La ONU califica los bombardeos contra hospitales sirios de "crimen de guerra"
- Ankara acusa a Moscú de bombardear centros médicos
- Rusia rechaza categóricamente las acusaciones
- Turquía ataca a los kurdos de Siria por cuarto día consecutivo
La ONU ha calificado este martes como "crimen de guerra" el ataque deliberado contra hospitales en Siria, que en los últimos días ha costado la vida de más de 50 personas.
"El ataque intencional y directo contra instalaciones médicas o lugares ocupados por enfermos y heridos, así como contra unidades médicas con el emblema de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, es un crimen de guerra en un conflicto armado", ha señalado el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.
"Todavía no está claro que haya sido intencional, pero el enorme número de estos incidentes genera interrogantes sobre el fracaso de las partes del conflicto en Siria de respetar la protección especial que requieren los establecimientos médicos y su personal", ha agregado.
Rusia niega "categóricamente" su implicación
La ONU no ha señalado a ningun culpable, aunque las partes internacionales implicadas en la guerra civil que desangra el país se han acusado mutuamente.
Turquía ha culpado directamente a Rusia del bombardeo de un hospital en la localidad de Azaz, en la provincia de Alepo, y ha responsabilizado a Moscú de "crímenes de guerra".
Rusia ha negado "categóricamente" las acusaciones y ha señalado a su vez a la coalición internacional liderada por Estados Unidos como responsable del ataque contra un hospital apoyado por Médicos sin Fronteras (MSF) en la localidad de Maarat al Nuaman, provincia de Idleb.
El Kremlin negó hoy que la aviación rusa bombardeara ayer un hospital gestionado por Médicos sin Fronteras (MSF) en el norte de Siria y apuntó a la coalición internacional liderada por Estados Unidos como responsable del ataque.
Continúa la campaña turca contra los kurdos
Turquía continúa por cuarto día consecutivo con su particular campaña contra los kurdos del noroeste de Siria que luchan contra el Estado Islámico (EI).
Según fuentes militares turcas citadas por la agencia Reuters, su artillería ha respondido este martes a disparos procedentes del país vecino.
El lunes, Turquía advirtió a las milicias kurdas del norte de Siria (conocidas por sus siglas, YPG), de que provocarían una "reacción dura" si intentaban capturar una ciudad cerca de la frontera común.
Los kurdos intentan unir los enclaves que controlan en el noroeste de Siria, junto a la frontera turca, pero Ankara ha advertido en numerosas ocasiones que no lo va a permitir. Tanto EE.UU. como Rusia consideran a los kurdos como aliados contra los yihadistas.
Mientras tanto, la ONU continúa sus esfuerzos para lograr un alto el fuego. El enviado especial para Siria, Estaffan de Mistura, se encuentra en Damasco, donde se ha reunido con el ministro de Exteriores, Walid al Mualem, para discutir el cese de hostilidades, la posibilidad de conversaciones y el acceso con ayuda humanitaria a las áreas sitiadas. El presidente sirio, Bachar al Asad, ya ha advertido que el alto el fuego es "difícil".