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Tokio admite por primera vez que un trabajador ha desarrollado cáncer por la radiación de Fukushima

  • Desarrolló la enfermedad por trabajar en limpieza y reconstrucción de la central
  • Recibirá una compensación del Estado por considerarlo accidente laboral
  • En otros casos similares, nunca había reconocido la relación directa

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Trabajadores de la planta de Fukushima instalan un muro impermeable en el mar frente a la central, el 9 de octubre
Trabajadores de la planta de Fukushima instalan un muro impermeable en el mar frente a la central, el 9 de octubre

Por primera vez, el Gobierno de Japón ha reconocido el accidente de la central nuclear de Fukushima como origen de un caso de cáncer. En concreto, Tokio ha admitido que la leucemia que sufre un trabajador de la planta se debe a las radiaciones a las que estuvo expuesto a raíz de su trabajo en las tareas de descontaminación y desmantelamiento de la planta tras la catástrofe de 2011.

Otros antiguos empleados de la central de Fukushima Daiichi también han desarrollado distintos tipos de cáncer, pero hasta ahora las autoridades niponas nunca habían señalado de forma oficial que el accidente nuclear desencadenado en la planta por un tsunami el 11 de marzo de 2011 fuera la causa directa de la enfermedad.

Otros tres casos están siendo evaluados para decidir si se admite el trabajo en la central como origen del cáncer, ha explicado un portavoz del Ejecutivo, que ya ha rechazado esa vinculación en otras situaciones similares.

Compensación del Estado

Con este reconocimiento, el trabajador -de 41 años- recibirá por ello una compensación del Estado en concepto de accidente laboral, con lo que pagará sus gastos médicos, así como una indemnización por incapacidad laboral, según ha informado este martes la cadena estatal NHK.

Según el diario japonés Asahi, el antiguo empleado de trabajó entre octubre de 2012 y diciembre de 2013 en Fukushima en las labores llevadas a cabo en las instalaciones nucleares cerca de los reactores 3 y 4.

El hombre resultó expuesto a unos 15,7 microsieverts anuales por su trabajo en la planta, más del triple del límite de 5 microsievert fijado por la normativa nipona para determinar la relación entre casos de leucemia y exposición a radiactividad.

Más 44.000 trabajadores en las tareas de limpieza

Unos 44.000 trabajadores han participado en las tareas de limpieza y desmantelamiento de la central desde el accidente de 2011, según datos de su propietaria, Tokyo Electric Power Company (TEPCO).

Oficialmente, nadie ha muerto a causa de la exposición a las radiaciones después de la catástrofe en la central de Fukushima Daiichi, el peor accidente nuclear del mundo después del ocurrido en Chernóbyl en 1986.

Ni siquiera la muerte del que era director de la planta en el momento del desastre, Masao Yoshida, se ha vinculado oficialmente a la contaminación nuclear. Yoshida murió de cáncer en julio de 2013, después de estar presente en la central en el momento del accidente y de trabajar a diario en el lugar del desastre en los seis meses siguientes al tsunami.

Según datos del Gobierno de Japón, hasta la fecha se han registrado 13 casos de personas que contrajeron algún tipo de cáncer a raíz de su trabajo en otras centrales nucleares, pero se trata de la primera vez que se concede una compensación por un caso relacionado con el accidente de Fukushima.

Asimismo, a comienzos del pasado septiembre otro extrabajador de Fukushima presentó la primera demanda contra la compañía operadora de la central por contraer por cáncer a raíz de su exposición a una dosis excesiva de radiación.