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La CUP evita por primera vez cerrar explícitamente la puerta a la investidura de Artur Mas

  • Critican el "chantaje" de sectores "neoautonomistas" de Convergència (CDC)
  • La CUP quiere centrarse en negociar un acuerdo sobre contenidos con JxSí
  • En cuanto haya un preacuerdo lo someterán a votación en Asamblea, explican

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La CUP ataca el neoautonomismo de CDC y se da margen para negociar sin chantajes

La CUP ha evitado este jueves por primera vez cerrar explícitamente la puerta a la investidura de Artur Mas y ha llamado a aparcar por ahora el debate sobre quién debería ser el próximo presidente de la Generalitat para darse así margen de negociación con Junts pel Sí (JxS) en las próximas semanas.

Una semana después del segundo 'no' de la CUP a la investidura de Mas, los diputados de la CUP, acompañados del exparlamentario David Fernández, han comparecido en la sala de prensa del Parlament para reivindicar su papel en la negociación con JxS y denunciar el "chantaje" que algunos sectores "neoautonomistas" de CDC intentan hacer para que la izquierda anticapitalista rectifique su negativa.

Sus críticas iban dirigidas principalmente al conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, y al candidato de CDC al Congreso, Francesc Homs, que a principios de semana advirtieron de que si la CUP se atrinchera en sus condiciones no podrá haber acuerdo y Cataluña se verá abocada a unas nuevas elecciones en marzo.

"Ni 'peix al cove' ni 'la puta i la Ramoneta'", ha exclamado el presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños, dos expresiones gráficas para rechazar un eventual regreso de CDC a la estrategia pujolista de la política "de pájaro en mano" y a la ambigüedad y el doble juego en las aspiraciones nacionales.

Pero pese a la contundencia de sus reproches hacia las voces en CDC contrarias a las condiciones que plantea la CUP, a diferencia de ocasiones anteriores en las que sus portavoces eran tajantes al responder con un 'no' a la pregunta de si ayudarían a investir a Mas con sus votos, ninguno de ellos ha querido ser tan explícito.

La CUP quiere aparcar el debate sobre el "quién"

La consigna general ahora pasa por aparcar el debate sobre el "quién" debe ser investido y centrarse en negociar el "qué" y el "cómo", es decir, los contenidos programáticos que deberá desplegar el nuevo Govern y las garantías de que el proceso independentista es ya irreversible.

Los diez diputados de la CUP han subrayado que el "ruido" mediático provocado por algunas voces de CDC no afecta a las negociaciones en curso con otros interlocutores de JxS, por lo que ven aún margen para alcanzar un acuerdo.

El sutil cambio de tono de la CUP encaja con el moderado optimismo expresado este miércoles por los cabezas visibles de JxS: tanto Artur Mas como Oriol Junqueras o Francesc Homs dieron verosimilitud a la posibilidad de que la negociación termine con acuerdo en vísperas del 4 de diciembre, cuando empiece la campaña de las elecciones generales.

El propio cabeza de lista de JxSí, Raül Romeva, se ha mostrado convencido de que las negociaciones entre su formación y la CUP deben acabar con un acuerdo porque "es necesario", sin que haya "vencedores ni vencidos".

CDC y ERC insisten en que no hay alternativa a Mas

Ante el escollo de la investidura, y después de que no solo CDC sino también ERC hayan dejado claro a la CUP que no existe nombre alternativo posible al de Mas, la estrategia negociadora de unos y otros consiste ahora en buscar un acuerdo global que vaya mucho más allá, con el diseño de un plan de choque social y una hoja de ruta detallada de los pasos a dar hacia la independencia.

Si ambas partes son capaces de alcanzar un acuerdo sobre estos contenidos, la CUP tendrá más difícil persistir en el 'no' a Mas y forzar nuevos comicios al negarse a facilitar su investidura.

En el momento en que haya un preacuerdo o, como mínimo, una propuesta negociada con JxS, la CUP piensa someterla a votación en una "asamblea nacional abierta".

De hecho, la formación independentista y anticapitalista celebrará el 29 de noviembre un debate informativo para explicar a la militancia el estado de las negociaciones, aunque si llegase antes una propuesta se convocaría una "asamblea abierta".