El presunto asesino de Eva Blanco acepta ser extraditado a España
- Ahmed Chelh fue detenido en Francia, donde vivía desde 1999
- Intentó suicidarse el pasado lunes pero los agentes lo evitaron
El presunto asesino de Eva Blanco, Ahmed Chelh, ha aceptado ser extraditado a España -donde un juzgado le reclama por la violación y muerte violenta de esta joven hace 18 años en el municipio madrileño de Algete- en una vista celebrada este miércoles ante la Corte de Apelación de Besançon, al noroeste de Francia, donde fue detenido la semana pasada.
Al ser voluntario su traslado se producirá en los próximos días, según han indicado fuentes conocedoras del caso citadas por Europa Press. Si se hubiese opuesto, la justicia francesa habría decretado un plazo de 40 días antes de tomar otra decisión, por lo que el proceso podría haberse alargado incluso varios meses.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, confía en que la entrega del presunto autor del asesinato de la joven Eva Blanco en 1997 se produzca "a la mayor brevedad posible".
La Fiscalía de Besançon ha explicado que Ahmed Cheld, de 52 años, nacionalidad española y origen marroquí, "no ha reconocido los hechos" que se le reprochan, aunque ha precisado que no ha sido interrogado en Francia sobre el fondo del asunto.
Pide "cumplir la pena en Francia"
"Deben ser las autoridades judiciales españolas quienes le interroguen, nosotros simplemente hemos estudiado la demanda de extradición", ha apuntado una fuente judicial citada por Efe.
Sin embargo, ha precisado que el sospechoso ha pedido a las autoridades francesas "cumplir la pena en Francia", lo que interpretan "casi como una confesión" del crimen.
Fuentes jurídicas han informado de que el pasado lunes Ahmed Chelh hizo un "pequeño intento de suicidio" al herirse en el cuello, pero la intervención de los agentes del orden galos evitó que lo consumara.
El análisis de las muestras de ADN encontradas en el cuerpo de Eva Blanco, hallado en abril de 1997 en una cuneta próxima a la localidad madrileña de Algete, ha permitido a los investigadores españoles remontar la pista hasta el arrestado en Francia.
Durante 18 años, los agentes de la Guardia Civil habían trabajado en encontrar al asesino de Eva Blanco, cuyo crimen prescribe dentro de año y medio. La llamada Operación Pandilla permitió identificar el ADN de una persona norteafricana, lo que redujo la paleta de sospechosos.
Uno de ellos respondía al perfil genético hallado en la escena del crimen, una persona residente en Francia, pero no coincidía al cien por ciento, por lo que la búsqueda se centró en sus familiares. El trabajo de los investigadores llevó hasta uno de sus hermanos, que finalmente fue detenido.
El sospechoso abandonó España en 1999, dos años después del crimen, y según las fuentes judiciales francesas había rehecho su vida en Francia, donde no estaba fichado.
Los investigadores creen que Chehl actuó solo en el asesinato de Eva Blanco y no hay más personas implicadas. Por el momento, descartan que el presunto asesino perpetrara alguna agresión más en el municipio o su entorno en la época del crimen y que estuviera implicado en algún delito contra otros jóvenes.