir en proyectiles que amenacen los dispositivos activos y las personas que trabajan en el espacio.

La NASA y el sistema alemán TIRA -en colaboración con la ESA- son algunas de las instituciones que controlan estos objetos espaciales. Asimismo hay varias iniciativas, además de CleanSpace One, que trabajan en soluciones a largo plazo para recuperar y eliminar toda esta basura espacial.