¿En qué consiste el fenómeno El Niño y qué intensidad está alcanzando este año?
- Es uno de los acontecimientos climáticos más importantes del planeta
- El actual episodio puede ser uno de los más potentes registrados
- Afectará a 60 millones de personas en el mundo, según la OMS
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El Niño de este año es ya el más fuerte de los últimos tres lustros y amenaza con convertirse en uno de los más potentes registrados desde 1950. Olas de calor, sequías, inundaciones, incendios, hambrunas... El catálogo destructivo de este fenómeno climático es muy amplio, y su influencia se extiende a la mayor parte del planeta. A continuación se intenta responder a algunas de las preguntas más habituales que suscita y que pueden ayudar a comprenderlo mejor.
¿Qué es El Niño?
El Niño es uno de los acontecimientos climáticos más importantes del planeta y se produce cíclicamente aunque de manera irregular, en periodos de entre 3 y 7 años. "Se trata de un fenómeno natural que ocurre cuando la temperatura del océano Pacífico en su parte oriental, la que toca a Sudamérica, se vuelve más cálida de lo habitual", explica Mónica López, quien dirige el departamento de El Tiempo de TVE.
"Normalmente en la zona soplan vientos alisios, de este a oeste, que alejan el agua cálida de la zona hacia el oeste, permitiendo que aflore agua más profunda y más fría. Durante El Niño los vientos alisios se debilitan o incluso se invierten, siendo de oeste a este. El agua cálida se acumula frente a las costas pacíficas de Sudamérica provocando un cambio en los patrones habituales de precipitación y temperatura", continúa.
El agua caliente, al evaporarse y condensarse, origina un incremento de las lluvias. Debido a este cambio de los vientos alisios, se altera el patrón climático, y estas lluvias afectan más a la zona oriental del Pacífico. En el otro extremo del océano, en Australia y el sudeste asiático, el clima se vuelve más frío y seco.
¿A qué zonas del mundo afecta?
Se trata de un fenómeno global cuya incidencia, de manera directa o indirecta, se extiende a la mayoría de continentes y océanos del planeta. Sin embargo, su mayor impacto se produce en los países americanos de la costa pacífica (especialmente, Perú y Ecuador); y en el sudeste asiático y Australia (sobre todo, Indonesia y el norte australiano).
¿Cuáles son sus principales efectos?
El Niño de 2015-2016 ha provocado una disminución de las lluvias en el sudeste asiático, de manera más significativa en Indonesia, donde ha contribuido a la proliferación de grandes incendios.
El fenómeno también está relacionado con las olas de calor en la India causadas por las lluvias tardías del monzón, además de con la bajada del nivel del mar en las islas de la Polinesia, Melanesia y Micronesia. También, con la decoloración de los corales que está dañando gravemente sus arrecifes.
Otro de los efectos de este Niño es que han disminuido los huracanes en el Caribe pero se han activado los del Pacífico. El huracán Patricia, que tocó tierra en México a finales del pasado mes de octubre, ha sido el ciclón tropical más intenso jamás observado en el hemisferio occidental en términos de presión atmosférica, y el más fuerte a nivel global en términos de viento máximo sostenido.
El sur del continente africano y Centroamérica están siendo especialmente azotados por la sequía, pero Sudamérica está sufriendo numerosas inundaciones, con precipitaciones hasta diez veces superiores a lo normal en Ecuador y Perú.
En Europa, existen estudios que lo relacionan con un aumento de las precipitaciones en regiones de países como Reino Unido o Alemania. También lo vinculan con una mayor sequía en la cuenca del Mediterráneo, algo que afectaría a España.
¿Es este Niño el más potente de los que se han registrado?
Aún es demasiado pronto para valorar los efectos de El Niño actual, porque sigue desarrollándose. "Según el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno el Niño (CIIFEN), las anomalías oceánicas y atmosféricas observadas en el Pacífico reflejan un evento El Niño fuerte, que continúa evolucionando", cuenta Mónica López.
En cuanto a su dimensión, los expertos consideran que aún no ha alcanzado su máximo. Aún no disponen de datos que atestigüen si es el más potente jamás registrado, pero sí coinciden en que se trata de uno de sus episodios más intensos. "El Niño 2015-2016 se ubica junto a los de 1997-1998, 1982-1983 entre los más fuertes desde 1950 (en ambos eventos El Niño se consideró extraordinario)", valora López.
¿En qué época del año se da y cuántos meses puede prolongarse?
Cuando se produce, los episodios de El Niño se desencadenan durante los meses finales del año. Normalmente, alcanza su fase máxima en los cuatro meses que transcurren entre octubre y enero, aunque es frecuente que sus efectos se mantengan incluso hasta marzo del siguiente año antes de empezar a debilitarse.
"El Niño alcanzaría máxima intensidad durante enero de 2016 y su influencia en el Pacífico oriental se extendería hasta incluso agosto de 2016", adelanta Mónica López.
"Los pronósticos estacionales para el periodo enero-marzo 2016 sugieren mayores probabilidades de lluvia por encima de lo normal en México, Ecuador; norte de Perú; región central y oriental de Paraguay, sureste de Brasil, Uruguay y norte de Argentina. Mayores probabilidades de lluvia por debajo de la media en Centroamérica, gran parte de Venezuela, norte de Colombia; nororiente y oriente de Brasil; llanos orientales de Bolivia y zona norte de Chile", prosigue.
¿Cuánto aumenta la temperatura del océano Pacífico?
Mónica López ofrece los siguientes datos: "Durante diciembre 2015 el Pacífico Tropical continuó exhibiendo temperatura superficial del mar (TSM) sobre sus valores normales, alcanzando en la región oriental anomalías de más de 3.5ºC. A nivel subsuperficial (entre 100 y 200m), se mantiene la presencia de una gran piscina cálida, la cual, en su núcleo central, presenta anomalías de hasta 6.0ºC, ascendiendo a niveles superficiales a medida que se aproxima a la costa de Sudamérica".
¿Existe relación entre el cambio climático y El Niño?
Este es un punto que genera controversia. De lo que no hay ninguna duda es de que la temperatura media global ha aumentado debido a la actividad humana y sus emisiones de gases de efecto invernadero. Y algunos científicos encuentran una relación directa entre este calentamiento global y la intensidad de fenómenos climáticos como El Niño. Pero no hay suficientes estudios que corroboren esta afirmación.
Con independencia de su relación directa con el cambio climático, los expertos creen que los efectos de El Niño tenderán a intensificarse en los próximos años. "Según el IPCC (Panel intergubernamental sobre el Cambio Climático) existe un nivel de confianza alto en que El Niño - Oscilación del Sur (ENOS) seguirá siendo el modo dominante de la variabilidad climática natural en el siglo XXI, con influencias globales, y en que es probable que se intensifique la variabilidad de las precipitaciones regionales que induce", afirma en este sentido Mónica López.
¿Qué coste humano y económico puede tener?
La última vez que este fenómeno fue especialmente intenso fue en 1997-1998, y se estima que provocó alrededor de 20.000 muertes en todo el mundo, además de pérdidas por valor de más de 34.000 millones de dólares.
El actual episodio de El Niño afectará a 60 millones de personas en el mundo, 4,2 millones de los cuales ya han sido damnificados en Centroamérica, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A nivel mundial, las sequías e inundaciones producidas por este fenómeno perjudican gravemente a cultivos esenciales como el arroz, el trigo o el maíz; lo que incrementa su precio. Las inundaciones provocan además una fuerte erosión y deslizamiento de lodo con pérdida de vidas, destrucción de viviendas e infraestructuras y daños al suministro de alimentos.
Según el estudio de la OMS, El Niño ya ha afectado a 4,2 millones de personas en América Central, a 4,7 millones en el Pacífico occidental y a 30 millones en África austral, pero se espera que, al extenderse el fenómeno, otros 20 millones de personas en el mundo sufran sus consecuencias.
En América Central, El Niño ya ha provocado sequías que se mantendrán hasta marzo, "lo que hará perder las cosechas en el corredor de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador", indica la OMS.
En África, especialmente preocupantes son los casos de Zambia, Malaui, Madagascar, Zimbabue, Lesotho, Angola, Mozambique y Suazilandia que registraron en 2015 unos niveles extraordinariamente bajos de lluvia de la zona debido a la sequía que está afectando al cultivo de cereales y a la ganadería. Los principales damnificados son los propietarios de pequeños cultivos, que representan la mayor parte de la producción agrícola en estos casos.
Se trata de algunos de los países con las cifras más altas de malnutrición crónica, por lo que los efectos de esta sequía pueden ser devastadores para la población, especialmente la infantil.