'La habitación', el 'país de las maravillas' de un niño que no conoce el mundo real
- La película de Lenny Abrahamson está nominada a cuatro de los Oscar más importantes
- Narra la historia de una joven secuestrada, que cría a su hijo en una pequeña habitación
- Se estrena el próximo 26 de febrero
4 NOMINACIONES A LOS OSCAR
-Mejor Película
-Mejor director: Lenny Abrahamson
-Mejor Actriz: Brie Larson
-Mejor Guion Adaptado: Emma Donoghue (basado en su novela)
Es la primera vez que lo hago pero os recomiendo que no leáis este artículo y, sobre todo, no veáis el tráiler de la película (debería estar prohibido hacer tráilers que nos destripen las películas de esa forma tan vergonzosa), porque esta es una de esas películas de la que es mejor no saber nada. Y no lo digo en plan El sexto sentido (sorpresa final inesperada), sino porque La habitación es una auténtica tormenta de sensaciones y sentimientos que os atrapará desde el primer minuto y no os soltará hasta el final. Y cuanto menos sepáis, mejor.
Si podéis ver el video exclusivo que encabeza esta noticia con comentarios imprescindibles del director y la guionista.
La habitación es una historia realmente triste y conmovedora, pero que logra emocionarnos y esperanzarnos gracias a su estructura de cuento, claramente inspirada en Alicia en el País de las Maravillas (con un ratón en lugar de un conejo) y en otros clásicos como El Conde de Montecristo.
Destacar la inteligente dirección de Lenny Abrahamson (Frank, Garage) y las magníficas interpretaciones de todos sus protagonistas, entre los que destacan Brie Larson (Y de repente tú, Don Jon, Scott Pilgrim contra el mundo), Jacob Tremblay (Before I Wake), y los veteranos Joan Allen (Un buen matrimonio, El legado de Bourne) y William H. Macy (El atraco, Inland Empire).
La sorpresa del cine independiente del año, que ha logrado colarse en cuatro de las categorías más importantes de los Oscar, mejor película, mejor director (Lenny Abrahamson), mejor actriz (Brie Larson) y mejor guión adaptado (Emma Donoghue).
Una historia terrible convertida en un cuento
Si todavía estáis leyendo esto procuraremos daros los menores spoilers posibles. Basta decir que La Habitación cuenta la historia de una joven que fue secuestrada con 17 años y encerrada en una caseta con una única ventana en el techo. Allí cria a un hijo de su secuestrador, que cuando comienza la historia tiene 5 años, y al que convence de que esa habitación, de apenas cinco metros cuadrados y cuya claraboya es su única apertura al exterior, por donde se atisba un trocito de cielo, es el mundo entero. Ahí come, juega y aprende con su madre.
El amor por su hijo es lo único que permite a la joven soportar esa tortura. Y los únicos entretenimientos del pequeño son los libros (como los títulos mencionados) y una televisión de la que su madre le cuenta que todo lo que aparece en ella son personajes ficticios, como los de los libros. Cuando aparece el viejo Jack, su secuestrador, la madre encierra al niño en un armario para que no sea consciente de los abusos que sufre a sus manos.
Una historia terrible que se convierte en un cuento cruel pero lleno de esperanza gracias a la mirada de ese niño inocente, que no comprende lo que está viendo, y para el que todo se convierte en un juego, y a la fortaleza de una madre empeñada en que el pequeño pueda tener una infancia normal. Todo se complicará cuando el pequeño cumpla cinco años y empiece a plantearse las cosas.
Una brillante adaptación
La Habitación podría recordarnos un poco a la oscarizada La vida es bella (1997), de Roberto Benigni, pero con una historia en la que no hay lugar para la comedia, aunque sí, como decimos, para la esperanza.
Una historia que, desgraciadamente, nos recuerda a casos reales similares que todos recordamos, y que está escrita por Emma Donoghue (que ha adaptado brillantemente su propia novela al cine).
Abrahamson imprime el ritmo de un apasionante thriller durante la primera hora, consiguiendo una película realmente emocionante y con momentos mágicos, en los que no falta la poesía. Siempre con una puerta abierta a la esperanza y sin recrearse en momentos escabrosos.
La segunda parte es un giro sorprendente de la historia, casi otra película, igual de terrible y que completa una de las historias más redondas de los últimos años, que ha sido aplaudida por la crítica estadounidense como uno de los 10 mejores títulos de 2015.
Mas que una película es una experiencia.
Unos interpretes de lujo
Destacar la poderosa interpretación de la pareja protagonista, madre e hijo. Brie Larson debería llevarse el Oscar a la Mejor Actriz por este papel que ya le ha valido premios como El Globo de Oro y el Bafta, en dicha categoría, aunque tiene competidoras muy potentes. La joven consigue una interpretación en la que combina debilidad y ternura con fuerza y valentía, convenciéndonos de que es una madre dispuesta a hacer cualquier cosa por su hijo.
Una interpretación a la que da la réplica el jovencísimo actor, Jacob Tremblay, que logra emocionarnos con casi todos sus gestos y frases con los que se pregunta si esa habitación es, realmente, el mundo entero. Hay niños que han sido nominados al Oscar por muchísimo menos.
Un excelente trabajo interpretativo resaltado por los primeros planos que les obligan a dar lo mejor de sí mismos en un espacio tan reducido como esa pequeña habitación.
Destacar también al villano de la historia, el viejo Nick, interpretado de una forma muy realista por Sean Bridgers. Y a dos secundarios de lujo, Joan Allen y William H. Macy, que nos vuelven a demostrar por qué son dos de los mejores actores de la actualidad.
Resumiendo, una de las mejores películas del año por su cuidada dirección, su fantástico guion y unos inspiradísimos actores; y que logrará emocionaros.